El mexicano Cristhian Bahena Rivera, acusado de la muerte de la estudiante de 20 años Mollie Tibbetts, en Iowa, comenzó a ser juzgado este miércoles con instrucciones del juez de la causa de que se evite la polémica y acusaciones de racismo generadas hace tres años.
En ese momento, el presidente, Donald Trump, y numerosos políticos republicanos calificaron de “desgracia” las leyes de inmigración del país, y la gobernadora de Iowa, la republicana Kim Reynolds, criticó al sistema migratorio que permitió que un “depredador” como el mexicano haya vivido en su región.
En un correo electrónico de la campaña de Trump se culpaba de la muerte de Tibbetts a las políticas migratorias de los demócratas, a los que acusaba además de carecer “empatía o compasión” por las personas “asesinadas o victimizadas” por los indocumentados.
En este juicio, el fiscal general del condado de Poweshiek, Bart Klaver, pide prisión perpetua sin derecho a libertad condicional para el inmigrante, de 26 años.
“Señoras y señores, cuando examinen las evidencias no puede haber otra conclusión de que el acusado mató a Mollie Tibbetts”, dijo este miércoles Klaver en sus argumentos iniciales ante el jurado.
El fiscal recordó que Tibbetts desapareció el 18 de julio de 2018 cuando corría por una zona rural de Brooklyn, Iowa.
Según Klaver, la policía interrogó a Bahena Rivera después que videos de vigilancia mostraran que su automóvil Chevy Malibu de color negro estuvo en el área donde corría la estudiante.
Dijo que Bahena Rivera admitió su presencia en el lugar, pero negó estar vinculado con la desaparición, hasta que le mostraron una fotografía de su auto en el área.
Klaver dijo que el migrante, que trabajada en una granja de la zona, admitió que le gustó la chica cuando la vio pasar y se aproximó para hablarle, pero se desconoce por qué supuestamente la mató de varias puñaladas.
Luego, según su versión, colocó el cuerpo en el baúl de su auto y lo llevó hasta un plantío de maíz, donde fue localizado por la Policía. En su declaración inicial, el fiscal también destacó que se encontró sangre de la víctima en el automóvil.
“Quiero pedirles un veredicto, el único veredicto que exige la justicia, que declaren al acusado culpable de asesinato en primer grado”, dijo el fiscal a los jurados.
La defensa de Bahena Rivera decidió aplazar sus comentarios iniciales, y comenzaron a ser llamados los testigos.
El juez de la causa exhortó a fiscales y defensores para que eviten cualquier referencia en el juicio al estatus migratorio del acusado, para evitar que se repita la politización de hace tres años sobre el debate sobre la inmigración indocumentada en Estados Unidos.
Este crimen alimentó la retórica contra los inmigrantes indocumentados y hubo amenazas contra la comunidad hispana de Iowa.
La tensión racial en el estado se elevó a tal punto que grupos de activistas de Iowa denunciaron una campaña de llamadas telefónicas automáticas realizadas por un grupo supremacista blanco que sembró miedo en la comunidad hispana.
En las llamadas, Bahena Rivera, que habría vivido indocumentado durante muchos años en la zona del crimen, era calificado como un “intruso salvaje no blanco” que integraba una “horda marrón” (en referencia al color más oscuro de la piel de muchos latinos) que ha invadido los EE.UU.
Está previsto que el juicio, que se realiza en la corte del condado de Scott, en el centro de la ciudad de Davenport, dure por lo menos 10 días. No hay público durante el juicio, por las medidas sanitarias del coronavirus, pero los interesados pueden asistir en línea.
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