Un atroz crimen que involucró al nieto de un ex gobernador: qué pasó con Gilberto Flores Muñoz

Había nueve personas dentro de la casa, además de las dos víctimas. De acuerdo con la policía, ninguna se percató del homicidio

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“Los Flores Muñoz fueron degollados
“Los Flores Muñoz fueron degollados a machetazos”, de podía leer en el titular grande de El Diario de México (Foto: Jovani Pérez/Infobae México)

El viernes 6 de enero de 1978 los periódicos vespertinos de la Ciudad de México anunciaban en su noticia de primera plana un crimen inusual, impactante, y familiar.

“Los Flores Muñoz fueron degollados a machetazos”, se podía leer en el titular grande de El Diario de México.

“Horrible y en una forma por demás bestial fueron asesinados el director de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera, Gilberto Flores Muñoz, de setenta y dos años, y su esposa Asunción Izquierdo de Flores Muñoz, de sesenta y cinco años, cuando el matrimonio dormía en su recámara. A machetazos les desprendieron la cabeza de su tronco”, escribieron Víctor Sánchez Baños y Alejandro Abrego para Ovaciones, reveló Vicente Leñero en su libro Asesinato.

Las primeras hipótesis de la policía del entonces Distrito Federal señalaban que habían sido más de cuatro los homicidas. Además, que habían abandonado el arma con la que perpetraron el asesinato sobre el cuello de Asunción Izquierdo.

Flores Muñoz fue senador, diputado
Flores Muñoz fue senador, diputado federal, gobernador de Nayarit, y secretario de Agricultura y Ganadería durante el mandato del ex presidente Adolfo Ruiz Cortines (Foto: Twitter/@GrimaldoPame)

Lleno de sangre. Se trataba de un machete de 45 centímetros.

Lo inusual era que a pesar de los guardias de seguridad alrededor del domicilio, ubicado en una de las zonas con mayor plusvalía de la capital y de todo el país, los criminales habían invadido con tanta facilidad y asesinado al ex gobernador de la entidad federativa de Nayarit y a su esposa.

El número 1535 de Avenida Paseo de las Palmas, en Lomas de Chapultepec, se convirtió en el escenario donde durante una madrugada falleció un político y una escritora. Porque primero mataron a Gilberto y después a Asunción.

El nieto del ex mandatario, Gilberto Flores Alavez, de 22 años de edad, pidió a la población “apoyar urgentemente” al gobierno federal para que no ocurrieran delitos como ese, señalaron Sánchez Baños y Abrego.

Flores Alavez, con lágrimas en los ojos, lo declaró y lo repitió “innumerables” veces.

Las primeras hipótesis señalaban que
Las primeras hipótesis señalaban que habían sido más de cuatro los homicidas. Además, que habían abandonado el arma con la que perpetraron el asesinato sobre el cuello de Asunción (Foto: Twitter/@losojosdelcuervo)

Gilberto Flores Muñoz y Asunción Izquierdo de Flores Muñoz se durmieron alrededor de las 23:45 horas del jueves 5 de enero, informó Gilberto, su nieto. Fue su hermana quien descubriría los cadáveres de sus abuelos.

Alicia Flores, de 15 años de edad, entró a las 08:00 horas al cuarto de las víctimas para despedirse. Se dirigía a sus clases a la Universidad Iberoamericana. Nunca pudo decir adiós: los encontró bañados en su propia sangre.

El cuerpo de su abuela todavía tenía el arma homicida, el machete, clavada en su cuello.

Fueron elementos de la Policía Judicial, Federal, Federal de Seguridad, Judicial del Distrito y División de Investigaciones los encargados de investigar el “espantoso” crimen. Todas las dependencias se encontraban “desconcertadas” por el matrimonio Flores Muñoz Izquierdo, describió el escritor en Asesinato.

Los cuatro nietos de las dos víctimas se encontraban en la casa donde ocurrió el doble homicidio: Gilberto, Alicia, Patricia, y Alfonso Flores. Porque si no había sido alguien de afuera, el sospechoso vendría de dentro. También las cinco personas que eran empleadas como trabajadoras del hogar.

El asesinato fue perpetrado cuando
El asesinato fue perpetrado cuando todos en la casa dormían, entre las dos y las cinco de la madrugada (Foto: Google Maps)

Nadie escuchó nada. Solamente se percataron de las muertes hasta que Alicia los descubrió.

