En la década de los noventas, al igual que ahora, los jóvenes se alistaban cada fin de semana para salir a divertirse en lugares populares, que se conocían como discotecas o simplemente “discos”. En esa época, la moda de las chicas era usar el cabello alborotado, usaban minifaldas y zapatillas con tacones altos, mientras que los hombres usaban camisas flojas, clamarras de piel y pantalones rectos.
En esos tiempos había algunos lugares icónicos en la Ciudad de México, en ese entonces llamada Distrito Federal, que los jóvenes preferían para irse a divertir, tomar una copa con sus amigos, entre los que estaban el Bull Dog, BarBar, Rockotitlán y Medusas. Estos lugares actualmente ya no existen, y hoy solo quedan en el recuerdo.
El Alebrije
Esta emblemática disco, se encontraba en Plaza Loreto, al sur de la Ciudad de México, y en sus inicios podían entrar hasta unas mil 400 personas. Una de las cosas que no eran tan agradables de esta disco, es que debías llevarte bien con el cadenero para que te permitiera pasar, pues él elegía quien pasaba y quien no.
Se cobraba un cover de 300 pesos, y a cambio, podías disfrutar de barra libre dentro del establecimiento, en donde podías tomar bebidas con nombres exóticos como “Semen de Burro” o “Moraditos”. Si querías estar en la zona VIP, debías consumir varias botellas de Jimador o Bacardí.
Se podía escuchar de todo un poco, pero en su mayoría era pop, y regularmente antes de cerrar sus puertas, se escuchaba algo de Luis Miguel o Salsa. Ese era el “pitazo” de que el establecimiento estaba por cerrar sus puertas la público.
Rockotitlán
En septiembre de 1985 abrió sus puertas por primera vez un lugar que fue emblemático para varios rockeros de la época: el Rockotitlán, o Rocko, como se le conocía. Este fue abierto gracias a la asociación de los hermanos Sergio y Fernando Arau, el primero miembro de la emblemática banda Botellita de Jerez, y el segundo, actor de teatro y televisión.
En su escenario desfilaron importantes bandas de Rock nacional como El Tri, Botellita de Jerez, Caifanes y La Maldita Vecindad, entre otros. Estaba ubicado en Insurgentes, casi esquina con eje 5, y los fines de semana se llenaba de jóvenes que querían ver a sus bandas favoritas de rock.
Posteriormente, el lugar cambió de dueños, y estos cambiaron la temática, por lo que poco a poco fue perdiendo popularidad hasta que en el 2000 tuvo que cerrar sus puertas.
BullDog
En 1992, sobre la avenida Sullivan, se inauguró el primer BullDog Café, en el lugar en el que hoy se encuentran las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. Por sus escenarios pasaron emblemáticas bandas del rock nacional como Café tacuba, Molotov, Fobia, la Castañeda, La Cuca, Jumbo, entre otras.
En diciembre de 1997 cerró aquél recinto, para reabrirse, en el 2000, cerca de la estación del metro Mixcoac. En el recinto también llegaron a tocar bandas de talla internacional como Gun´s&Roses.
En enero del 2018 anunció que cerraría sus puertas definitivamente.
Bar Bar
Este lugar, que se volvió controversial luego de que en 2010 el exfutbolista paraguayo del equipo mexicano América, Salvador Cabañas recibiera un disparo en la cabeza que terminaría con su carrera, abrió a mediados de los 80´s, con la temática de Club privado, lo que llamó la atención de importantes personalidades importantes de la sociedad mexicana.
Durante su periodo de vida, fue un lugar en el que se podía encontrar a famosos del medio artístico, políticos, deportistas y empresarios mexicanos, como Alejandro Fernández, Carlos Slim Domit, Miguel Alemán Magnani y Ernesto Zedillo Velasco. También llegaron a visitarlo personalidades internacionales como Madonna, Bon Jovi y David Copperfield.
Estaba ubicado en Insurgentes Sur, y tras el percance del exfutbolista paraguayo, cerró sus puertas al público.
Medusas
Fue el primer antro de música electrónica que existió en la capital de nuestro país. A brió sus puertas al público en la década de los 90´s. Dicho espacio sería conceptualizado por Ricardo Silva, mejor conocido como DJ Akme y por el empresario Rafael Rojo de la Vega.
Cabe destacar que años antes ya habían intentado despegar algunas otras “discos” con el concepto de música electrónica, pero este fue el primero en tener éxito. Estaba ubicado en la zona de San Ángel, al sur de la Ciudad de México, y la decoración estaba hecha por cosas usadas que los dueños iban encontrando a su paso, además, había jaulas en las que bailarines daban un espectáculo.
El lugar cerró en el 2000 debido a diferencias entre sus dueños.
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