Luego de algunos días bajo el yugo de un encuentro con narco, la candidata de la coalición PRI-PAN-PRD, Zudikey Rodríguez, reapareció con un valiente mensaje y confirmó que continúa en la contienda por la presidencia municipal de Valle de Bravo, Estado de México.
“A lo largo de mi vida nunca he permitido que el miedo me eche para atrás”, recalcó la velocista en su nuevo spot de campaña. “Como atleta, como militar, pero sobre todo, como mujer, he aprendido y demostrado que es enfrentando retos como se logran grandes cosas”, continuó.
Aseguró que sigue “con toda energía y entusiasmo a ganar el municipio” y al publicar el video en redes sociales escribió nuevamente:
Los Vallesanos somos fuertes, responsables, pero sobre todo valientes. A lo largo de mi vida, nunca he permitido que el miedo me eche para atrás. Lo enfrentaremos juntos
La sorpresiva reaparición en campaña de la velocista se da después de un escalofriante episodio con La Familia Michoacana.
El pasado 17 de mayo, Zudikey Rodríguez habría sido “levantada” tras un acto de campaña y llevada a Tejupilco, al sur del Estado de México, donde uno de sus captores empapado en alcohol, y en compañía de un grupo armado, le advirtió: “Mira Zudi, me han ordenado matarte, pero voy a perdonarte la vida. Sólo te pido que te escondas y que te bajes de la campaña”.
“No me mate”, imploró. “¿Qué quiere? ¿Qué me vaya del país?”. De acuerdo con Raymundo Riva Palacio, las personas a quienes la velocista pedía piedad era Johnny Hurtado Olascoaga, “El Pez”, y a su hermano José Alfredo, “El Fresa”, ambos cabecillas de una facción sobreviviente de La Familia Michoacana que ahora tiene ligas con el Cártel Jalisco Nueva Generación. El periodista asegura que estos hombres estarían ligados a su prima y contrincante Michelle Nuñéz.
La columna generó un fuerte revuelo en el ambiente electoral, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) dio a conocer que había acompañado a Zudikey a presentar una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Mientras que ella, no tocó el tema en sus redes sociales, pero si apareció pocos días después de la noticia y le mencionó a sus seguidores que se encontraba bien y no tenían de que preocuparse.
“Somos vallesanos comprometidos y buscamos lo mejor para el lugar que nos vio nacer. Valle nos necesita”, dijo sin profundizar en su secuestro.
Sin embargo, el tema no terminó ahí pues ahora, lo que, en palabras Riva Palacio, “debió haber motivado una reacción de Estado y un castigo ejemplar”, se convirtió en una muestra de “cobardía, y aunque no haya sido su intención, de inopinada complicidad con actividades criminales”.
Cuando la velocista regresó a su domicilio, quedó bajo la supervisión de un vehículo que vigilaba su estancia en casa. Rodríguez habló inmediatamente con la coalición y logró llegar a Alejandro Moreno, presidente del PRI, para que se desplegara un operativo que la resguardaría en la Ciudad de México.
El gobierno del Estado de México le exigió a Zudikey no dar declaraciones públicas, pues habría un amenaza de La Familia Michoacana sobre detonar una bomba en una gasolinera de Valle de Bravo. Sin embargo, el periodista considera que el argumento no se sostiene y que la administración de Del Mazo trata de guardar silencio para evitar más violencia.
“El gobierno mexiquense la tiene políticamente secuestrada con una actitud de avestruz, por pensar lo menos grave, pensando que no escalará la violencia ni su descrédito”, finalizó.
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