Luis Raúl Tarango Ávila, subcoordinador Regional de la Policía de Investigación en Chihuahua, fue ejecutado luego de que sicarios dispararan 180 balas contra el vehículo en que viajaba junto con su compañero, quien fue privado de su libertad y está en calidad de desaparecido.
Según el reporte de la Fiscalía de Distrito Zona Sur, los hechos ocurrieron este siete de mayo en la ciudad de Parral. Alrededor de las 14:00 horas, Tarango Ávila circulaba a bordo de un vehículo oficial acompañado de su colega, Aarón Ponce de León.
A la altura del monumento a la Puerta del Tiempo, los agentes ministeriales fueron sorprendidos por sujetos armados que abrieron fuego con armas de calibres .223 remington de metralletas AR, así como balas tipo 7.62x39, este último correspondiente a fusiles AK-47.
“Policías Investigadores, Agentes del Ministerio Público, Peritos y Analistas iniciaron con los trabajos y diligencias en torno al caso, con el objeto de esclarecer el lamentable hecho. En tanto, se desplegó un operativo en diferentes puntos a fin de dar con el paradero de los responsables”, destacó la fiscalía en un comunicado.
Versiones de la prensa local indicaron que los autores del crimen estarían vinculados con una célula delictiva, cuyas operaciones son registradas en la ciudad de Parral. Cabe destacar que, previamente, se ha informado sobre el establecimiento de facciones ligadas al Cártel de Sinaloa en esa zona.
Pasadas 24 horas del atentado no se había actualizado el paradero de Ponce de León, adscrito a la región de Guachochi, quien seguiría desaparecido tras la ejecución de su compañero. Mientras que las agencias de investigación y seguridad se mantienen en alerta.
“La Fiscalía General del Estado se solidariza con sus seres queridos, amigos y compañeros ante la pena que los embarga; por lo que honrando su memoria y la vocación de servicio que siempre demostró, brindará total respaldo a su familia”, agregó el reporte.
Meses atrás, el comandante Tarango Ávila ya había sufrido un ataque en Chihuahua. Por aquel entonces un grupo delictivo centró sus intereses en agentes ministeriales para presionar a la fiscalía estatal.
Tras enterarse, sus compañeros lamentaron el asesinato de quien consideraban como una persona profesional y entregada a su trabajo. Pues no se tenían antecedentes sobre conductas irregulares.
Los agentes investigan si sus labores de los últimos días tendrían elementos para apuntar sobre posibles causas relacionadas con la ejecución.
“El Licenciado en Ciencias Policiales, Luis Raúl Tarango Ávila estaba por cumplir 11 años en la Corporación y contaba con una amplia experiencia, ya que se desempeñó en varias Unidades de Investigación, principalmente en las ciudades de Chihuahua y Cuauhtémoc”, destacó la dependencia a la cual estaba adscrito.
Algunas versiones indicaron que, al menos dos horas antes, fueron vistos hombres armados en las inmediaciones de la zona donde ocurrió el ataque.
Cabe recordar que el 14 de enero pasado fue detenido un objetivo importante para las autoridades de Chihuahua y quién operaba en Parral. Héctor Manuel M. M., alias el Chapo Monárrez y/o el 302, está acusado por su presunta participación como cabecilla del Cártel de Sinaloa en la entidad fronteriza.
Mientras estuvo prófugo, el presunto narco operaba en la zona del Parral, Valle de Allende, Matamoros y otros municipios aledaños. El fiscal de la entidad, César Augusto Peniche Espejel, indicó que la célula del Chapo Monárrez, se dedicaba al narcotráfico y a delitos de la naturaleza federal como el robo de hidrocarburo (huachicol) y la tala ilegal.
El pasado 13 de abril, seis cuerpos sin vida fueron abandonados en el kilómetro 150 de la carretera vía corta Parral – Chihuahua. Fue durante la madrugada, cuando personal de la Agencia Estatal de Investigación atendió el reporte, en el que se informaba sobre el hallazgo de seis hombres fallecidos por heridas producidas por arma de fuego.
Según los detalles, al menos uno de los sujetos estaba decapitado, mientras otro tenía desprendimiento de un brazo. También se mencionó que uno de los hombres portaba una funda de arma de fuego color café.
Pasadas 24 horas, el fiscal Peniche Espejel aseguró en una improvisada conferencia de prensa, que uno de los cadáveres pertenecía a Rogelio Adán Vega Rodríguez, alias el Rojo, supuesto líder regional del Cártel de Sinaloa en aquella zona de Chihuahua.
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