Después del colapso de colapso de una mina de carbón en el municipio de Múzquiz, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) emitió un comunicado en el que aseguró que la mina no es su proveedora.
Luis Bravo Navarro, coordinador de Comunicación Corporativa de la comisión publicó el oficio a través de su cuenta de Twitter, en el que agregó que lamentaba lo sucedido y mostraban su solidaridad a los familiares.
“La Comisión Federal de Electricidad desmiente categóricamente que la mina donde ocurrió el lamentable accidente en Coahuila sea proveedora de carbón de la CFE. En consecuencia, era imposible que su director estuviera enterado del estado de la mina. Lamentamos lo sucedido y expresamos nuestra solidaridad a los familiares”, explicó el documento.
Este comunicado fue emitido dos días después de que la organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) compartiera un documento que se envió a Manuel Bartlett, director general de la CFE, en septiembre de 2020. En este, advirtieron el peligro de trabajar en las minas del estado de Coahuila y la negligencia de los dueños. Sin embargo, la organización indicó que Manuel Bartlett “nunca nos respondió”.
“El pasado 26 de septiembre, entregamos a @ManuelBartlett la denuncia sobre estas minas y le pedimos que nos recibiera porque podía evitar la desgracia que estamos viviendo. Nunca nos respondió”, escribió la organización en su cuenta de Twitter.
Junto con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), la OFPC señaló que el litigio de Pasta de Conchos, mina que colapsó en 2006 con un total de 63 mineros que perdieron la vida, se llevó ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), caso internacional que incluye a más de mil familiares y del que “el Gobierno federal tiene la obligación de reparar el daño”.
La organización declaró en el documento que “hay otro tema urgente, el cual constituye una obligación del gobierno para con los mineros: la no repetición de siniestros y fallecimientos evitables en la minas de carbón”.
Durante más de una década, la OFPC ha documentado los eventos mortales de las minas de carbón, “más de 100 muertes posteriores a Pasta de Conchos”, así como monitoreado a cada empresa extractiva y centro de trabajo.
Señaló que desde 2014 ha trabajado con la Secretaría del Trabajo en la inspección de minas para evitar actos de corrupción y “muertes”, sin embargo, expresó que “la regla sigue siendo que las empresas operen en condiciones deplorables”.
Junto a la carta, la organización envió fotos tomadas en unas cuevas de arrastre, correspondientes a dos empresas que firmaron contrato con la CFE y que extraen carbón sin cumplir las condiciones de seguridad e higiene.
“No había agua potable para los trabajadores, estaban en tenis y sin equipo de seguridad; no había consola para medir el gas ni botiquín, extinguidores, ventilación, auto rescatadores y los trabajadores no sabían si estaban registrados en el IMSS”, denunció la organización civil.
La OFPC alertó que la situación se repite en toda la región, porque se ha permitido durante décadas que “los empresarios operen sin cumplir las leyes, incluso sin tener minas o coyoteando carbón de minas clandestinas”.
Lamentablemente, uno de los mineros que se encontraba atrapado en la mina de carbón fue rescatado sin vida este sábado. El cuerpo de Mauricio Cortés, quien tenía poco más de dos semanas de haber entrado a trabajar al lugar, fue rescatado la mañana de este sábado, informaron algunos de los familiares de los mineros.
Las autoridades de Coahuila trabajan contra el reloj para extraer el agua que causó la inundación y el colapso de una mina de carbón ubicada en el municipio de Múzquiz y en la que se encuentran atrapados al menos otros seis trabajadores, a unos 60 metros de profundidad.
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