Desde hace tiempo el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) funciona como una empresa sofisticada. Era cuestión de tiempo que esta poderosa organización recurriera a tecnologías avanzadas, como en efecto hizo en la zona de Tierra Caliente en Michoacán. Usó drones de última generación para atacar a sus rivales y las Fuerzas Armadas.
Se trata de una práctica recurrente. Su último episodio tuvo lugar en la comunidad El Charapo. Las autoridades reportaron que la tarde del jueves, sujetos armados presuntamente del CJNG dispararon a un convoy militar mientras circulaba por la zona de Tierra Caliente. De aquel golpe, resultaron muertos dos militares, informó al día siguiente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Con todo, los militares consiguieron interceptar armas, y equipo táctico de los criminales.
El drama de Aguililla apareció en diarios y videos que circularon en redes sociales. “¡Apúrate que ahí viene otro dron”, se escucha decir a uno de los militares.
En abril, el diplomático pontificio, Franco Coppola, visitó Aguililla en busca de frenar la violencia. La reacción de los criminales fue increpar a los creyentes. Nada se logró.
La violencia en Michoacán se encuentra en su punto más álgido. Los miembros de Cárteles Unidos y Jalisco Nueva Generación arriban a pueblos y balean inmuebles. Las autoridades y los expertos atribuyen estos actos violentos a la intención de conquistar y expandir los narcolaboratorios de metanfetamina.
En la entidad, el negocio ilícito de esta droga era controlado por la familia Valencia; sin embargo, entre 2005 y 2006 la Familia Michoacana apostó por las drogas sintéticas e incursionó en la elaboración de este potente psicoestimulante. De este modo, el estado se convirtió en el principal productor de metanfetamina.
El CJNG en Aguililla
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) siempre ha estado en Michoacán, pues sus principales jerarcas son originarios de Aguililla, desde que formaban el grupo criminal de Los Valencia.
Este grupo criminal desde hace medio quiere recuperar la tierra que vio nacer a su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho; mientras que remanentes locales no quieren ceder más territorio y se agruparon bajo Cárteles Unidos, una amalgama formada por los Caballeros Templarios, la Nueva Familia Michoacana y Los Viagras.
En medio de esa guerra quedaron los pobladores, quienes están a expensas de transitar según la disposición de los grupos delincuenciales. Pues la vía que conecta con Apatzingán sufre de bloqueos y destrozos constantes.
El concilio de células locales, tan pronto advierten una avanzada de sus rivales desde el Aguaje, actúan para romper u obstaculizar la carretera a la altura de Potrerillos.
A partir del 19 de abril, cuando intervinieron policías de Michoacán, y hasta el 11 de mayo reciente, la ruta había sumado una decena de narcobloqueos. Hasta el 12 de mayo, eran los agentes estatales quienes reparaban tramos, pero elementos del Ejército intervinieron por primera vez en estas acciones el pasado martes.
SEGUIR LEYENDO: