Joaquín el “Chapo” Guzmán, uno de los narcotraficantes más importantes de México que gobernó el Cártel de Sinaloa a diestra y siniestras por años. Ahora, se encuentra en Estados Unidos cumpliendo cadena perpetua. Ahora, uno de los hombres que testificó en su contra, quién se decía su mano derecha e izquierda, recibirá sentencia el próximo 15 de septiembre.
Se trata de Hidalbardo Alexander Cifuentes-Villa, quién nació en una familia ligada fuertemente con los cárteles de droga colombianos y compartió hasta el domicilio con el “Chapo Guzmán”.
El periodista Alan Feurer fue quien dio a conocer la noticia en sus redes sociales, donde escribió: “Después de un extenso período de cooperación con el gobierno de Estados Unidos, Alex Cifuentes-Villa, el asistente del Chapo Guzmán, capo de la droga colombiano y creyente en extranjeros de 15 pies de altura está programado para ser sentenciado en Brooklyn el 15 de septiembre”.
Como lo dijo Feurer, Cifuentes-Villa fue una de las piezas fundamentales en el juicio del capo mexicano. Su testimonio permitió que Guzmán Loera ahora permanezca en la cárcel, pero también reveló una historia sanguinaria y familiar llena de violencia.
Creció en Medellín, donde su padre era piloto de Pablo Escobar, sus dos hermanos Fernando y Jorge Milton, trabajaron para el Cartel de Cali, primero, y después para el Cartel Norte del Valle. De hecho, el líder de este último, Wilber Varela, alias ‘Jabón’, encomendó a Fernando asesinar a su socio Efraín Hernández, alias ‘Don Efra’, y luego lo mató para borrar evidencias.
Sin embargo, fue hasta que su familia montó una empresa de testaferros para lavar dinero que el “Chapo” y Cifuentes se conocieron. Un cargamento de cinco toneladas de cocaína debía ser transportado en un barco atunero en 2002 y desde ahí comenzó la amistad.
Para el 2007 se frecuentaban en las fincas de Sinaloa y poco después ya traficaba para él desde Colombia. Él mismo se hizo llamar “la mano derecha y la mano izquierda” del narco mexicano y trabajó con él hasta que fue arrestado en Culiacán durante el 2013.
Lo deportaron a su país natal, desde donde fue extraditado a Estados Unidos bajo la acusación de enviar cargamentos de droga entre el 2008 y el 2014. Era bien sabido que Cifuentes se negaba a testificar contra Guzmán Loera, pero, durante el juicio, reveló que las palabras de su hermano lo hicieron entrar en razón.
“Me dijo (Jorge Milton) que con los americanos debería confesarme como confesarme con Dios. Porque si decidía irme a juicio, él sería el primero que se iba a sentar y testificar en mi contra”, dijo Álex en el juicio.
Fueron cuatro días de declaraciones en el juicio del “Chapo”, donde reveló que este habría pagado ejecuciones, contratado damas de compañía para militares e incluso su hermano admitió que la FARC eran proveedores del Cártel de Sinaloa.
Fue así que el 12 de febrero del 2019, Joaquín el “Chapo” Guzmán fue encontrado culpable de diez cargos graves. Vestido con un traje negro, camisa gris, y corbata oscura; el capo se quedó pasmado mientras el juez Brian Cogan leía el veredicto y él estaba atento a las traducciones.
Tras escuchar las palabras del magistrado, Guzmán miró a su esposa Emma Coronel y le hizo un gesto que algunos periodistas interpretaron como una señal para calmarla. Con lágrimas en los ojos, ella le respondió con el pulgar hacia arriba. Antes de retirarse, el ex jefe del Cártel de Sinaloa miró una vez más a su mujer, y luego se tocó el corazón.
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