La narcoguerra que vive el país ha dado otra de sus muestras en Durango, donde sicarios agitados graban enfrentamientos y desesperados buscan las municiones para imponerse.
Mediante dos videos difundidos en redes sociales, se oye el estruendo de las ráfagas de armas de fuego de grueso calibre en algún paraje boscoso.
Versiones extra oficiales indicaron que efectivos del Cártel de Sinaloa fueron sorprendidos en un narcocampamento por sus rivales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en la sierra duranguense durante el fin de semana reciente.
A diferencia de la paz nacional que difunde el gobierno mexicano, hay sitios donde los enfrentamientos son algo cotidiano. Y la población se ve atrapada entre las disputas territoriales del crimen organizado.
“El país está en paz, hay gobernabilidad, no hay riesgos de inestabilidad, estamos enfrentando el flagelo de la violencia todos los días y se puede hablar de paz y de tranquilidad en el país”, aseguró esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En una de las grabaciones se observa cómo un presunto sicario sale detrás de los árboles, corre agachado con el fusil e intenta resguardarse.
“Agáchate, vente, vente, ¡las mochilas, güey!, ¡las mochilas del parque!, las mochilas del parque” grita al punto de la desesperación y arrecian las ráfagas.
Como alguna película bélica, se oyen los disparos y el operador del cártel recarga su arma. Pide que le abastezcan y uno de los impactos pasa tan cerca que resuena. Al fondo el sonido de radios y más de la balacera.
La batalla es por corredores de droga y zonas de producción, así como puntos de acceso y exportación. El CJNG y el Cártel de Sinaloa son las dos organizaciones con mayor poderío en el tráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos, pero también a puntos de Europa.
En pugnas directas y contra otros rivales, ambos grupos mantienen enfrentamientos en 10 de 15 entidades que elegirán una gubernatura el próximo 6 de junio.
Los últimos dos años se han recrudecido las peleas entre fuerzas de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del CJNG, contra aquellas que dirigen Ismael Zambada García, el Mayo, así como los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, los llamados Chapitos.
De acuerdo con un reporte de DataInt, el CJNG está en confrontación contra la fracción del Mayo Zambada en Zacatecas, San Luis Potosí y Nayarit.
Mientras que en Baja California y Chihuahua la guerra es entre los del Mencho y el grupo de Iván Archivaldo Guzmán, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López: Los Chapitos.
En Colima, la disputa principal es por el puerto de Manzanillo, donde pueden arribar o partir cargamentos del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Ahí llegarían precursores químicos de China para la síntesis de fentanilo o metanfetaminas; aunque el sitio puede ser plataforma de exportación de cocaína con rumbo a países de Asia, Oceanía o Sudamérica. El estado también cambiará de ejecutivo.
Sin embargo, la guerra por Colima afecta a pobladores de Jalisco, donde Oseguera Cervantes mantiene el grueso de su poderío y, probablemente, también se oculta. La ciudad de Puerto Vallarta ha registrado pugnas entre los de Sinaloa contra el CJNG.
Para el gobierno de Estados Unidos, los cárteles mexicanos son el principal proveedor de drogas y no hay grupos transnacionales que les hagan frente en el trasiego de fentanilo, metanfetamina, cocaína y heroína a través de su frontera suroeste.
Asociadas con pandillas locales, las facciones distribuyen en todo el país, además, se han modernizado para enviar y vender su producto, pero sobre todo, no se detendrán ante nada ya sea que recurran a la violencia o intimidación.
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