México ha tenido su mes más violento del año. En mayo, el gabinete de seguridad abrió 2,462 carpetas de investigación por homicidio doloso. El estado con más asesinatos es Guanajuato, al centro de México, con 276; seguido de Estado de México, con 231.
Entre las ejecuciones se registraron 89 asesinatos de políticos en contienda electoral, según datos de la consultora Etellekt. Guanajuato, el mismo estado donde los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima se enfrentan, la violencia sigue imparable. Ahí, el pasado 26 de mayo, fue asesinada la candidata a la alcaldía de Moroleón por Movimiento Ciudadano, Alma Barragán, por una supuesta venganza del CJNG; y el 12 de enero, el aspirante a la presidencia municipal de Juventino Rosas, Juan Antonio Acosta, fue acribillado.
Aunque el gobierno estatal ha instrumentado líneas de acción, continúan sin grandes resultados.
Los números obtenidos en mayo, indican que en promedio al día se cometieron 79 homicidios dolosos, siendo el mes más violento desde el inicio del proceso electoral —que comenzó en septiembre. Abril promedió 79 asesinatos; marzo 78; febrero, 78; enero, 76; diciembre, 70; noviembre, 76.7; octubre 78.3 y septiembre 77.
El reporte diario de muertes violentas advierte que los días más sangrientos de mayo fueron el 14, con 107 víctimas de homicidio doloso. El 16 y 23 de mayo con 101 asesinatos cada uno; el 30, con 96; el 3, con 94 y el día 2 con 90 asesinatos.
Los expertos aseguran que las elecciones electorales han sido un punto de inflexión en las cifras; no obstante, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha advertido que existen condiciones de seguridad para los comicios más grandes de la historia.
Ante el repunte de violencia electoral, líderes políticos y consejeros electorales han urgido al gobierno federal y a las autoridades municipales y estatales a garantizar la seguridad en las votaciones del próximo domingo 6 de junio.
La administración de López Obrador planea desplegar a elementos de la Guardia Nacional, especialmente en cinco entidades consideradas focos rojos como Guanajuato, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Zacatecas.
Una mapa sobre las zonas de riesgo trazado por las autoridades delinea a Baja California, Sonora y Sinaloa como regiones rojas. En estas entidades al norte del país operan los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que presuntamente habrían estado involucrados en el asesinato del aspirante de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cajeme, Sonora, Abel Murrieta.
Con un riesgo menor están clasificados Chihuahua, Nuevo León, Nayarit y Tlaxcala. El resto de las entidades son visualizadas con riesgo bajo. Pese a ello, en Estado de México —catalogado con un mínimo de peligro— se reportó hace unas semanas el levantón de la ex velocista olímpica y candidata a la presidencia municipal de Valle de Bravo por la coalición Va por México, Zudikey Rodríguez, por supuestos miembros de la Familia Michoacana.
Aunque este año se presenta sangriento, en 2018 —en las últimas campañas electorales— el número de homicidios no dejó de crecer. Entonces los estados más peligrosos fueron Colima, Baja California, Guerrero, Guanajuato y Chihuahua.
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