No obstante, la policía inicialmente e inmediatamente detuvo a quienes señaló como los principales sospechosos: los carpinteros Delfín Vargas Sánchez, Luis López Méndez, de 70 años de edad y acompañado por su nieto de cinco, Roberto López. También arrestaron a León Sandoval, chofer de la familia.

En ese entonces la policía no descartaba la posibilidad de que el multihomicidio tuviera tintes políticos, por la trayectoria de Gilberto y porque no se robó ni un solo objeto de valor de la casa.

Flores Muñoz fue senador, diputado federal, gobernador de Nayarit, secretario de Agricultura y Ganadería durante el mandato del ex presidente Adolfo Ruiz Cortines, secretario de Acción Deportiva del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y, al momento de su muerte, director de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera.

Los cadáveres de Gilberto Flores
Los cadáveres de Gilberto Flores Muñoz y Asunción Izquierdo de Flores Muñoz fueron velados ese mismo día en su propio domicilio y al día siguiente trasladados a la entidad federativa de Nayarit (Foto: Facebook/@Nayaritmegusta)

De acuerdo con las declaraciones del coronel Francisco Sahagún Baca, entonces jefe de la extinta División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), una corporación secreta de seguridad de la Ciudad de México, el asesinato fue perpetrado cuando todos en la casa dormían, entre las dos y las cinco de la madrugada.

La casa de Palmas 1535, en Las Lomas, estaba totalmente alfombrada. La policía también señalaba que existían lugares dentro de la residencia donde el o los homicidas se pudieron haber escondido antes de cometer el crimen.

Las puertas también estaban completamente cerradas. En Ovaciones la describieron así: en el frente del hogar había un zaguán pequeño, de dos metros y medio de ancho por tres metros de alto. Después la cochera, y dentro, la estancia “enorme”.

Una escalera de caracol llevaba al segundo piso de la casa, donde se encontraban las recámaras del matrimonio. Al fondo del pasillo estaban las recámaras de las visitas e invitados, donde dormían los cuatro nietos, Gilberto, Alicia, Patricia, y Alfonso Flores.

Gilberto Flores Alavez, nieto de
Gilberto Flores Alavez, nieto de las víctimas (Foto: Sitio Nayarit Altivo)

Al final, los cuartos de servicio para los cinco empleados que limpiaban, cocinaban, manejaban, lavaban, y planchaban para la familia.

Había nueve personas dentro de la casa, además de las dos víctimas. De acuerdo con la policía, ninguna se percató del homicidio.

“Quienes participaron en el mismo fueron varias personas, ya que una abrió las puertas de la casa, otra permaneció en la calle para avisar a sus cómplices de algún peligro, otro se encargó de penetrar en la residencia para buscar las recámaras del matrimonio y un cuarto fue el que llevó a cabo el macabro asesinato”, pensaban Sánchez Baños y Ábrego en ese entonces.

Ni el policía bancario que se encontraba vigilando la residencia, dormido a esas horas, ni las patrullas policiacas que resguardaban la embajada de Turquía, a un lado del número 1535, se dieron cuenta del crimen.

El jefe de prensa de
El jefe de prensa de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera declaró que se descartaba la posibilidad de que el asesinato tuviera un móvil político porque Gilberto Flores Muñoz “gozaba de amistades en toda la industria azucarera” (Foto: Twitter/@RUN_oficial)

“Los elementos y jefes policiacos de las diferentes corporaciones no quisieron proporcionar ninguna información e irónicamente se burlaron de las preguntas de los periodistas, y tal fue el caso de Francisco Sahagún Baca y Rosendo Páramo Aguilar (...)

Jesús Miyazawa, director de la Judicial del Distrito, no quiso ver a los periodistas”, escribieron Sánchez Baños y Abrego.

Peritos de la Procuraduría de Justicia del Distrito y de la División de Investigaciones recolectaron huellas de todos los lugares de la casa, pero principalmente en los dos cuartos donde dormían las víctimas, y del machete que utilizaron los homicidas.

El jefe de prensa de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera, Salvador del Río, declaró que se descartaba la posibilidad de que el asesinato tuviera un móvil político porque Gilberto Flores Muñoz “gozaba de amistades en toda la industria azucarera”.

