El próximo 15 de septiembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público pondrá a la venta bienes inmuebles incautados al narcotráfico. Resalta una propiedad ubicada en calle Cráter número 525 Colonia Jardines del Pedregal, alcaldía Álvaro Obregón, Ciudad de México. La casa, propiedad del legendario capo, Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, se encuentra vacía, con pocos rastros de que alguien la hubiera habitado, todo el lujo ha sido abandonado por años.
Son aproximadamente 3 mil 500 metros cuadrados los que ocupa la casa. Esta cuenta con fuentes y jardines tanto al frente como en la parte trasera del inmueble. Tiene también una cantina e incluso una cava de vinos.
Los niños que habitaron ese lugar pudieron divertirse en la casita de juegos roja con blanco que aún se encuentra en el jardín trasero, acompañada por una construcción que cuenta con parrillas y ventilación suficiente para cocinar al aire libre.
El capo disfrutó en el inmueble de una alberca de aproximadamente 15 metros, la cual tiene un domo superior que puede abrirse para que entre el sol. La inmensa casa cuenta con cuartos amplios, armarios, lujosos y cajas fuertes.
Todo esto fue del ex líder del Cártel de Juarez, quien falleció en 1997 al someterse a una reconstrucción facial y una liposucción. Tras ocho horas de cirugía, el capo sufrió un paro cardíaco y murió, de acuerdo con la versión oficial.
En el listado también destaca la casa del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, valuada en 3 millones 830 mil pesos, se ubica en la calle Emiliano García 1811, en la colonia Libertad, en Culiacán, Sinaloa. Tiene dos habitaciones, sala, comedor, cochera y un jardín frontal.
El inmueble se encuentra asegurado desde 2014, cuando el Chapo escapó de las autoridades junto a Lucero Sánchez, conocida como la Chapodiputada.
Guzmán Loera, ahora sentenciado a cadena perpetua, y la mujer pudieron escapar a través de un túnel escondido debajo de la bañera. La casa lleva cuatro subastas sin poder ser vendida.
Lucero Guadalupe Sánchez era una joven diputada que a los 24 años de edad logró obtener una curul en el estado de Sinaloa, la tierra del Chapo Guzmán.
Una abogada que a los 21 años de edad coincidió en una fiesta con Guzmán Loera, que ya era ubicado como el líder del Cártel de Sinaloa y estaba en la lista de los más buscados, no solo en México sino también en Estados Unidos. El Chapo ya era un prófugo de la Justicia y no solo eso, estaba casado por tercera ocasión con otra joven mujer, Emma Coronel, a quien también conoció en una celebración cuando apenas tenía 17 años y él 49.
Lucero Guadalupe Sánchez visitó en 2014 al Penal del Altiplano, una prisión de máxima seguridad, con una identificación falsa. Se dijo que su objetivo era reunirse nada más y nada menos que con Joaquín el Chapo Guzmán que en ese entonces estaba preso en ese lugar. Comenzaron los problemas legales para ella: una denuncia por parte de las autoridades de la cárcel por usar documentación falsa. Ella negó tener algún vínculo con Guzmán Loera: “Lo he visto en ocasiones, pero no de cerca”, dijo.
Pero más tarde revelaría que “tuvo una llamada” con el capo, padre de más de 10 hijos. El motivo de la llamada, según su versión, no era amoroso sino profesional, pues el capo le habría pedido asesoría ante los presuntos ataques del que fueron objetivo sus hijos menores por los allanamientos de la Marina en algunas de sus propiedades.
Lucero perdió la protección constitucional como legisladora local, emprendió la huida de Sinaloa y en Estados Unidos fue detenida en 2017. Lucero pidió asilo político, el cual le fue negado, ya que en México era perseguida por las autoridades.
De legisladora pasó a ser conocida como la chapodiputada por sus presuntos vínculos con el capo de la droga. Su supuesta relación amorosa con El Chapo le costó estar presa ahora en Estados Unidos acusada de tráfico de cocaína, y enfrentaría una condena de hasta 20 años de cárcel.
“Hasta el día de hoy yo estoy confundida, porque yo creía que era una relación de pareja”, dijo durante su declaración en contra de el Chapo Guzmán, juicio en el que aceptó participar para obtener una reducción de su sentencia.
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