De acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 94% de las personas fallecidas por COVID-19 en el país eran obreros, amas de casa, choferes, vendedores ambulantes y retirados con condiciones económicas adversas, y la mitad no concluyó la primaria.
Al revelarse dicha información, usuarios en redes sociales hicieron comentarios al respecto. Una de ellas fue la politóloga Denise Dresser, quien criticó la intervención del gobierno federal durante el periodo de contingencia sanitaria por coronavirus.
Señaló que la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador debió esforzarse más en proteger a las personas más vulnerables. Aunado a esto, señaló que el principio “primero los pobres” se quedó únicamente en el discurso y no en la acción.
“Esta es la verdadera historia del #COVID19 en México. Una tragedia evitable si el gobierno hubiera intervenido de manera mucho más agresiva/ambiciosa para proteger a los vulnerables, como ocurrió en otros países. Aquí “Primero los pobres” en el discurso pero no en la acción”, escribió en su cuenta de Twitter.
La egresada del Colegio de México (Colmex) cuestionó el argumento que usó el gobierno de “no endeudar al país”, ya que el gasto en proyectos de infraestructura como el Tren Maya, la refinería “Dos Bocas” y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y han representado un gran peso en el presupuesto federal.
El argumento era “no endeudar al país”, cosa que está ocurriendo de cualquier manera. Y en tiempos de pandemia se siguió gastando a manos llenas en Tren Maya/Pemex/Dos Bocas/Santa Lucía/Guardia Nacional, mientras se recortó presupuesto en salud
El documento divulgado por la máxima casa de estudios señaló que 9 de cada 10 personas que murieron a causa de la COVID-19 no habrían tenido la posibilidad de quedarse en casa para evitar el riesgo de contagiarse del virus.
Otros datos que subraya el estudio es que se trata de un sector con bajo nivel de escolaridad. Además, el 92% de los muertos perdió la vida en una institución pública.
“Las inequidades en los determinantes sociales de la COVID-19, como la pobreza y el acceso a la atención médica que afectan a los grupos vulnerables en México, están interrelacionados e influyen en el riesgo de enfermar y morir a causa de este padecimiento. La pandemia del SARS-CoV-2 se trata, sin lugar a duda, de uno de los desafíos más serios que ha enfrentado la humanidad en tiempos recientes y nuestro país no es la excepción”, detalla el documento.
Asimismo, la investigación llamada “Impacto de los determinantes sociales de la COVID-19 en México”, indica que aún “se desconoce lo que podrá ser su costo total en vidas y la profunda crisis de salud que ha provocado. Ahora más que nunca es perceptible el impacto de los determinantes sociales sobre la salud de la población”.
Entre la variantes, señalan con hincapié la escolaridad al indicar que en México la baja escolaridad está asociada a condiciones precarias de vida y salud y a un mayor riesgo de muerte, por lo que no cabe duda que el virus ha afectado en gran medida a la población con menor escolaridad, ya que “prácticamente la mitad de las muertes se produjeron en personas con un nivel educativo máximo de primaria”.
Por otro lado, el informe apunta que en México, el 92% de las muertes por COVID-19 se ha producido en una institución pública, ya que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó el 52% de las muertes durante el primer año de la pandemia, seguido de las unidades médicas de la Secretaría de Salud (SSA) con el 32% y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) con el 8%. Mientras que las instituciones médicas privadas solamente ha fallecido el 2%.
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