Frecuentemente, los asesinos seriales tienen dos vidas. En una de ellas interactúan con el mundo exterior para simular ser uno más entre la población. En la otra matan a sus víctimas.
Andrés “N”, el feminicida de Atizapán de Zaragoza, asesinó y descuartizó a mujeres durante 20 años.
Este lunes, el periodista Antonio Nieto reveló en su cuenta de Twitter que el criminal tenía dos caras: periódicamente recibía 600 pesos del Gobierno Municipal de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, que utilizaba para comprar balones de fútbol a niños, sopas instantáneas para personas en situación vulnerable, y pinturas para fachadas de casas.
Era un ciudadano “modelo” como John Wayne Gacy, el asesino serial estadounidense conocido como Pogo, el payaso asesino. Ambos, en sus respectivos sótanos, ocultaban miles de restos humanos. “Cada día, peritos encuentran algún horror nuevo”, declaró Nieto.
El feminicida serial mexicano tiene 72 años. Aparentaba ser un vecino normal: Andrés “M” trabajó como presidente del Consejo de Participación Ciudadana en su municipio. Un ciudadano ejemplar que, según documentos del gobierno de Atizapán, obtenía cada trimestre recursos para niños y personas en situación de calle.
Pero el pasado viernes se dio a conocer que fueron hallados alrededor de mil 137 restos óseos en el domicilio que habitaba en la colonia Lomas de San Miguel, en el Estado de México.
Así lo informó el periodista Carlos Jiménez en su cuenta de Twitter: “SUMAN MÁS DEL MIL RESTOS ÓSEOS DESENTERRADOS. Especialistas de la @FiscaliaEdomex han hallado mil 137 restos óseos en la casa de Andrés Mendoza, el carnicero de @GobAtizapan. También: 12 teléfonos, 12 chips, 28 casetes de video, 1 video VHS. Aún falta escarbar en dos baños, el patio...”.
Por su parte, John Wayne Gacy, uno de los asesinos más temidos de la historia, mató a más personas que los 33 homicidios que le adjudicaron en su momento, reveló Rafael Tovar, un investigador privado en retiro. Y es que el legendario payaso asesino regresó al debate público en una docuserie titulada John Wayne Gacy: diablo disfrazado, producción original de la plataforma de streaming Peacock.
La serie narra cómo el hombre nativo de Chicago manipuló y asesinó brutalmente a jóvenes y niños durante los años 70.
El documental presenta exclusivas conversaciones con investigadores, miembros de la familia, así como con uno de sus amigos más cercanos y su segunda ex esposa. Además, el material contiene una cruda entrevista con Wayne Gacy desde prisión, esto antes de ser ejecutado en 1994, a los 52 años.
La colaboración del detective Tovar en la serie es fundamental, ya que él estuvo involucrado en la investigación y pasó días desmantelando la casa de Gacy, exhumando los restos del espacio de acceso. A lo largo de la proyección, el investigador recuerda una plática que tuvo con el asesino cuando los dos se dirigían a la cárcel del condado de Cook.
“Le pregunté rotundamente si había más víctimas”, dijo Tovar a Fox News. “Dije: ‘¿A cuántas personas mataste realmente?’. Y él dijo: ‘Bueno, le dije a mi abogado este número: 30 y algo. Y ustedes obtuvieron alrededor de 32, 33 o 34. Pero 45 suena como un buen número’”.
“Eso me sorprendió un poco”, sentencio Tovar. “Pero mantuve la calma. Luego dije: ‘Bueno, John, ¿dónde están? Vamos a recuperarlos’. Y él dijo: ‘No, no les voy a decir, chicos. Eso es para que lo averigüen. Ustedes son los detectives’”.
“Creo que le gustó el poder de matar gente, el poder de la muerte”, dijo Tovar. “Lo hizo sentir como un dios. Y creo que eso simplemente lo atrapó. Y era inteligente. Se escapó durante mucho tiempo”.
Una de las víctimas de John Wayne Gacy se llamaba Jimmy Haakenson, un joven de 16 años que fue localizado en el espacio de acceso de la casa de Gacy en el área de Chicago en 1978. Tiempo después, en 2017, el Departamento del Sheriff del Condado de Cook informó que los restos del chico fueron identificados gracias a la tecnología de ADN que no estaba disponible en ese momento.
El adolescente fue la segunda persona que las autoridades identificaron desde que el alguacil Tom Dart en 2011 ordenó la exhumación de los restos de ocho víctimas no reconocidas.
El primero fue William Bundy, un trabajador de la construcción de Chicago de 19 años, cuyos restos fueron identificados semanas después de las exhumaciones. Los hallazgos del caso son espeluznantes, ya que muchas de las víctimas de Gacy fueron enterradas debajo de su casa, pero otros fueron arrojados a un río.
Gacy es recordado como uno de los asesinos más extraños de la historia, principalmente por su trabajo como payaso aficionado local. El contratista de obras del área de Chicago persuadió a hombres y niños jóvenes a ir a su casa prometiéndoles trabajo de construcción o sexo. Allí, muchas de sus víctimas fueron esposadas y violadas repetidamente. La mayoría fueron estrangulados después de que Gacy los engañara para que le permitieran deslizar una cuerda alrededor de sus cuellos.
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