José Reséndiz Dávila, candidato al municipio Melchor Ocampo, Estado de México, por el partido Movimiento Ciudadano (MC), denunció que su casa de campaña, localizada en la Francisco I. Madero de la mencionada demarcación fue baleada.
Durante la noche de este miércoles 2 de junio, el aspirante informó a través de su cuenta de Facebook el ataque, acusando que cuando ocurrió la agresión había familias, con niños incluidos, dentro de la casa de campaña.
“Había mucha gente y niños y les valió madre lo que hicieron, no se vale”, señaló.
Narró que algunos sujetos extraños pasaron por el lugar y abrieron fuego contra el lugar. Lamentó que los policías municipales no hubieran actuado en el momento pese a que su base está ubicada a metros de donde ocurrió el ataque.
En una publicación que compartió se muestra el lugar en donde al más de cinco balas impactaron en la puerta metálica y paredes del comité de MC, pues los hoyos eran visibles en la lámina y cemento.
Reséndiz Dávila responsabilizó a la alcaldesa con licencia Miriam Escalona, quien actualmente busca ser diputada por el PAN, por lo que pueda sucederle a él, su familia, planilla de colaboradores o hasta militantes del MC, ya que “la inseguridad ya nos está rebasando”.
Señaló que el motivo por el que Escalona atentaría en su contra es porque él ha dicho durante su campaña que haría auditorías para terminar con la corrupción. Por otro lado, aseguró que ha estado recibiendo varias amenazas de muerte en sus redes sociales y que no tiene miedo.
El candidato aseveró que en momentos de que comenzara el ataque armado, algunos miembros del PAN pasaron agrediendo al comité, situación que le pareció grave.
“La justicia y la democracia no se hacen con balas, se gana con votos”, aseguró el candidato del partido naranja.
Por el ataque, el aspirante levantó y ratificó una denuncia ante las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. De forma extraordinaria se contabilizaron 12 cartuchos percutidos en la zona.
Los candidatos del MC han sido particularmente agredidos durante esta jornada electoral. Cabe recordar el caso de Marilú Martínez, candidata a la alcaldía de Cutzamala de Pinzón, Guerrero (en la costa del Pacífico) quien fue secuestrada junto con su familia por un grupo armado.
Según los reportes, el comando ingresó a su casa y la levantó a ella, su esposo y otros integrantes. El hecho cimbró a las autoridades estatales, quienes ordenaron de inmediato un operativo de búsqueda.
Unos días después se reportó la aparición de la aspirante a través de la candidata a la gubernatura de Guerrero por el mismo partido, Ruth Zavaleta.
Otro caso más, que resonó en todo el país fue el de Alma Barragán Santiago, candidata a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, de la misma bancada, quien fue atacada a balazos el pasado 25 de mayo por la tarde mientras se encontraba en un evento de campaña. La candidata murió en el lugar y otras dos personas resultaron heridas.
El cuerpo de Alma Barragán quedó junto a su camioneta, donde al parecer intentó resguardarse de las balas.
México se encuentra en una de las campañas electorales más violentas de los últimos tiempos. Ochenta y nueve políticos han sido asesinados desde septiembre, según la consultora de seguridad Etellekt. Muchos más han resultado heridos o amenazados. La campaña se ha convertido en una clara muestra de la influencia del narco, una amenaza creciente para esta joven democracia.
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