Las elecciones más grandes en la historia del país no estarán a salvo de la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pues en pugnas directas y contra otros rivales, ambos grupos mantienen enfrentamientos en 10 de 15 entidades que elegirán una gubernatura el próximo 6 de junio.
Según reportes de la consultora DataInt, se han recrudecido las batallas entre fuerzas de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del CJNG, contra aquellas que dirigen Ismael Zambada García, el Mayo, así como los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, los llamados Chapitos.
Datos analizados durante el primer trimestre de 2021 indican que, si bien hay regiones donde combaten uno contra uno, también están estados donde un grupo está presente y el otro no, pues la lucha es contra facciones de arraigo o remanentes de cárteles que alguna vez ejercieron gran dominio.
En otros casos ninguno tiene una agenda clara por disputar el territorio, ya sea porque no corresponde a su ruta de trasiego histórico o porque no lo necesitan, pues ese es su bastión.
Sin embargo, estas últimas entidades también elegirán a sus jefes del ejecutivo local. Cabe destacar que las peleas del narco igual son regionales, por lo cual afectan a más de un estado, debido a que se trata de lugares de paso enviar drogas hacia la frontera con Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte de DataInt, el Cártel Jalisco Nueva Generación pelea contra la fracción del Mayo Zambada en Zacatecas y San Luis Potosí. En estas dos entidades habrá elecciones para gubernatura. También se renovarán los ayuntamientos y votarán diputaciones.
Baja California es un estado fronterizo que históricamente ha representado una plaza en disputa para cárteles de la droga. Al menos desde 1990 la lucha fue entre los de Sinaloa contra la facción de los hermanos Arellano Félix, pero de aquel Cártel de Tijuana solo quedan algunos lugartenientes como Pablo Edwin Huerta Nuño, el Flaquito.
En los últimos años entró a la disputa el CJNG, que hace la guerra contra el grupo de Iván Archivaldo Guzmán, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López: Los Chapitos. El estado, que igual renovará gubernatura, es de los más violentos: en el primer trimestre del año tuvo una tasa de 87.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, según DataInt.
Chihuahua también está en asedio por la disputa de Los Chapitos contra el cártel de las cuatro letras, pero los comandados por el Mencho se hicieron de un aliado que ha sido enemigo antaño del Cártel de Sinaloa. Se trata de La Línea, que en su momento surgiera como brazo armado del Cártel de Juárez pero ahora ha ganado fuerza como agrupación independiente, aunque sin el poderío para acabar con sus rivales regionales.
Los chihuahuenses igual elegirán a su próximo gobernador o gobernadora, así como la renovación de 33 diputaciones, 67 ayuntamientos y 67 sindicaturas. Los focos de violencia son Ciudad Juárez, en colindancia con Texas, además de Nuevo Casas Grandes, o la zona del Triángulo Dorado en Maderas.
En Colima, la disputa principal es por el puerto de Manzanillo, donde pueden arribar o partir cargamentos del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación. Ahí llegarían precursores químicos de China para la síntesis de fentanilo o metanfetaminas; aunque el sitio puede ser plataforma de exportación de cocaína con rumbo a países de Asia, Oceanía o Sudamérica. El estado también cambiará de ejecutivo.
Sin embargo, la guerra por Colima afecta a pobladores de Jalisco, donde Oseguera Cervantes mantiene el grueso de su poderío y, probablemente, también se oculta. La ciudad de Puerto Vallarta ha registrado pugnas entre los de Sinaloa contra el CJNG. Esta entidad, sin embargo, no elegirá gobernador, pero sí se votará por alcaldías y legisladores.
Sonora ha visto el surgimiento de Rafael Caro Quintero, legendario capo de los ochenta que regresó al negocio criminal tras ser liberado en 2013. Actualmente es el narcotraficante más buscado por EEUU, donde ofrecen 20 millones de dólares por datos de su paradero. El llamado Narco de Narcos opera el Cártel Caborca con sus sobrinos y hacen frente a Los Chapitos.
Alfonso Durazo, ex secretario de Seguridad federal con Andrés Manuel López Obrador, se perfila como el próximo gobernador en su estado natal. Y aunque el combate del crimen organizado es competencia de la administración federal, está por verse si el ex funcionario disminuye índices de violencia con base en su experticia a nivel nacional. Siempre y cuando sea elegido.
Mientras que en Guanajuato, donde solo se elegirán diputaciones y Ayuntamientos, el CJNG no ha terminado por dominar el territorio, toda vez que sobreviven células del Cártel Santa Rosa de Lima, como ejemplo están las fuerzas comandas por el M1.
