Daniel Martínez Lozano, quien asumió el puesto de alcalde en General Zuazua, municipio de de Nuevo León, fue detenido por señalamientos de posibles delitos electorales.
Agentes de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), acudieron al palacio municipal de dicho territorio para realizar un cateo, asegurar computadoras y detener al alcalde suplente.
De acuerdo con las denuncias reveladas por las autoridades, Martínez Lozano presuntamente se dedicaba a coaccionar a sus empleados en búsqueda de apoyos por la coalición Juntos Haremos Historia.
Dicha coalición fue aceptada por la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León y es integrada por el Movimiento Regeneración Nacional, Partido del Trabajo (PT), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como Nueva Alianza Nuevo León.
Daniel Martínez Lozano fue puesto a disposición de la Agencia Estatal de Investigaciones, de acuerdo con Gilberto Pablo de Hoyos Koloffon, titular de la FEDE, donde tendrá que permanecer por 48 horas, o hasta que se defina su situación jurídica.
A Lozano se le investigará ahora por la supuesta entrega de despensas en favor de Pedro Ángel Martínez Martínez, quien fungiera como el alcalde, pero que dejó su puesto para contender para su reelección.
Un delito es todo acto u omisión contrario a la ley, previsto y sancionado penalmente por la misma; en este contexto, un delito de carácter electoral es toda acción u omisión que atentan el adecuado desarrollo de la jornada electoral, y de las características del voto.
En el caso de Lozano, se trata de un delito encaminado a realizar proselitismo o presionar a los electores dentro o fuera de las casillas para orientar su voto hacia un candidato en particular.
Para investigar estos delitos en Nuevo León, existe la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), un órgano con autonomía financiera, técnica, presupuestaria, de gestión, de decisión y operativa.
Su misión, de acuerdo con la página oficial, es el prevenir, investigar y perseguir los hechos considerados como delitos electorales cometidos en Nuevo León, a fin de garantizar el adecuado desarrollo de la función pública electoral, así como la emisión del voto libre y secreto.
El domingo 6 de junio, Nuevo León se jugará los puestos de gobernador por un periodo de seis años, así como 42 diputaciones (26 por medio de votación directa y 16 por representación proporcional), así como 51 presidentes municipales y sus ayuntamientos por tres años.
Para ello, existen las candidaturas del Partido Acción Nacional, Movimiento Ciudadano, Partido Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Fuerza Por México, además de las coaliciones Va fuerte por Nuevo León (PRI-PRD), Juntos haremos Historia (Morena, PT, PVEM y Nueva Alianza NL).
El puesto de gobernados, quizá el más importante de la jornada, se lo juegan Fernando Larrazábal, Adrián de la Garza, Clara Luz Flores, samuel García, Carolina Garza, Daney Siller y Emilio Jacques.
Sin embargo, Nuevo León vive un proceso electoral altamente polarizado, en el que los candidatos punteros al gobierno del estado, se han enfrascado en una campaña política de desprestigio, a la cual ha contribuido el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien admitió que “está metiendo las manos” en la elección de la entidad.
Debido al peso económico de la entidad y su importancia política, el proceso electoral de Nuevo León está considerado como uno de los más relevantes en los actuales comicios. De ahí el interés de López Obrador en ganar esta elección, al grado que no le interesa violar la ley.
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