Familiares de Tomás Rojo, activistas y vocero del pueblo Yaqui, en Sonora, interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado por su desaparición el pasado jueves 27 de mayo.
Ante este recurso legal, la dependencia de justicia informó que, con el apoyo de corporaciones de los tres órdenes de gobierno, inició las acciones correspondientes para su localización después de más de 24 horas sin saber de él.
El agente del Ministerio Público, elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y de Servicio Periciales, en colaboración con la Comisión Estatal de Búsqueda, encabezan operativo de búsqueda en la región para dar con el paradero del activista de 54 años de edad.
La carpeta de investigación abierta señala que la última vez que tuvieron contacto con Tomás Rojo fue alrededor de las 05:00 horas del pasado 27 de mayo, cuando salió de su casa, en la comunidad de Vícam, para realizar una caminata.
“Tomás es de aproximadamente 1.85 metros de estatura, tez morena clara, delgado, cabello corto cano, ojos medianos café claros, nariz alargada, bigote abundante, viste pants negro, suéter gris, tenis negros y lleva en el cuello un pañuelo rojo”, fueron los indicios proporcionados por la Fiscalía de Sonora.
En caso de poseer cualquier información, la dependencia estatal puede ser contactada mediante el número de emergencias 9-1-1, o directamente al 089 para realizar denuncias anónimas.
De acuerdo con el diario El Sol de Hermosillo, los líderes del pueblo Yaqui se han visto conmocionados por la desaparición de su vocero. Luis Matuz, capitán de Loma de Guamúchil, se dijo sorprendido por el caso y refirió que estará pendiente sobre cualquier detalle proporcionado por las autoridades.
Asimismo, resaltó que desconoce si su desaparición fue por su trabajo como activista en su comunidad y se mostró solidario con sus familiares para no perder la esperanza de que vuelva a casa sano y salvo.
“No sé qué es lo que pasó, nos agarró de sorpresa; no sabríamos qué pensar ya que está muy fuerte el vandalismo ahí donde está”, detalló Matuz.
Cabe recordar que en el año de 2010, Rojo Valencia junto con Mario Luna, encabezaron la “guerra por el agua” dentro de Sonora. Este hecho es llamado así porque el gobierno estatal anunció la construcción del Acueducto Independencia, que tendría como finalidad llevar agua desde la cuenca del Río Yaqui hacia la capital Hermosillo.
A pesar de todos los esfuerzos, la obra pública se terminó en 2013 y actualmente abastece a más de 300,000 personas. Asimismo, debido a la rebelión, Rojo y Luna fueron acusados de diversos delitos. Mientras que Rojo logró esconderse en su territorio, Luna fue encarcelado hasta que el exgobernador Guillermo Padrés (2009-2015) terminara su mandato entre escándalos por corrupción.
La principal demanda de los activistas y del pueblo Yaqui era recibir abasto suficiente para los ocho pueblos que lo habitan, pues nunca se les garantizó a pesar de que el agua era extraída del Río Yaqui para ser trasladada a las dos ciudades más habitadas de Sonora: Hermosillo y Ciudad Obregón.
México es uno de los peores países para ser activista medioambiental. Durante el 2020 fueron asesinados 18 defensores, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA). El total de agresiones, por otro lado, fue de 90. Sin embargo, la cifra de personas asesinadas en su labor de defender la tierra no es la única dimensión de esta tragedia. Según el Índice Global de Impunidad Ambiental (IGI-Ambiental) 2020, las injusticias ambientales son muchas, y ningún estado de la República Mexicana se salva.
SEGUIR LEYENDO