Carlos Bremer es un empresario que se ha distinguido por su labor altruista, en especial porque ha apoyado a diversos deportistas para alcanzar sus objetivos, un claro ejemplo de ello es el famoso boxeador mexicano Saúl “El Canelo” Álvarez, a quien ayudó a llegar a ser uno de los mejores pugilistas de México.
Este afán por querer ayudar a jóvenes deportistas, nació desde que era pequeño. En una entrevista para el canal de YouTube del comentarista Javier Alarcón, explica que su padre tenía uno de los dos almacenes de deportes más grandes de la ciudad de Monterrey, además que a él le gustaba mucho el deporte. En el almacén de su padre se fabricaban uniformes de todo tipo, para deportistas, en el que trabajaban más de 40 costureras.
En la charla con Javier Alarcón dice que desde los 6 o 7 años acompañaba a su padre al almacén, lo que hizo que se relacionara mucho con el deporte. Además, su padre estuvo relacionado con el caso de unos niños mexicanos que compitieron contra otros de Estados Unidos en béisbol, y que a pesar de los pronósticos negativos que tenían, ganaron a los menores estadounidenses. Su padre los apoyó con dinero.
“Yo lo acompañaba desde los 6 o 7 años al negocio, en las vacaciones principalmente, y me comencé a enamorar mucho de estar enredado en el deporte, luego él (su padre) presidió las ligas pequeñas a nivel Latinoamérica (de béisbol), tenía amigos que también eran muy metidos en la liga pequeña y les tocó la hazaña de los niños del 57, 58, yo todavía no nacía, nací en el 60, pero me tocó vivir con mi niñez todo eso que había pasado, mi papá jugó un rol ahí importante porque fue de los que ayudó a estarle mandando el dinero a los niños que increíblemente iban ganando contra los que tenían mucho más físico, eran los de Estados Unidos”, explica.
Continúa diciendo que más tarde se le presentaron algunas personas de Hollywood, que querían hacer una película recalcando cosas heroicas y encontraron la historia de los niños de México que contra todos los pronósticos habían ganado 11 partidos para llegar a la final en los EEUU contra un rival que no había proporción.
“Los uniformes de los rivales cabían dos de los mexicanos en cada uniforme. Y no nomás les ganamos, sino se les ganó con un juego perfecto de Ángel Macías, un niño prodigio que fue el héroe de Estados Unidos después de lograr eso, y yo viví con toda esa historia y el día se vienen los de Hollywood a buscarme para que yo sea socio o financie la película, les digo, oye pues yo no, lo único que prometí fue nunca estar metido en la tele y hacer películas, el problema es que me decían, bueno es que aquí en la historia parece que tu papá era el que les mandaba el dinero, y les dije pues eso sí”, comenta el empresario.
Explica que sus abogados le decían que iba a perder todo el dinero, pero aún así é confió e hizo la película con tres americanos, que por la crisis del 2008 quebraron, así que le dejaron la película, llamada Juego Perfecto. “No sabía qué hacer con ella, hasta dos años después, en el 2010 me encontré con la hija de Warren Buffett, que me dijo que si no conocía a un mexicano que tenía guardada una película de niños, y le dije pues soy yo, la sacamos, hice énfasis en decir que se metiera en todas las ciudades de México, en vez del plan original que eran 120 cines, la metimos en 600, increíblemente la inversión la recuperamos en 597 cines”.
Bremer comenzó apoyando deportistas desde el año 2000, pues había un fideicomiso llamado Cima, manejado por el gobierno que solo apoyaba a 50 deportistas, de esos, él veía que habían unos 20 o 30 muy malos, por lo que decidió apoyar a los deportistas buenos, que venían desde abajo, ya que nadie los apoyaba. “Yo hice un fideicomiso junto con el gobierno de mi estado, en donde aportamos las dos partes, y le pusimos Escala, porque el objetivo era escalar a la Cima”.
De los deportistas que él apoyo, siete llegaron a las olimpiadas de Beijing. Bremer desde pequeño es apasionado del deporte, pues jugó mucho tiempo Béisbol.
El abuelo de Bremer, quien era farmacéutico, era de origen alemán. Llegó a México en la última década del siglo XIX, y se casó con una mujer mexicana en Monterrey, en donde pusieron diversos negocios, entre ellos, un almacén de medicinas, juguetes, nevería y deportes.
Carlos Bremer desde pequeño supo la importancia del ahorro, prueba de ello fue con tan solo 10 años abrió su primera cuenta bancaria personal, mientras que a los 12 comenzó su primer negocio, pues vendía calculadoras a empresarios regiomontanos. A los 19 años, en 1979, ingresó a trabajar a la Casa de Bolsa de Grupo Banpaís.
En 1985, Bremer, en conjunto con otros socios, fundó Ábaco Casa de Bolsa que después cambiaría su nombre a Grupo Financiero Confía, para posteriormente, tres años más tarde, en 1988, comenzó a impulsar un proyecto que llamó Fina Factor, el cual desde 1993 se conoce como Value, la cuál comenzó en asociación con Javier Benítez Gómez; hasta la fecha es reconocida como la compañía del sector financiero mexicano más rentable.
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