Lilia Angélica López era una joven con un sueño: quería ser bailarina. Todos sus pasos iban encaminados hacia allá, pero no sospechaba que un viaje a los 19 años, y llevar la maleta equivocada, sería el inicio de un suplicio que la haría pasar varios años en el Centro de Justicia Penal Federal en Tepic Nayarit y en el penal de Santa Martha Acatitla, ubicado en la Ciudad de México.
De acuerdo con lo narrado por Angye en su cuenta de TikTok, ingresó cuando era más joven al Instituto Nacional de Bellas Artes (IMBA) para estudiar danza contemporánea. Estuvo trabajando con varias compañías en eventos hasta que en algún momento conoció a un coreógrafo colombiano que le hizo múltiples promesas.
Ante esto, decidió ir a Colombia en 2013 para un casting en una academia de danza, pero al no ser elegida volvió a la Ciudad de México sin sospechar todo lo que le esperaba.
“¿Alguna vez han visto Alerta Aeropuerto?, háganse de cuenta así. Al parecer todo okay hasta que regreso a la Ciudad de México, mi maleta tarda más de dos horas en salir de la banda. Muchísimas horas después, me detienen los agentes del aeropuerto y me llevan a una sala aparte para hacerme una revisión rutinaria”, dijo Angélica en uno de sus videos.
Posteriormente, estuvo en una sala de espera aproximadamente seis horas y la policía regresó con su maleta con tres kilos de cocaína. A partir de ese instante, trasladaron a la mujer inmediatamente al Penal Federal en Tepic, Nayarit.
Ante dicha situación, su familia intentó meter un amparo para que fuera trasladada a la Ciudad de México, pues al estar en otro estado nadie podía visitarla. Sin embargo, mientras Angye estuvo en Tepic logró formar algunos lazos amistosos a pesar del ambiente adverso y deshumanizante que les otorgaban en el recinto.
“La familia era la que te mandaba cierta cantidad de dinero al mes, para que la pudieras gastar ahí, ya sea en unas papitas, en un jabón, en unas toallas sanitarias, en un papel, etc. Si no tenías el depósito de tu familia, el penal te facilitaba ciertas cosas básicas y personales como una toalla femenina, pero era todo muy restringido, lo tenías que cuidar con tu alma”, señaló.
Tras varios meses, se ganó el amparo y Angélica fue trasladada al penal de Santa Martha Acatitla en la capital del país. Pero, aunque pudo estar más cerca de sus seres queridos, la relación con las otras mujeres en el centro de reinserción fue complicada, pues ella asegura que “no la querían”.
Tiempo después, Angye fue estafada por uno de sus abogados y, aunque su papá hizo todo lo posible para que su caso se hiciera viral, se le otorgaron 10 años de prisión.
“Yo estaba devastada, pero mi familia jamás se rindió, se fueron a plantar a las oficinas del gobierno hasta que Mancera ofreciera su ayuda. Y logré que Rafael Heredia, el abogado que salió en presunto culpable, me defienda logrando abrir mi proceso empezamos a meter pruebas nuevas y eficientes”, externó.
Durante este nuevo proceso, ella se enamoró de alguien apodado “El Cucaracho”, quien salía con otras mujeres del penal. Por lo que, cuando una de ellas se enteró que Angélica estaba con dicho hombre, la golpeó al punto de mandarla al hospital. Desde entonces, fue trasladada a Tepepan, ya que se dijo que su vida corría riesgo.
Su estancia ahí fue diferente, ya que conoció a un profesor de danza folklórica que la inspiró y le propuso dar clases de danza a las internas.
“A este punto ya me sentía yo con un pie en la calle, mi familia jamás se rindió, seguía haciendo huelgas [...]crearon el hashtag #Angyelibre y fue justo cuando estábamos esperando la sentencia, cuando el otro abogado apareció de nuevo. Empezó a dar entrevistas diciendo que yo le había dicho que era culpable”, expresó.
Ante esto y la rápida difusión de las declaraciones del antiguo abogado, la sentencia de Angye volvió a ser de 10 años.
Tras amparos, recurrir a Derechos Humanos y el apoyo de su familia, su expediente pasó a los magistrados y llegó una abogada llamada Lourdes Coronado y junto con la secretaria del magistrado, Mariana, comenzaron a hacer una tesis del caso.
“Avisan que mi caso ya iba a pasar a audiencia, pero Mariana lo retuvo y les pidió que la dejaran estudiar el caso un mes más. Pasó el mes y Mariana, Lourdes, Rafael y Salvador hicieron un proyecto del expediente. Lo pasaron al magistrado y llegó el día de la audiencia”, ahondó Angélica.
Yo estaba trabajando cuando me marca mi papá y me dijo “Te tengo dos noticias: una buena y una mala. La mala es que hoy no voy a poder llegar a la visita y la buena es que voy a ir por ti en la noche, hoy te saco de ese lugar.
Angye -quién fue absuelta de los cargos que se le imputaron- actualmente utiliza la plataforma de TikTok para contar como fueron sus experiencias dentro de los centros de reinserción social.
En su perfil narra desde cómo era el tipo de alimentación que se les da a las personas que deben habitar en estos lugares, hasta sus encuentros con Sandra Ávila Beltrán “La reina del Pacífico”; Claudia Mijangos o Juana Barraza, “La mataviejitas”.
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