Con solo 11 años de edad, Adhara Maite Pérez Sánchez ha llamado la atención de la comunidad científica tanto de México como de Estados Unidos. Esta niña originaria de un barrio de la alcaldía Tláhuac, en la Ciudad de México, tiene un coeficiente intelectual (IQ) de 162, dos puntos más que genios como Alber Einstein y Stephen Hawking.
Sin dejar su infancia, jugando con muñecas Barbie, Adhara combina sus días estudiando dos carreras universitarias en línea: Ingeniería en Sistemas en la CNCI e Ingeniería Industrial en Matemáticas en la UNITEC. Y es que su objetivo es ser astronauta, por lo que la Universidad de Arizona (EE.UU.) ya la ha invitado a conocer sus instalaciones y que forme parte de su equipo de astrofísica una vez que concluya sus estudios en dichas instituciones.
Por lo anterior, este jueves el Senado de la República la reconoció como una de las 100 mujeres mexicanas más poderosas. Durante la ceremonia, la legisladora de Morena, Eva Eugenia Galaz Caletti, señaló que Adhara es una pequeña de personalidad dulce y muy inteligente, con un presente maravilloso y un futuro de esperanza.
Además, refirió que, en medio de una situación internacional caótica por la pandemia de COVID-19, es necesario recordar que hay personas extraordinarias dispuestas a mejorar el mundo, por lo que la Cámara de Senadores los debe apoyar para lograr que se cumplan sus sueños.
“En el Senado sabemos que en México hay muchas niñas, niños y adolescentes talentosos, lo único que falta es fijarnos en ellos, por eso nos comprometemos a impulsarlos, apoyarlos y a darles todo lo necesario para que salgan adelante”
Por su parte y de forma remota, Rodolfo Neri Vela, primer astronauta mexicano en la NASA, destacó que la niña tendrá la gran responsabilidad de aprovechar sus conocimientos para hacer el bien, ayudar al progreso y a la evolución del mundo.
Durante su intervención, Adhara Pérez agradeció el reconocimiento por parte del órgano legislativo y aconsejó a la niñez mexicana que “no se rindan y sigan sus sueños”.
Un camino difícil
A sus tres años de edad, Adhara fue diagnosticada con el síndrome de Asperger, mismo que se incluye dentro del espectro autista y afecta la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal. Y es que su madre, Nallely Sánchez, notó que su hija se comportaba diferente a otros niños de su misma edad. Así lo compartió en febrero de 2020 en entrevista con Infobae México.
“Jugaba con bloques colocándolos todos en hileras, comía en la periquera y siempre se mecía, y podía pasar así horas y horas”
Lamentablemente, esto se convirtió en un problema para la pequeña, ya que en las escuelas en las que estudió sufría de bullying por parte de sus compañeritos que la llamaban “rara” y de comentarios de profesores que decían que la niña “no le echaba ganas” y la aislaban.
Lo que en realidad sucedía era que Adhara se aburría en clases. Posteriormente, su madre la inscribió en el Centro de Atención al Talento (CEDAT), donde determinaron que tenía un IQ de 162. Es importante resaltar que 130 ya se considera que una persona es superdotada.
Sueños
Sin embargo, al venir de una familia humilde, los costos y la economía no le permitieron seguir en el CEDAT. Por ello, su madre decidió que estudiaría la licenciatura a distancia, así es como la pequeña terminó la primaria a sus cinco años, la secundaria a los seis y medio, y la preparatoria poco después.
El mayor sueño de Adhara es irse a Arizona a estudiar para convertirse en astronauta. Incluso, este 2021 ya fue aceptada para asistir al International Air and Space Program (IASP), un evento que se celebrará en Alabama, Estados Unidos, en el que tendría la oportunidad de aprender junto a expertos aeroespaciales, así como presentar un proyecto de investigación sobre los hoyos negros, el fenómeno astronómico que le apasiona.
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