“Le teníamos lástima, lo apoyamos”, el esposo de Reyna negó que Andrés “N” tuviera una relación con ella, antes de destazarla en Atizapán

El feminicida serial de Atizapán tuvo su primera audiencia y narró el crimen de cinco víctimas, comenzó a matar desde hace 20 años; a la mayoría las conoció en bares y las apuñaló tras negarse a tener una relación sentimental

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Este jueves se realizó la primera audiencia de Andrés “N”, presunto feminicida serial de Atizapán de Zaragoza, tras cuatro horas y 20 minutos se dictó prisión preventiva y fue vinculado a proceso.

Bruno Ángel, esposo de Reyna González, la víctima por quien fue descubierto, rindió su declaración donde narró que se despidió de su esposa el viernes a las cinco de la mañana y luego se fue a trabajar, ella le dijo que ese día iría a comprar refacciones para celulares ya que a eso se dedicaba, por lo que se quedó de ver con Andrés, pero ella nunca regresó, al otro día ingresó a la fuerza al domicilio del sujeto de 72 años, encontrando la dantesca escena de su esposa cercenada sobre una mesa del comedor.

El esposo de Reyna González, madre de dos pequeñas hijas de cuatro y ocho años de edad, pidió que se deje de mencionar que ella tenía una relación con este hombre, explicó que era un amigo de la familia, que le tenían lástima y trataron de apoyarlo económicamente por ser de avanzada edad, por lo cual le tenían plena confianza.

“Mis hijas no pueden ver la televisión porque dicen que ella tenía una relación extra marital, lo cual no es cierto, no sé si él lo inventó pero nos ayudaba y lo consideramos amigo de la familia”, dijo el hombre por el cual Andrés “N” logró ser detenido.

El feminicida serial de Atizapán tuvo su primera audiencia y narró el crimen de cinco víctimas, comenzó a matar desde hace 20 años; a la mayoría las conoció en bares y las apuñaló tras negarse a tener una relación sentimental

Reyna González tenía 34 años, dos hijas pequeñas y trabajaba en un local de venta de celulares, el viernes 14 de mayo se quedó de ver con su esposo para ir por mercancía al centro de la Ciudad de México pero ella nunca llegó, su celular mandaba a buzón. Reyna le detalló al padre de sus hijas que antes pasaría rápido a la casa de Andrés Filomeno “N”, pero ya nunca salió.

El anciano de 72 años se había ganado poco a poco la confianza de la madre de familia, quien era muy reservada según sus vecinos, comenzó llevándole celulares para su reparación, ella confió en él cuando se ofreció a ayudarla a realizar trabajos de pintura y herrería en el local donde rentaba, sin imaginarse que ese hombre acabaría con su vida de la forma más cruel y despiadada.

Por la tarde de ese viernes, el esposo de Reyna extrañado por su ausencia fue a la casa del sujeto con quien Reyna le dijo que acudiría, tocó y un inquilino del domicilio de Andrés le dijo que ya estaba dormido, por lo que imaginó que a su regreso a la casa ya estaría su esposa y se retiró.

Al día siguiente el esposo de Reyna, quien se desempeñaba como policía, sospechó que algo no andaba bien ya que ella no regresó por lo que volvió al domicilio de Andrés, en la calle Margaritas, en la colonia Lomas de San Miguel, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.

Bruno Andrés, esposo de Reyna, fue el encargado de someter a Andrés, a un consideraba amigo de la familia, tras ver la terrible escena de su esposa destazada en una mesa Foto: (Captura de pantalla Telediario)
Bruno Andrés, esposo de Reyna, fue el encargado de someter a Andrés, a un consideraba amigo de la familia, tras ver la terrible escena de su esposa destazada en una mesa Foto: (Captura de pantalla Telediario)

Tocó de nuevo y el hombre de 72 años mintió y le aseguró que no había ido a su casa, sin embargo en esta ocasión la furia del esposo de Reyna se apoderó de él y entró a la fuerza a su casa, encontrando la escena más terrible que nunca pudo imaginar, ella se encontraba muerta y destazada en una mesa de comedor.

Sometió a Andrés Filomeno y llamó a la policía, quienes acudieron poco después para arrestar al sujeto.

Confesó el crimen de cinco víctimas

Narró que su primera víctima fue Norma “N”, una mesera de un bar a quien cortejó sin éxito en el 2001, con engaños la llevó a su casa y la mató a puñaladas.

Posteriormente conoció en otro bar a Berenice “N”, tras insistir en que tuvieran una relación y ante la negativa de ella, la mujer corrió con la misma suerte, le clavó un cuchillo en el pecho para después destazarla.

Al igual que estas mujeres, en 2016 conoció en otro bar a Flor Ninive, la invitaba a comer y supuestamente le daba dinero, sin embargo también ella se negó a ser su pareja sentimental, la asesinó en octubre de ese año.

Cuando conoció a Rubicela, le gustó tanto que también la quería sólo para él, la secuestró y acabó con su vida en 2019.

Tras las indagatorias, las autoridades señalaron que al interior de dos cubetas de 19 litros una parrilla costal y restos humanos, del lado derecho de la mesa, un lazo en el que se tiene colgado piel humana, sobre el asiento de una silla, se encontró el músculo de un cara con el cuero cabelludo y sobre muebles y fierros apilados, se encuentra la ropa interior, el bolso, los pies, manos, músculos y cabello de la occisa”.

“Durante esta diligencia fueron encontrados en un sótano los restos de la víctima, quien se ha podido establecer de manera preliminar fue privada de la vida y desmembrada en este sitio”, informó la dependencia encabezada por Alejandro Gómez Sánchez.

Por las imágenes filtradas se aprecian cráneoscabelleras completas, un par de pies cortados desde el tobillo y sobre una silla, junto a cuchillos, segueta, machete, y una lima para afilar objetos punzocortantes. Además de rostros desollados, las partes de una mano estaban sobre una mesa, con fluidos y sangre encharcados debajo.

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