Los fuertes desencuentros entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el aún gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, tienen una historia larga, que alcanzó punto máximo -hasta este momento- el miércoles 19 de mayo, luego de que un juez giró una orden de aprehensión contra el mandatario estatal y seis funcionarios públicos más, presuntamente involucrados en una red de lavado de dinero.
En la escalada política, la bancada de Morena en el Senado ha advertido que podría solicitar la desaparición de poderes.
Las fricciones públicas entre ambos comenzaron en 2020, cuando García Cabeza de Vaca, junto con los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”, Miguel Riquelme, Coahuila, formaron la llamada “Coordinación Noreste COVID-19”, que buscaba hacer un cerco a la pandemia del coronavirus.
Los mandatarios de los tres estados demandaron mayores recursos para fortalecer los servicios sanitarios y la revisión del Pacto Fiscal debido a que consideran que las entidades del norte del país son las que más recursos aportan a la federación y no reciben lo necesario para resolver las necesidades de las entidades.
Al poco tiempo, otros gobernadores se sumaron a la agrupación, hasta convertirse en la llamada Alianza Federalista que ahora agrupa 12 mandatarios estatales, todos emanados de partidos opositores a Morena, el cual fue fundado por Andrés Manuel López Obrador.
La Alianza Federalista se consolidó en un frente contra el gobierno de López Obrador, quien se lanzó contra los mandatarios estatales, principalmente por el tema del Pacto Fiscal.
A finales de julio de ese mismo año, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó una denuncia contra García Cabeza de Vaca, su madre, sus dos hermanos, su esposa, su suegro y dos personas más “que manejan dos empresas, una rural y una inmobiliaria, por delitos como delincuencia organizada, lavado de dinero y corrupción”.
Se supo que el mandatario estatal emanado del Partido Acción Nacional, era investigado por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), por presuntas operaciones con recursos ilícitos provenientes del narcotráfico.
Según esa acusación, el gobernador se habría favorecido de presuntas ganancias del crimen organizado, por lo que se señaló, existían evidencias (telefónicas) que se encuentra en poder de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), y la Unidad de Inteligencia Financiera, que contribuyó con pruebas contra Cabeza de Vaca por enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y defraudación fiscal.
Luego vinieron las explosivas declaraciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien luego de ser detenido en España en febrero de 2020 y ser extraditado a México en julio de ese mismo año para ser testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR) en las investigaciones de los sobornos de Odebrecht y la compra fraudulenta de Agronitrogenados; aseguró que varios políticos, entre los que se encontraba Francisco Javier García Cabeza de Vaca, habían recibido millones de pesos para aprobar la reforma energética, derivado del caso Odebrecht.
En este marco fue que surgieron las primeras confrontaciones directas entre García Cabeza de Vaca y el Jefe del Ejecutivo, que hoy tienen al mandatario tamaulipeco al borde de la prisión.
Los dimes y diretes
El 28 de agosto de 2020, durante la conferencia matutina del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se realizó en Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca aprovechó el espacio para desmentir las acusaciones de Lozoya Austin. Aseguró que sus adversarios “quieren sacar raja política, porque ven venir las elecciones el año que entra (2021)”.
“Ahora resulta que uno tiene que andar desmintiendo acusaciones de un delincuente confeso como (Emilio) Lozoya”, sentenció el mandatario tamaulipeco.
“Aquí en Tamaulipas, presidente, nos jugamos todos los días la vida, pero eso a los adversarios les tiene sin cuidado y andan allá muy campantes en la Ciudad de México conspirando cómo debilitar un gobierno, son tan irresponsables que no entienden que aquí ese tipo de politiquerías cuesta vidas”, señaló Cabeza de Vaca.
“Nuestros adversarios están preocupados porque Tamaulipas va en el camino correcto y ahí están los indicadores (...) Tamaulipas está dando resultados en seguridad, hoy en día es ejemplo nacional (...) esto tiene a nuestros adversarios muy inquietos y preocupados”, aseguró.
Dirigiéndose al presidente López Obrador, el gobernador tamaulipeco señaló: “Señor presidente, usted mejor que nadie sabe que en la lucha por el poder y entre más poderosos son los adversarios, más fuerte es la ofensiva. Usted por ejemplo, vivió en carne propia que sus adversarios, cuando vieron que su liderazgo tomó forma nacional y posibilidades de crecer, también incrementaron los ataques a su persona, grabaron a sus colaboradores, lo difamaron algunos medios de comunicación; es más, usted lo acaba de señalar, el mismo presidente de la República en esos años, intentó meterlo a la cárcel con ese famoso desafuero”, resaltó.
Dos meses después, en octubre de 2020, y en el marco de una nueva gira de trabajo a Tamaulipas en medio de la pandemia del COVID-19, López Obrador enfrentó fuertes protestas por su visita.
En una breve intervención que no pasó de los cinco minutos, el político tabasqueño destacó que se había movilizado mucha gente y se debía cuidar las restricciones sanitarias, además de que dijo, “hay mucha pasión”.
“Voy a ser breve porque hay mucha pasión, se movilizaron mucho aquí en Nuevo Laredo y tenemos que cuidar lo de la pandemia, que no haya contagio, de modo que entre menos tardemos juntos, es por ahora mejor, evitar contagios y mantener la sana distancia”, indicó.
No obstante, reconoció que mantenía diferencias públicas con el gobernador.
