Las elecciones intermedias que se llevarán a cabo el próximo domingo 6 de junio, han llamado la atención de la prensa internacional, y no solo por ser los comicios más grandes en la historia del país, sino porque significarán un respaldo o no, al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En los últimos días, medios como The Economist (Reino Unido), Le Mond (Francia) y Die Welt (Alemania), han criticado duramente los primeros tres años de gestión del líder de la autollamada “Cuarta Transformación”, pero también advertido que si la votación lo favorece con una mayoría calificada en el Congreso de la Unión, sus políticas podrían en peligro la economía y democracia del país.
Ahora se sumó el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), que este viernes publicó un artículo de opinión titulado ¿Es el presidente de México una amenaza para su democracia?, escrito por David Luhnow y José de Córdoba, editor de América Latina y corresponsal en América Latina, respectivamente.
Los colaboradores de WSJ coinciden en que López Obrador es un líder “izquierdista anticuado que descarta temas de la izquierda moderna”, como lo es el medio ambiente, la ciencia, el desarrollo económico, la libertad de prensa y el feminismo.
A pesar de lo anterior, AMLO es un político auténticamente popular, pues ganó la presidencia en 2018 con una abrumadora mayoría y tres años después, mantiene un índice de aprobación cerca del 60 por ciento. Sin embargo, cada vez hay más empresarios y mexicanos de clase media preocupados por el cambio de rumbo que ha tomado el país bajo su administración.
“El populista de cabello plateado está tratando de cambiar de rumbo. Es parte de lo que los críticos ven como un impulso para recrear el México de su juventud en las décadas de 1960 y 1970, cuando el país era un estado de partido único con un presidente todopoderoso, un congreso y tribunales obedientes, y una economía impulsada por empresas estatales”
AMLO vs la autonomía
Si hay algo en común en las publicaciones de The Economist, Le Monde, Die Welt y WSJ es que sus propuestas de cambiar la Constitución para quitarle independencia a organismos como el Banco de México (Banxico) y el Instituto Nacional Electoral (INE), son con el fin de concentrar más poder.
De hecho, varios analistas han alertado su intención de permanecer en el cargo más allá de 2024, o al menos dominar a un sucesor elegido a dedo, algo que ni sus sucesores priistas pudieron.
“Incluso los presidentes del ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México —descrito por el novelista peruano Mario Vargas Llosa como la ‘dictadura perfecta’-- obedecieron debidamente la constitución mexicana al retirarse después de un solo mandato de seis años. López Obrador, por el contrario, está vaciando varias de las instituciones que limitan el poder presidencial”
AMLO vs inversión extranjera
Si bien la pandemia de COVID-19 provocó una enorme pérdida de empleos, como en todo el mundo, la economía mexicana ya estaba mal antes del coronavirus, pues se contrajo 8.5% durante sus primeros dos años en el cargo.
Esta recesión fue gracias a medidas que asustaron la inversión empresarial, especialmente la extranjera. Muestra de ello fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), el desguace de una importante cervecería al norte del país y el cese de todas las nuevas concesiones mineras.
“México no ha tenido una sola oferta pública inicial de acciones en cuatro años [...] La inversión extranjera directa durante los últimos dos años ha caído alrededor de $5 mil millones al año a $30 mil millones”
Por si fuera poco, el Ejército se está fortaleciendo notablemente al convertirse en el mayor contratista del gobierno, pues se encarga de la construcción y administración de dos de las obras insignia de la 4T: el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.
AMLO vs energías renovables
La visión económica del presidente para México es más clara en el sector energético. pues impulsó una ley eléctrica y de hidrocarburos con el objetivo de favorecer a las compañías estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a pesar de que esto signifique que se eleven los precios y la contaminación.
Por el contrario, ha relegado hasta el final de la línea a empresas privadas y productores de energía renovable, a pesar de haber invertido decenas de miles de millones de dólares en los últimos años.
“Si bien gran parte del mundo está enfocado en cómo llegar a un futuro libre de carbono, el líder mexicano está construyendo una nueva refinería de petróleo en su estado natal, la primera en México desde fines de la década de 1970, a pesar de que el país puede importar gasolina del país”
Relegado por tecnócratas
Varios analistas dicen que las opiniones políticas de López Obrador se basan en una visión romántica de su juventud en Tabasco, un estado rural del sur. En una época en la que México tenía una economía cerrada y había emergido de varias décadas de fuerte crecimiento impulsado por la urbanización y la industrialización.
“No obstante, con la llegada de la globalización en la década de los 80, México pasó de ser una de las economías más cerradas del mundo a una de las más abiertas, firmando en un momento más tratados de libre comercio que cualquier otro país. Se convirtió en el cuarto exportador de automóviles más grande del mundo”
Cabe mencionar que por esos años, tanto López Obrador como otros ex líderes del PRI, abandonaron al partido después de que fueron relegados para puestos clave a favor de una nueva ola de tecnócratas educados en la Ivy League: las ocho grandes universidades privadas del nordeste de Estados Unidos. Fue entonces que se afilió al PRD, un partido de izquierda y se convirtió en alcalde de la Ciudad de México para luego buscar la presidencia en tres ocasiones.
Pero a diferencia de otros lideres “populistas”, que se presentan como salvadores del pueblo bueno y honesto abatido por un sistema tradicional corrupto, López Obrador comparte una frontera de 2,000 millas con Estados Unidos, que cuenta con México como su segundo socio comercial más grande.
“Si López Obrador crea una crisis política o económica, el efecto de derrame podría ser profundo y afectar todo, desde la migración al comercio y la cooperación antidrogas”, exponen David Luhnow y José de Córdoba.
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