Los romances clandestinos de Maximiliano y Carlota: las historias de sus presuntas infidelidades

Un halo de misterio envuelve a la pareja real que gobernó México por tres años, pues su trágico desenlace, ella “loca” y él fusilado, causó intriga en más de una persona

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Existen rumores que aseguran supuestas
Existen rumores que aseguran supuestas infidelidades de Maximiliano y Carlota durante su estancia en México (Foto: INAH)

La vida amorosa de el emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa, Carlota de Bélgica, ha levantado intriga en más de un investigador. Un halo de misterio envuelve a la pareja real que gobernó México por tres años, pues su llegada al país derivó de la invasión francesa que atentó contra la joven nación independiente.

Descendientes de familias aristócratas, Maximiliano y Carlota arribaron al puerto de Veracruz el 28 de mayo de 1864 y fueron recibidos con bombo y platillo en la Ciudad de México. La pareja decidió instalarse en el Castillo de Chapultepec. El goce del poder duró poco, pues el emperador fue fusilado a manos del ejército republicano el 19 de junio de 1867 en Querétaro.

Sin embargo, durante su corta estancia en México conoció varios lugares del país, incluso decidió construir una residencia de campo en el pueblo de Acapatzingo, Morelos. A dicha villa de descanso la nombró “El Olindo”.

El emperador Maximiliano construyó una
El emperador Maximiliano construyó una residencia de campo en el pueblo de Acapatzingo, Morelos, a la cual llamó "El Olindo" (Foto: INAH)

El lugar, también es conocido como “Casa de la India Bonita”, cuenta con grandes extensiones de vegetación y su construcción data del siglo XIX. El aristócrata decidió contratar una plantilla de sirvientes para mantener el domicilio en perfectas condiciones, lo que no esperaba es que el amor tocaría a su puerta durante sus escapadas de verano.

Así pues, se dice que el jardinero de El Olindo tenía una hija llamada Concepción Sedano, de apenas 17 años. Era conocida en el pueblo por su belleza, y la llamaban “La India Bonita”. Otra versión señala que su nombre era Margarita Sedano Leguísamo.

De acuerdo con dicha leyenda, Maximiliano quedó prendado de la joven, por lo que sus viajes a Morelos se hicieron cada vez más frecuentes. En una carta, describió a su amante como “una joven india inocente que me testimonia un afecto ingenuo que me es muy dulce”.

Según algunos rumores, Maximiliano concibió
Según algunos rumores, Maximiliano concibió un hijo con "la india bonita", mismo que llevaría el nombre de Julián Sedano (Foto: INAH)

Mientras esto sucedía, la emperatriz Carlota buscaba hasta el último remedio para concebir un heredero. El mito también apunta el nombre de un tercer personaje: el hijo que supuestamente tuvieron Maximiliano y su amante. Jamás se sabrá si el niño llamado Julián Sedano fue hijo del emperador. Sin embargo, el escritor Fernando del Paso, en su libro Noticias del Imperio, retomó el polémico relato.

El rumor sobre la presunta infidelidad del austriaco no fue el único que trascendió, pues dicho investigador retrató otro episodio parecido en su obra, no obstante, la protagonista ahora sería su esposa. En el monólogo escrito a nombre de Carlota, ella niega rotundamente que su “locura” se deba a que espera un hijo del coronel Alfred Van Der Smissen, sino a su desesperación por cuidar la caja que guarda su corazón.

“[...] sino que lo estaba, loca y desesperada, perdida porque en mi vientre crecía un hijo que no era tuyo sino del Coronel Van Der Smissen, si te cuentan eso, Maximiliano, diles que no es verdad, que tú siempre fuiste y serás el amor de mi vida, y que si estoy loca es de hambre y de sed [...]”, refiere el texto citado.

Carlota de Bélgica habría quedado
Carlota de Bélgica habría quedado embarazada del Van Der Simissen, razón por la que fingió deteriorada salud mental (Foto: Twitter@PGaleanaH)

Así como se describe en el párrafo anterior, se dice que Carlota se enamoró de Van Der Smissen, cuestión que la obligó a huir de México fingiendo estar enferma mental para estar en reclusión durante el embarazo.

“[...]con una firmeza que invitaba, que le ordenaba a mi cuerpo acercarse al suyo para sentir su calor, ah, entonces, Maximiliano, me olvidaba yo que estaba en México y que era la Emperatriz Carlota, me olvidaba yo de ti”, señala otro fragmento de Noticias del Imperio.

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