El Cártel Jalisco Nueva Generación igual ha registrado pugnas en Michoacán, donde el Partido de la Revolución Democrática se juega su último bastión en la gubernatura.
De acuerdo con datos de la consultora DataInt, la guerra del Mencho es contra Cárteles Unidos (concilio de Viagras, Caballeros Templarios, Blancos de Troya y Cártel de Tepalcatepec), la Nueva Familia Michoacana y algunos grupos de Autodefensas.
Aunque el foco de violencia es en la costa, el sur y noroeste, en la zona oriente que limita con el Estado de México también operan Los Correa y la vieja Familia Michoacana. El puerto de importancia en este estado es el de Lázaro Cárdenas. Pero también es zona de codicia por su importante actividad agrícola y minera.
Guerrero, en la costa del Pacífico, es disputado por al menos 15 grupos delictivos. Se trata del estado con mayor producción de amapola, cuya goma es utilizada para la fabricación de heroína. En las encuestas por la gubernatura lidera Morena, el partido en el poder. El puerto de Acapulco como la sierra son las zonas de mayor conflicto.
La disputa regional de esta entidad también afecta a Morelos, pues en ambos estados operan el CJNG, los Tlacos, los Rojos, Guerreros Unidos y/o la Bandera, así como la Familia Michoacana, entre otros remanentes de lo que fuera el Cártel de los Beltrán Leyva.
Nayarit no está considerado en el análisis de DataInt, sin embargo, la facción del Mayo Zambada destinó a un grupo especial, Flechas MZ, para frenar a las fuerzas de Oseguera Cervantes. Esta entidad igual pone en el juego electoral su próxima gubernatura.
En San Luis Potosí también se votará por el ejecutivo estatal. La zona es disputada por el CJNG contra el Cártel del Golfo y la célula de Los Alemanes, así como remanentes de Los Zetas. Cabe destacar que Sinaloa igual cambiará de gobernador o gobernadora, pero ahí no hay mayores amenazas para el grupo del Mayo Zambada y Los Chapitos. Su hegemonía en el estado data de al menos tres décadas.
Entidades como Tamaulipas y Nuevo León están en pugna entre el Cártel del Noreste y el Cártel del Golfo. En Aguascalientes, Oaxaca y Quintana Roo se ha mostrado presencia del CJNG y el Cártel de Sinaloa. En el Estado de México la batalla principal es entre las fuerzas del Mencho y los hermanos Hurtado Olascoaga: el Pez y la Fresa. Mientras que en Veracruz algunos grupos enemigos son el cártel de las cuatro letras contra el llamado Grupo Sombra.
<b>Asesinatos durante proceso electoral</b>
Las agrupaciones delictivas estarían vinculadas a los 70 asesinatos de quienes fueron cercanos al proceso electoral, entre septiembre de 2020 al 25 de abril de este año. La cifra de DataInt considera a personas (y sus familiares) que participaban o participarían en las elecciones, así como autoridades electas.
Se trata de 28 aspirantes o candidatos; 24 militantes o dirigentes; 11 familiares y siete autoridades electas. La mayoría de estos hechos fueron en Veracruz, donde se suscitaron 11 homicidios. Le siguen Guanajuato con ocho y Oaxaca con siete. Estado de México, Guerrero y San Luis Potosí tuvieron cinco casos cada uno.
Baja California, Chiapas, Jalisco y Michoacán con cuatro por entidad. Mientras que en Morelos y Puebla fueron tres asesinatos por estado. Chihuahua y Quintana Roo con dos cada uno; Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas tuvieron al menos un asesinato asociado al proceso electoral y la vida política.
Sin embargo, la consultora Etellekt destaca que el número sería de 79 perfiles desde que inició el proceso de elecciones, en septiembre del año pasado. Al sumar homicidios, amenazas, robos o secuestros, entre otras agresiones, hay un total de 443 víctimas hasta el momento durante las campañas, lo que supera las cifras de las pasadas elecciones presidenciales.
Con 21,368 cargos y 15 gubernaturas en disputa, las elecciones del próximo 6 de junio serán las más grandes en la historia de México. También se renovará la Cámara de Diputados y serán electos 500 legisladores, 300 por mayoría relativa y 200 por la vía plurinominal.
Se prevé la participación de 94,800,000 ciudadanas y ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral; unos cinco millones más que en 2018. Para ello será necesaria la instalación de 161,000 casillas de votación, 4,000 más que en los comicios de hace tres años.
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