Tras el incidente en 2006, donde 63 trabajadores en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila, quedaron sepultados, sus viudas se dijeron satisfechas ante los avances en las actividades de rescate de los cuerpos que aún se encuentran bajo la tierra.
“Todo está avanzando muy bien. No es un trabajo fácil y nosotras como viudas lo entendemos lo que sí estamos viendo es que le están poniendo todo el empeño posible”, dijo a Efe Claudia Marisela Escobar, viuda del minero Raúl Villasana y representante de las viudas de Pasta de Conchos este martes.
Las familiares de las víctimas resaltaron en conferencia de prensa que era la primera vez que un presidente estaba comprometido con su lucha y destacaron estar agradecidas por recibir cada 15 días informes sobre los avances que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está realizando en la zona.
Además, ahondaron que, a pesar de que aún no se comenzaba con los trabajos para rescatar los cuerpos, las labores se estaban realizando de acuerdo a los periodos establecidos.
“Obviamente, como dicen los ingenieros, vamos a tener todas las precauciones posibles para que no pase un accidente, pero sí se está haciendo el trabajo. Están trabajando muy bien y se está avanzando”, sentenció Escobar.
Las viudas puntualizaron que los trabajos de rescate en el sitio tienen tres objetivos: el primero, recuperar los cadáveres por “dignidad del ser humano”; el segundo, para poder dar con los culpables y el tercero busca sancionar a los responsables para evitar que una tragedia similar ocurra de nuevo.
Asimismo destacaron que Germán Larrea, director de Grupo México y quien es dueño de la mina, presuntamente tiene responsabilidad directa y llamaron a lo ocurrido como un “homicidio industrial”.
“Las familias estamos bien unidas. Estamos de acuerdo en seguir adelante hasta que nos den los retos de nuestros esposos”, concluyó la viuda.
Cabe recodar que el 19 de febrero de 2006, 65 trabajadores murieron en un accidente en la mina Pasta de Conchos. De todas las víctimas, sólo dos de los cuerpos pudieron ser recuperados y los demás quedaron sepultados luego de que se considerara que su rescate era de alto riesgo.
En este sentido, en 2007, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México aseguró que en la muerte de los mineros había responsabilidad de autoridades del Ministerio del Trabajo, de la empresa y del sindicato minero.
Fue hasta el 23 de octubre de 2020, cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acudió a donde se encuentra la mina colapsada y firmó un acta de compromiso para que en 2021 iniciara el proceso de recuperación de los restos.
“Empezamos primero con las indemnizaciones a cada una de las 65 familias (los restos de dos mineros fueron recuperados). Esto lo tenemos que resolver antes de que finalice este año”, expresó el mandatario en conferencia de prensa en Coahuila.
Además, el mandatario externó que ya había girado instrucciones para que la Secretaria de Hacienda “entregue los fondos que van a ser utilizados para cubrir las indemnizaciones”.
“(La CFE) Va a disponer del presupuesto que se necesite, no hay límite y todos deseamos tener éxito y que rescatemos los cuerpos. Yo no quisiera que termináramos después de que finalice este Gobierno porque en ningún asunto u obra es conveniente heredar lo que no se concluye. No queremos dejar nada inconcluso y mucho menos esto”, explicó López Obrador.
*Con información de EFE
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