Según la Estrategia Nacional de Vacunación contra el SARS-CoV-2, desarrollada por la Secretaría de Salud desde finales de 2020, los sectores prioritarios a inmunizar en México son el personal médico (especialmente de primera línea), los adultos mayores de 50 años, personal educativo y recientemente mujeres embarazadas.
Sin embargo, un gran número de médicos de centros de salud privados, así como odontólogos han protestado por “no ser tomados en cuenta” como un sector prioritario al no recibir hasta el momento ni una sola dosis, lo que ha detonado críticas hacia el gobierno de la autollamada “Cuarta Transformación”.
Quienes sorpresivamente sí recibieron la vacuna a partir de este 18 de mayo fueron más de 200 trabajadores del Canal Once, un medio estatal del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Así lo informó a través de su cuenta de Twitter Carlos Brito, director del medio, quien además compartió algunas imágenes de la aplicación.
“Este martes inició la vacunación a personal de Canal Once TV (fecha determinada por orden alfabético). Nos contaron que el proceso fue ágil; fueron recibidos en IPN Zacatenco con todo y mariachi. 200+ personas del Once fueron vacunadas hoy”
La publicación se viralizó hasta este miércoles y fue cuando causó polémica entre periodistas, influencers y demás usuarios de la misma plataforma digital donde “Canal 11″ se convirtió en tendencia, señalando que dicho medio fue privilegiado por la línea editorial afín al presidente.
“¿De qué privilegios goza Canal Once? Faltan (por vacunar) médicos y enfermeras”, “Súper esencial el canal once. Más que los médicos particulares, los dentistas, los choferes de transporte público, las personas de limpieza, etc.”, “O sea, la verdad qué bueno que haya más gente vacunada, pero ¿por qué vacunan al personal de Canal Once y no a médicos privados?”, fueron algunos comentarios al respecto.
“Los metieron como ‘personal educativo’. Que quede en su conciencia, cul*r*z*s”, escribió por su parte el comediante Chumel Torres.
No obstante, también hubo usuarios que justificaron la acción debido a que las instalaciones de la televisora están dentro del campus Santo Tomás del IPN, al norte de la Ciudad de México, donde trabaja personal educativo y en los próximos meses se planea que regresen a clases presenciales su alumnado.
Pasadas las 16:30 horas, ni el Canal Once ni el IPN se han pronunciado sobre esta polémica.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud (Ssa), al último corte 10,838,213 personas en el país han recibido el esquema completo de vacunación (dos dosis), mientras que 4,916,225 medio esquema (una dosis).
De TV pública a TV gubernamental
Para muchos expertos y cibernautas, con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al poder, el Canal Once dejó de ser un medio estatal con prestigio que pagan los contribuyentes para convertirse en una agencia de noticias del gobierno al servicio de la 4T.
El pasado 31 de diciembre, una investigación de Eme Equis reveló los altos sueldos que perciben los “voceros de las causas morenistas” que conducen programas en la televisora.
Por ejemplo, el académico John Ackerman, esposo de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública y que es señalada de no registrar en el portal de transparencia su patrimonio millonario, gana 173 mil 076 pesos al trimestre.
Por su parte, Estefanía Veloz y Gibran Ramírez, dos jóvenes que además ostentan cargos de funcionarios públicos, tienen el programa De Buena Fe, donde cámaras y micrófonos son utilizados para descalificar a periodistas que critican las políticas del presidente López Obrador, como Héctor de Mauleón y Carlos Loret de Mola.
La primera recibe un sueldo de 108 mil 576 pesos en el trimestre, mientras que Ramírez, quien compitió por la dirigencia nacional de Morena, ganó 204 mil 554 pesos por el mismo lapso.
Para el periodista Julio Patán, el manoseo del poder Ejecutivo con la televisora tiene décadas, aunque no se había sido tan desmesurado como ahora:
“En México no tenemos televisión pública, sino gubernamental, porque la elección de sus directivas depende del poder ejecutivo. No es nuevo: lo mismo pasaba con el PRI y el PAN. Ese modelo tuvo, con todo, buenas consecuencias, como ilustra Canal Once, que por un lado ofreció siempre alguna programación de buena calidad y por otro —este es mi punto— estuvo dominado siempre por cierto pudor”, escribió en su columna para El Heraldo.
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