El gigante banquero Goldman Sachs ha denunciado que la Comisión Federal de Electricidad mexicana (CFE) tiene una deuda con ellos que ascendería a los 400 millones de dólares por un contrato de gas natural, mismo que el pasado mes de febrero experimentó un fuerte revés por la tormenta invernal que golpeó el estado fronterizo de Texas.
El grupo Goldman Sachs, fundado en 1869 por Marcus Goldman, tiene su sede principal en Manhattan, en el número 200 de la calle West Street. Es una de las instituciones bancarias más grandes e influyentes a nivel mundial. Precisamente en México, desde que llegó, se ha ido posicionando a un buen ritmo.
El asunto con la CFE, señala en un artículo Bloomberg, empezó con un contrato regular de la estatal con el banco de Wall Street. Pero el monto a pagar aumentó en sobremanera debido a que cuando en Texas se paró por completo el suministro de gas, que ni siquiera servía para el abastecimiento local, se dejó de cumplir con las obligaciones con sus clientes del lado mexicano.
Además la empresa mexicana también ha argumentado que las personas que echaron a andar los contratos con el banco no estaban capacitados ni autorizados para echar a andar ese tipo de convenios, por lo cual a muchos ya los despidieron.
El grupo Goldman lo ve como una obligación contractual, en la que la otra parte está comprometida a cumplir, aunque se haya dado en el marco de un sorpresivo desastre natural.
Cuando aquella tormenta invernal de prinicipio de este 2021 se asentó en el centro de Estados Unidos generó los ya conocidos apagones dado a raiz de que se habían congelados las turbinas eólicas, así como algunos oleoductos, lo que tmabién provocó el cierre de pozos de petróleo y gas.
En Texas lo hicieron así al menos, incumpliendo con los contratos por el recurso que tenían con sus clientes, entre ellos los vecinos de los estados mexicanos fronterizos. A la par los precios de los productos se dispararon. Entonces muchos de los clientes presentaron demandas por la subida de costos.
El costo de pagar a Goldman Sachs podría generarse, en última instancia –según señala Bloomberg– de los bolsillos de hogares mexicanos, que de igual manera experimentaron en carne propia la falta de electricidad en el invierno, principalmente por la decisión de Texas de parar las exportaciones de combustible cuando falló su propio sistema.
Precisamente por ese último motivo incluso es entendible la molestia y el rechazo de clientes y funcionario mexicanos para pagarle al banco de Wall Street lo que están pidiendo. Aunque, señala Bloomberg, con esa decisión corren el riesgo de convertirse en persona non grata en dicha bolsa.
Mientras que Goldman, agregan, debe analizar bien si le conviene entrar en conflicto con el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en un momento clase y próspero para su presencia en ese país.
Por otro lado, el mismo mandatario mexicano se ha caracterizado por su lucha abierta para devolverle a la empresa estatal su caracter de mecanismo del Estado. Es decir, se ha pronunciado fuertemente por terminas con el dominio que cualquier actor privado tenga dentro de la CFE.
El presidente mexicano ha llamado la atemción, dentro y fuera del país, por su polémica reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que busca favorecer la generación de energía a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por encima de energías limpias y empresas privadas.
Desde que se dio a conocer la iniciativa de AMLO, no solo se manifestó la inconformidad de las empresas afectadas, sino que diversos organismos, cámaras y asociaciones se pronunciaron en contra de la reforma; algunos de ellos alertaron sobre un panorama poco alentador que se le vendría a la nación mexicana.
Una de las advertencias llegaba desde la Cámara de Comercio de Estados Unidos, uno de los grupos de presión más importantes del país, advirtió que la iniciativa podría restaurar el monopolio de la CFE, elevaría significativamente el costo de la electricidad, limitaría el acceso a energía limpia para los mexicanos y violaría los diferentes acuerdos comerciales que México está obligado a cumplir.
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