En una ceremonia privada, familiares y compañeros despidieron a Joel Ernesto Soto, director de la Policía Estatal Preventiva de Sinaloa que fue ejecutado en una vía carretera de la entidad.
Con aplausos, discursos y coronas de rosas, la Secretaría de Seguridad sinaloense rindió homenaje al Teniente Coronel, quien estuvo dos años y cinco meses en su cargo.
Fue en las instalaciones del Complejo Estatal de Seguridad Pública donde seres queridos y amigos de Joel Ernesto Soto dieron el último adiós a sus restos cremados.
Carlos Alberto Hernández Leyva, subsecretario de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social, dijo que el funcionario asesinado era un servidor comprometido con la institución policial. Primero comenzó como Secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en Mazatlán (2017-2018) y de ahí pasó a su encargo estatal.
Quirino Ordaz Coppel, gobernador de Sinaloa, no asistió al evento fúnebre, en cambio envió a José Joel Bouciéguez Lizárraga, subsecretario General de Gobierno.
Hernández Leyva aseguró que se reforzarían esfuerzos para garantizar la seguridad de la población en Sinaloa.
Hubo un pase de lista, el grupo Élite de la Policía Estatal disparó una salva de fusilería y la Banda de guerra de la Novena Zona Militar ejecutó el toque “Silencio”, en honor a efectivos caídos.
Después, autoridades, familiares y colegas de Joel Ernesto Soto montaron guardia de honor junto a sus cenizas. Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, entregó una bandera de México a familares del militar retirado y hubo un minuto de aplausos.
Asistieron el comandante de la Novena Zona Militar, Enrique Dena Salgado; Isacc Bravo López, general de brigada y coordinador estatal de la Guardia Nacional, así como representantes de la Fiscalía de Sinaloa, dependencia donde trabaja Rosario Edith Soto Leyva, hija del funcionario ejecutado.
Joel Ernesto Soto fue acribillado con al menos 200 disparos la mañana de este 24 de mayo cuando circulaba solo cerca de Guamúchil: en la carretera que conecta Culiacán con Los Mochis.
Viajaba sin escolta en un automóvil tipo sedán, Nissan Sentra color blanco de modelo reciente. Fue alcanzado a la altura del kilómetro 85 del tramo de la autopista Benito Juárez, en el municipio de Salvador Alvarado.
Según datos preliminares, el ataque directo habría ocurrido alrededor de las 06:30 y 07:30 horas. Aquella jornada que recién comenzaba para el director policial, fue la última por una cobarde agresión.
“Sí tenía escolta de cargo, pero decidió venir, para bajar el perfil, en un vehículo más discreto”, informó Cristóbal Castañeda.
Recién se encaminaba a retomar labores, pues volvía de pasar tiempo con su familia. El auto en que iba quedó a orillas de la vía con múltiples impactos en la ventana y puerta del conductor. Los disparos dieron en su brazo y el resto de su cuerpo en el costado izquierdo.
En fotografías filtradas se aprecia que las esquirlas le destrozaron parte del codo y otras más se incrustaron en la pierna.
Como primeros indicios fueron recogidos del lugar ojivas y casquillos de armas calibre .223 y 7.62. Estos cartuchos percutidos pertenecen a armas de uso reservado al Ejército, Fuerza Aérea y Marina Armada de México.
Hace solamente tres semanas, el 6 de mayo, Joel Ernesto Soto sobrevivió a un atentado cuando civiles armados atacaron un convoy que encabezaba en la colonia Loma Bonita de Mazatlán.
Luego de controlar la situación fueron aseguradas siete personas, ocho armas largas, incluida una ametralladora calibre .30; así como un arma corta, municiones, cargadores y ropa y equipo táctico. Uno de los fusiles estaba equipado con aditamento lanzagranadas.
También fueron incautados siete vehículos, algunos de ellos estaban al interior y otros en las afueras del domicilio.
Joel Ernesto Soto ingresó al Ejército el 2 de diciembre de 1981 en el XVIII Regimiento de Caballería Motorizado con sede en Los Mochis. Nueve años después egresó del Colegio Militar, en la Ciudad de México. Estuvo 35 años de servicio en la Secretaría de la Defensa Nacional antes de dedicarse a actividades policiales.
La entidad se ha visto envuelta por la guerra interna en el Cártel de Sinaloa, grupo que lideran Ismael el Mayo Zambada y los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, conocidos como Los Chapitos.
En los últimos dos meses suman al menos cinco ataques contra la policía de Sinaloa, un estado históricamente asediado por el narco.
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