En acciones distintas, las autoridades estatales han asestado tres golpes sensibles a las ganancias del Cártel de Sinaloa al quemar miles de plantas de marihuana en cuatro sembradíos.
Desde el pasado 9 de mayo, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa detectaron un plantío mediante sobrevuelos en el poblado Lomas de Monterrey, perteneciente a la sindicatura de Villa Unión.
La extensión calculada fue de más de mil metros cuadrados con un aproximado de 25 mil plantas del presunto enervante por lo que se procedió al aseguramiento, destrucción y quema.
Al día siguiente, elementos de la Policía Estatal Preventiva localizaron una cosecha en la comunidad Lomas de Monterrey, en la misma zona.
“Al descubrir el sembradío de presunta mariguana vía aérea, elementos en tierra procedieron a inspeccionar el área, detectando un plantío de aproximadamente 400 metros cuadrados con plantas de casi un metro de altura”, destacó el reporte.
Sin embargo, los uniformados ampliaron el área de registro y detectaron un segundo sembradío del doble de dimensiones, pues abarcaba alrededor de 990 metros cuadrados.
“Los efectivos procedieron a la destrucción de ambos plantíos mediante el método de incineración a fin de que el enervante no llegue a manos de la sociedad”.
Mientras que las acciones más recientes ocurrieron en la capital del estado, corazón del cártel que comandan Ismael Zambada García, el Mayo, así como los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, los llamados Chapitos.
Junto con elementos del Ejército, los efectivos sinaloenses ubicaron un plantío en la ribera del río de la comunidad Caminaguato durante este 12 de mayo.
“Al realizar recorridos terrestres, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Policía Estatal Preventiva, detectaron a simple vista que, por la orilla del río de la mencionada comunidad, se encontraba un sembradío de presunta mariguana por lo que se desplegaron en la zona para revisar.
“Se encontró un predio con miles de plantas del presunto enervante por lo que se procedió a la destrucción y quema del mismo; además, se ampliaron los recorridos en los alrededores para descartar más sembradíos, así como para tratar de ubicar a personas, sin embargo, no hubo resultado”, lamentó la dependencia encabezada por Cristóbal Castañeda.
Según informes de la Sedena, en 2020 aumentó la erradicación de plantíos de marihuana en apenas 0.2%, con respecto al año anterior. De 2,801 hectáreas destruidas en 2019, para el año pasado el número ascendió a 2,807. El ciclo de producción de esta planta tiene un crecimiento entre enero y mayo, después, de agosto a noviembre.
En el segundo año de mandato de Andrés Manuel López Obrador se han incautado 244 toneladas y 112 kilos de marihuana, un incremento del 9% con relación a 2019, cuando se aseguraron 226 mil kilogramos.
De acuerdo con el Instituto RIA, que investiga la política de drogas en México, la producción de marihuana en este país oscila entre las 15 mil y las 27 mil toneladas anuales. La superficie de los cultivos es de unas 114 mil hectáreas, el 72 % de las cuales están ubicadas en la región conocida como el Triángulo Dorado, entre los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango, área prácticamente dominada por el Cártel de Sinaloa.
Un estudio del Senado de la República calculó en 2016 que los cárteles mexicanos recibían entre mil y dos mil millones de dólares anuales por la venta de marihuana en Estados Unidos y previó pérdidas de entre el 15 % y el 26 % de sus ingresos totales si se legalizaba en México.
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