“Vamos a seguir trabajando en Tamaulipas. Es público y notorio, es de dominio público que tenemos diferencias con el gobierno del estado, pero independientemente de estas diferencias, tenemos que poner por delante el interés general, el interés del pueblo y el interés de la nación. Nosotros vamos a seguir apoyando al pueblo de Tamaulipas y procurando mantener buenas relaciones en lo que corresponde a las tareas públicas con los gobiernos municipales de Tamaulipas y con el gobierno del estado, me dio mucho gusto estar aquí”, concluyó el presidente en esa ocasión.
Minutos antes, el gobernador de Tamaulipas, en su participación pidió la intervención del presidente mexicano para solucionar “definitivamente” el conflicto por el agua, que en ese tiempo, involucraba a varias entidades del norte del país.
“Vamos a luchar por nuestra tierra, vamos a luchar por nuestra gente, por eso pedimos su intervención señor presidente, su intervención para poder resolver un conflicto del agua definitivamente, no solo el que tenemos ahorita… Cuente con este gobierno para no caer en provocaciones, para no caer en la trampa de querer dividir a este país entre agricultores de un estado y de otro, simplemente que se aplique la ley y que exista equidad para los agricultores de Tamaulipas”, dijo García Cabeza de Vaca.
El desafuero y la orden de aprehensión
Con la llegada del proceso electoral, en donde Tamaulipas renovará la gubernatura, la confrontación con García Cabeza de Vaca escaló de nivel.
Las acusaciones de posibles vínculo con el narcotráfico y de lavado de dinero se reactivaron y el 23 de febrero de 2021, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó a la Cámara de Diputados el desafuero de García Cabeza de Vaca, por su probable comisión de los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República y de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Francisco Javier García Cabeza de Vaca, estaría presuntamente implicado en la triangulación de 42 millones de pesos con una empresa sospechosa para el gobierno de Estados Unidos.
Los señalamientos derivaban de una denuncia realizada en meses pasados por particulares, sobre un presunto enriquecimiento ilícito por más de 951 millones de pesos.
La petición de desafuero fue aprobado por la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados, que se erigió en Jurado de Procedencia, pero fue rechazado en el Congreso de Tamaulipas, de mayoría panista; por lo que la defensa legal de García Cabeza de Vaca presentó una controversia constitucional contra el desafuero del gobernador ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El pasado 14 de mayo, el ministro de la SCJN, Juan Luis González Alcántara Carrancá, desechó la controversia constitucional, lo que desató la furia de López Obrador y derivó en una impugnación por parte de la FGR.
López Obrador consideró que la resolución de la SCJN no fue clara, por lo que llamó a resolver el tema sin retorcer la ley.
“Tiene que resolverlo el Poder Judicial, la opinión de la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero, quien también fue ministra de la SCJN) es que no hay fuero. La resolución de la Corte no es clara en este caso, diría yo, ambigua y la tienen que resolver”, aseguró el presidente.
Y reiteró que en el caso de García Cabeza de Vaca, “el Poder Judicial tiene que resolver con claridad, nada de ambigüedades, nada de estar retorciendo la ley, con claridad”, sentenció.
Luego de la impugnación de la FGR, el miércoles 19 de mayo, un juez concedió una orden de aprehensión contra el gobernador, al tiempo que Migración solicitó una ficha de búsqueda a Interpol, en caso de que el gobernador abandone el país.
Por la noche y desde algún lugar, García Cabeza de Vaca emitió una carta en el que aseguró, se trata de una violación a la presunción de inocencia y acusó que la decisión de ir contra él se tomó desde Palacio Nacional.
“No es casualidad que la existencia de la orden de aprehensión se hubiese difundido en primera instancia por militantes del partido en el Gobierno. Esto sólo significa que la decisión de proceder en mi contra se tomó en Palacio Nacional”, aseguró.
“Ahora violentan la decisión de un Congreso soberano y, peor aún, desoyen una determinación judicial del máximo Tribunal del país”, sentenció en la carta difundida a través de su cuenta de Twitter.
Este jueves, el presidente respondió desde su conferencia mañanera en Palacio Nacional. Insistió que el asunto contra García Cabeza de Vaca no es venganza, pero que él como titular del Poder Ejecutivo, “no puede ser tapadera de nadie”.
“Es una cuestión que está tratando la Fiscalía de la República, que es independiente, autónoma. Yo no estoy dando instrucciones, no es mi fuerte la venganza, no soy hipócrita, no soy de dos caras como lo son los conservadores”, afirmó.
“Yo no puedo, como titular del Poder Ejecutivo, no puedo encubrir a nadie, no soy tapadera. Si al gobierno que represento llega un oficio para que se entienda bien con todas las implicaciones que se pueda tener… porque encima de todo está la verdad, la justicia y yo respeto al Estado mexicano”, expresó el mandatario por la mañana.
Señaló que la investigación en curso surgió por la solicitud de la embajada de EU.
“Imagínense qué sucede si lo detienen en Estados Unidos. Cómo quedamos nosotros, como tapaderas, como el país de la corrupción, de la impunidad y eso se acabó”, aseguró.
Incluso, el mandatario mostró la carta del Departamento de Justicia de Estados Unidos dirigida al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, de Hacienda, Santiago Nieto; en donde solicita información del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por una presunta red internacional de lavado de dinero.
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