A menos de dos semanas de que se realice la jornada electoral más grande en la historia de México, las tendencias en algunas entidades que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía pensadas como ganadas para Morena, muestran el avance de los candidatos de oposición.
A decir del periodista Raymundo Riva Palacio en su columna que escribe en El Financiero, en diciembre pasado, López Obrador esperaba la victoria en 14 de las 15 gubernaturas que estaban en juego –excepto Querétaro–, pero desde hace dos semanas, ya no creía tener garantizado el triunfo salvo en cinco entidades, y cuatro más con alta probabilidad de vencer.
Pero en los últimos días, destaca Riva Palacio, la alerta roja se enfocó en Sonora, donde el candidato de Morena es Alfonso Durazo, quien fue el primer secretario de Seguridad del gobierno de López Obrador..
De acuerdo con el periodista, dentro de Palacio Nacional se manejan varios escenarios electorales, incluido uno de derrota en Sonora ante la caída en la aprobación de Durazo y la forma como va creciendo el candidato de la alianza opositora, Ernesto Gándara.
El columnista destacó que aunque hay pocas encuestas, en casi todas tienen a Durazo con una ventaja cómoda, pero -destacó- “no parecen ser los mismos datos que tienen en la Presidencia, donde existe molestia por el rendimiento de su candidato”.
Riva Palacio señaló que la relación de Durazo con Palacio Nacional se ha tensado tras la publicación de las propiedades del exsecretario de Seguridad, por lo que fue citado de urgencia a Palacio Nacional, donde tuvo una larga reunión con el presidente.
Aunque la plática entre ambos fue privada, algunos funcionarios federales aseguraron al periodista que hubo reproches.
“La conversación que sostuvieron hace unos días no necesariamente se trató exclusivamente de sus propiedades, que fue lo que detonó la crisis, sino aparentemente del rumbo general de la campaña, donde han visto en Palacio Nacional la forma como se ha tropezado de manera regular. Sin embargo, la revelación de sus propiedades catalizó la preocupación por una campaña que ha sido deficiente, si se toman en cuenta la desproporcionalidad de los apoyos federales que ha recibido, en recursos humanos, como los marinos que lo cuidan a cargo de la Secretaría, o de dinero en efectivo que le han enviado en maletas desde el Zócalo”, destacó el columnista.
Y es que a decir de Riva Palacio, la revelación sobre las propiedades del sonorense motivó que los defensores “y propagandistas de oficio” buscaran desacreditar a quienes las difundieron, debido a que era información que no podían desmentir.
“El mismo Durazo dijo la semana pasada que no había nada ilegal o irregular en sus propiedades, aunque en la víspera que comenzaran a publicarse sus negocios inmobiliarios, modificó su declaración 3de3, para tratar de corregir al máximo posible las inconsistencias, y reportó seis bienes inmuebles con un valor total de 29 millones de pesos a valor presente”, destacó.
El periodista resaltó que ocultar propiedades es algo que irrita a López Obrador y aunque -destacó- lo poco que se sabe del encuentro entre ambos es el reproche presidencial al candidato y la exigencia de que saque adelante la elección, Durazo no ha logrado modificar la percepción de que es un candidato impuesto desde el Centro, con poco arraigo en su tierra , toda vez que tiene más de 40 años viviendo fuera del estado.
“La reacción de López Obrador al llamar a Durazo a cuentas tras la difusión de sus propiedades, muestra la preocupación que pudiera tener sobre el electorado –que ninguna encuesta mide aún–, donde su candidato ha ido perdiendo fuerza, mientras que Gándara tiene una tendencia al alza. Durazo no ha mostrado ajustes a su campaña tras el regaño presidencial, lo que no significa que no lo haga ahora, el día de la elección, o prepare un conflicto poselectoral”, finalizó el columnista.
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