A pesar de que la zona arqueológica de Teotihuacán, al norte de la Ciudad de México, fue declarada en 1987 como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es una de las atracciones turísticas más populares del país, una construcción “no autorizada” amenaza con arrasar parte de sus vestigios.
Y es que desde principios de 2021 se denunciaron trabajos de excavación con maquinaria pesada en un predio siete hectáreas de Oztoyahualco, conocido como ejido de Purificación, a menos de un kilómetro de distancia de las pirámides Sol y la Luna.
Así lo dio a conocer el pasado 24 de mayo el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), un organismo afiliado a la ONU que se dedica a la conservación y protección del patrimonio cultural mundial.
El terreno afectado está ubicado en el Área B de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan, donde los propietarios comunitarios tienen acceso para realizar labores de agricultura y pastoreo, pero no edificaciones porque es “un espacio de alto potencial arqueológico”.
Saúl Alcántara Onofre, presidente de Icomos señaló en entrevista con Milenio TV que en dicha área existen conjuntos habitacionales, plataformas de templos de varios niveles y alta presencia de vestigios arqueológicos, como montículos y probables basamentos piramidales.
Reveló que los vecinos atribuyen las obras a Rene Monterrubio López, presidente municipal por el PRD de Teotihuacán entre 2013 y 2015, quien pretende construir “un parque recreativo”.
“Realmente es arquitectura chatarra que va a tergiversar la arquitectura completa de la zona arqueológica de Teotihuacan. Es completamente espuria esta construcción y está arrasando con el patrimonio de hace 2.000 años. Es sumamente alarmante lo que sucede”
Destacó que ante las denuncias, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó cartas en el asunto: los pasados 4 y 5 de marzo realizó la primera visita de inspección, en la que se confirmó que las obras se realizaban de manera irregular, por lo cual se procedió a colocar sellos de suspensión de la obra. Sin embargo, los trabajos de construcción continuaron.
Por ello, enviaron el pasado lunes una misiva dirigida a Alejandra Frausto Guerrero, secretaria federal de Cultura; a Alfredo del Mazo Maza, gobernador del Estado de México; a Diego Prieto Hernández, director general del INAH, y a Jaime Heredia Ángeles, presidente municipal de Teotihuacan, para exigirles que paren la destrucción en predio.
“Hacemos un llamado respetuoso a la actuación institucional que permita, de manera urgente, las acciones consecuentes en apoyo a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), investigadores y proyectos científicos de la zona arqueológica de Teotihuacan”
Asimismo, recordaron que, a lo largo de su historia reciente, “este sitio ha sufrido serias amenazas de destrucción por obras no autorizadas en su interior y en su entorno, las que han tenido que ser motivo de protestas sociales dada la lentitud con la que han actuado las autoridades para detenerlas”.
Tras la misiva, el INAH replicó a través de un comunicado que se han hecho “todas las acciones correspondientes” y acusaron a los propietarios de las parcelas donde se llevan a cabo las obras de haber actuado con impunidad.
“Nos sumamos al rechazo total a la impunidad con la que se ha conducido el o los propietarios de las Parcelas 23 y 19 del poblado de Oztoyahualco, Teotihuacan, dado que nos enfrentamos a una conducta reiterada y soberbia por parte de quienes alientan esas obras irregulares”
“La Secretaría de Cultura y el INAH reconocen y valoran las voces indignadas de organismos nacionales e internacionales, instituciones diversas y grupos de la sociedad civil, que se han levantado para denunciar estas conductas contrarias a la legislación de nuestro país y lesivas a nuestro patrimonio y valores culturales”, agrega el comunicado.
INAH y Guardia Nacional acudieron al predio
Cerca de las 11:00 de la mañana de este miércoles personal del INAH, apoyado por más de 100 elementos de la Guardia Nacional y policía estatal, acudieron al predio en Oztoyahualco para llevar a cabo una inspección y verificar la presunta destrucción y saqueo que se está realizando en la zona.
Personal del INAH, con 100 elementos de la Guardia Nacional y policía estatal, ocupó el predio de 7 hectáreas en Oztoyahualco, catalogada como Área B de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, para llevar a cabo una inspección y verificar la destrucción por una obra que se realiza pic.twitter.com/CPQpBC38Dq
— Javier Salinas C (@jscesareo) May 26, 2021
La diligencia es parte del proceso de denuncia penal que presentó el INAH, ante la Fiscalía General de la República (FGR), por la destrucción.
A su llegada encontraron a más de 60 trabajadores que laboraban en el bardeado, edificación de cuartos y desmonte del terreno. Éstos, encabezados por los propietarios del predio, les hicieron frente y por momentos hubo riesgo de enfrentamiento.
De acuerdo con un reporte del diario La Jornada, se vivieron varios momentos de tensión cuando los trabajadores agredieron al personal del INAH, arrebatándoles su teléfono porque tomaban fotos.
El personal del INAH realizó la diligencia, encabezados por Valerio Jesús Hernández Ramírez, subdirector de asuntos penales; Jorge Hernández Aguilar, apoderado legal de la dependencia y por parte del INAH estado de México Francisco Javier Acuña Juárez, jefe del departamento de seguridad resguardo de bienes culturales y Héctor Martínez, jefe del departamento de trámites y servicios legales.
Se notificó en primera instancia al dueño del predio, René Monterrubio, y después se procedió a realizar un recorrido por las siete hectáreas.
La zona arqueológica de Teotihuacán, también conocida como “La ciudad de los dioses” o “lugar donde los hombres se convierten en dioses”, alberga los templos gemelos del Sol y la Luna.
En su año de esplendor, entre el año 100 a. C. y 750 d. C., albergó a más de 100,000 habitantes y cubría alrededor de 20 kilómetros cuadrados (8 millas cuadradas). Sin embargo, la ciudad fue abandonada antes del ascenso de los aztecas en el siglo XIV.
Antes de la pandemia de COVID-19, las ruinas de Teotihuacán recibían hasta 2.6 millones de visitantes al año.
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