El Servicio Médico Forense (Semefo)
El Servicio Médico Forense (Semefo) registró que el autor del doble homicidio tenía una personalidad psicópata, agresiva, e instintos asesinos (Foto: Archivo)

Lo mismo dijeron Ángel Martínez Manzanares y Francisco Soto Leyva, presidente y secretario general de la Unión Nacional de Productores de Caña: “no tenía enemigos dentro de la industria azucarera, pero sí amigos de todo el ramo, ya que se había destacado como funcionario humano, honesto y desinteresado, que le gustaba apoyar a toda la industria, y mencionó que incluso la zafra de este año será superior a la de otros”.

Los cadáveres de Gilberto Flores Muñoz y Asunción Izquierdo de Flores Muñoz fueron velados ese mismo día en su propio domicilio y al día siguiente trasladados a la entidad federativa de Nayarit, donde fueron sepultados, informó Salvador del Río.

El caso tomó un giro inesperado después de que las personas detenidas, el personal de la casa, rindieron su declaración y salieron rápidamente porque no existían pruebas. El Servicio Médico Forense (Semefo) registró que el autor del doble homicidio tenía una personalidad psicópata, agresiva, e instintos asesinos.

Autoridades se percataron, mientras avanzaban las indagatorias, que Gilberto Flores Alavez, nieto de la pareja, caía frecuentemente en contradicciones cuando declaraba. Más versiones también salieron a la luz. Por ejemplo, que era grosero con sus abuelos.

Autoridades se percataron, mientras avanzaban
Autoridades se percataron, mientras avanzaban las indagatorias, que Gilberto Flores Alavez, nieto de la pareja, caía frecuentemente en contradicciones cuando declaraba (Foto: Archivo)

La portada de El Gráfico de El Universal del 11 de octubre de ese año publicó en su primera plana que el homicida había sido el nieto.

El capitán Jesús Mayazawa Álvarez, director de la Policía Judicial del Distrito Federal, afirmó que las investigaciones seguirían para encontrar a los cómplices del asesinato. Mientras tanto, Flores Alavez fue trasladado al Reclusorio Oriente durante la mañana del 12 de octubre.

Aceptó que planeó el asesinato de sus abuelos por padecer una enfermedad mental. El 14 de octubre, el juez Morales Ocón dictó auto de formal prisión al sujeto de 22 años de edad.

Para la sentencia, el magistrado consideró las necropsias y las actas médicas: reportaron que el ex gobernador de Nayarit murió por dos lesiones punzocortantes que le cortaron los vasos sanguíneos del cuello. Asunción falleció por heridas en su cara, en el cuello, y en las vías respiratorias.

Gilberto Flores Alavez fue condenado
Gilberto Flores Alavez fue condenado a 28 años de prisión por el doble homicidio (Foto: Archivo)

También afirmó que las pruebas y declaraciones señalaban al nieto como el autor del crimen.

Gilberto Flores Alavez fue condenado a 28 años de prisión por el doble homicidio. No obstante, fue liberado de la cárcel a principios de la década de los noventa gracias a la intervención de Divina Morales Gutiérrez Barrios, esposa de Fernando Gutiérrez Barrios, entonces secretario de Gobernación.

El acusado declaró que “(fue un) crimen de Estado. El presidente (José) López Portillo tuvo que saber y supo, que los (Flores Muñoz) no habían sido asesinados con machete, ni estaban intoxicados, (con Válium, según la versión original) y el Procurador (General de Justicia del Distrito Federal, Agustín Alanís Fuentes) también lo sabía”, en una entrevista para Esquire en el año 2009.

También mencionó que la actriz y segunda esposa del ex presidente López Portillo, Sasha Montenegro, contaba con pruebas de la corrupción que existía dentro del sector azucarero: esa era presuntamente la verdadera razón por la cual habrían ordenado asesinar a Gilberto Flores Muñoz.

“Te voy a decir algo: en un México dictatorial como aquel, no se movía ni una pulga sin que el presidente supiera. Mi abuelo había denunciado severas situaciones contra azucareros, alcoholeros y distribuidores de azúcar y ya estábamos amenazados”, dijo a Esquire, de acuerdo con El Universal.

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