El 10 de agosto de 1960 se pudo leer en el periódico: “Fue detenido David Alfaro Siqueiros, se le llevó ante el Jefe de la Policía Metropolitana”. Se le acusó de disolución social al ser un activista en esa época.
Su ideología política (comunista y anti sistémica) fue plasmada en sus murales, esto lo llevó a pisar la cárcel de Lecumberri en seis ocasiones. La primera fue en una protesta con motivo del 1° de mayo de 1930 que lo llevó a prisión durante casi un año.
El Palacio negro de Lecumberri tiene una historia fuerte detrás, misma que narra cómo su arquitectura carcelaria panóptica fue pensada de modo tal, que los pasillos culminaran en un punto y con una sola torre de vigilancia central, en la cual, se podía ver los movimientos de cada interno, lo cual les generaba una fuerte presión psicológica en la que era nula la privacidad. Nadie sabía en qué momento estaba siendo observado.
Detención de David Alfaro Siqueiros
Al inicio de la década de 1960, el muralista miembro del Partido Comunista Mexicano, fue aprehendido y acusado de disolución social, debido a que era el presidente del Comité de Presos Políticos y la Defensa de Libertades Democráticas. Se le condenó a ocho años de confinamiento, nuevamente en Lecumberri, sin embargo, sólo estuvo cuatro.
También, se le acusó de haber intentado asesinar a Trotski, quien era el principal opositor de Stalin en la Unión Soviética. El gobierno ya lo tenía en la mira, hasta finalmente fue el ex presidente Adolfo López Mateos quien logró encerrarlo en el Palacio de Lecumberri en la celda 40 de la crujía 1.
Su estancia fue de cuatro años, tiempo en el que recibió algunos beneficios, como el seguir pintando y recibir visitas, como es el caso de Julio Scherer quien acudió a platicar con el muralista en más de una ocasión. Las pláticas se plasmaron más adelante en el primer libro del periodista, Siqueiros: La piel y la entraña.
La obra de Siqueiros como recluso
En su trabajo al interior del reclusorio pintó dos biombos bajo pedido por parte del taller de teatro de la prisión, que estaba por presentar la obra Licenciado no te apures.
A propósito, el pintor comentó en una entrevista con el poeta Sergio Mondragón que dicha obra fue su iniciación en la pintura artística aplicada al teatro, el cual era un estilo novedoso en la época.
Después de que los biombos cumplieran con su objetivo, fueron extraviados hasta que en 1986 el abogado y pintor Alberto Antebi encontró sólo uno y lo donó. Por su parte, el Archivo General de la Nación recuperó el otro en 2015, pero se encontraba en pésimas condiciones, suficientes para no ser exhibido.
Hoy ya se puede apreciar la obra como recluso de David Alfaro Siqueiros, la cual fue restaurada y se divide en cuatro momentos de un abogado de oficio y su defendido: El domicilio del licenciado, la sala de defensores, las rejas del juzgado y el patio central de la prisión.
Asimismo, el artista subversivo plasmó sus creencias católicas en la obra que realizó en el palacio negro como, Cristo negro (1963) y Cristo del calvario (1963).
Adentro también realizó numerosos bocetos como parte del proyecto para la decoración del Hotel Casino de la Selva.
Alfaro Siqueiros post Lecumberri
Finalmente, el 13 de julio de 1964, el pintor mexicano salió de prisión. Logró reunir a artistas nacionales e internacionales para realizar el mural que decoraría la Sala de Convenciones del Hotel Casino de la Selva.
En el proyecto participaron: Luis Arenal Bastar, Mario Orozco Rivera, Guillermo Ceniceros, Enrique Estrada, Artemio Sepúlveda, Jorge Flores, Gilberto Iriarte y Electa Arenal Huerta, (sobrina de Siqueiros).
Fue así, como después de la experiencia de ser aislado de la sociedad dentro de cuatro paredes, el 15 de diciembre de 1971 fue inaugurado el Polyforum Cultural Siqueiros y su mural La Marcha de la Humanidad por el ex presidente Luis Echeverría.
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