El “Ruso” vs el “Nini”: cómo las violentas células del Cártel de Sinaloa sacuden a Baja California

En la organización gravitan dos generaciones de narcos: unos en retirada franca por razones de edad y los más jóvenes, quienes no siempre miden las consecuencias

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La ciudad fronteriza de Tijuana,
La ciudad fronteriza de Tijuana, ha sido parte de los embates de las disputas de las células del Cártel de Sinaloa (Foto:EFE/Joebeth Terríquez)

Cinco meses después del arresto de Joaquín el Chapo Guzmán —el 22 de febrero de 2014 en Mazatlán, Sinaloa— la DEA confirmó que Iván Archivaldo Guzmán Salazar tomó el control dejado por su padre. Como parte de su plan de expansión, el Rey de la cocaína extendió su poderío a la región norte del país, concentrándose principalmente en Baja California.

El estado, con 3,769 millones de habitantes, es la puerta de entrada a Estados Unidos, y Los Chapitos —hijos de Joaquín Guzmán Loera— irrumpieron en él bajo un sol de justicia.

La historia confirma que aunque el narcotráfico siempre estuvo presente en Baja California —uno de los primeros grupos en asentarse fue el cártel de los Arellano Félix— no fue sino hasta la llegada de los también llamados Menores que la ola de violencia se acrecentó.

De acuerdo con el semanario Zeta Tijuana, Pablo Edwin Huerta Nuño, el Flaquito, fue reclutado por los Chapitos para tomar control total de las rutas de venta de droga y trasiego en la zona costa de Baja California. A la estrategia también se unió la célula criminal de Los Cabos, un grupo de ex gatilleros del CJNG.

A su arribo a la entidad, Los Chapitos utilizaron la doble estrategia de “golpear y negociar”. Se apoderaron de territorios en manos de su socio, Ismael el Mayo Zambada, pero también invitaron a algunos operadores de los cárteles de los Arellano Félix y Jalisco Nueva Generación a sumarse a la cruzada. Los Cabos aceptaron la invitación.

Iván Archivaldo Guzmán (extrema derecha),
Iván Archivaldo Guzmán (extrema derecha), el más violento de los hijos del Chapo, trasladó su violencia al estado de Baja California (Foto: Infobae)

De acuerdo con Zeta Tijuana, para la célula delictiva no resultó muy atractiva la estructura criminal del CJNG en el estado del norte, por lo que aceptaron luchar contra Nemesio Oseguera Cervantes, a quien años atrás habían defendido.

Fue así como empezó la guerra por el estado de Baja California. Los Chapitos empezaron a asesinar a narcomenudistas del Mayo Zambada y reclutar jefes de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación.

En los últimos meses, los hijos de Joaquín Guzmán Loera se han apuntado muchos éxitos en el reclutamiento de operadores de grupos rivales. Pablo Edwin Huerta Nuño, alias el “Flaquito”, ex integrante del Cártel de los Arellano Félix, estaría ahora al mando de Los Chapitos, reveló Zeta Tijuana.

“Entre 2018 y 2019 hizo pactos de no agresión con René Arzate García “La Rana”, del Cártel de Sinaloa, y también se alió al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por un tiempo. En 2020 empezó a tener problemas con sus aliados porque reclutó abiertamente al “Cabo 20”, escindido de Jalisco desde mediados de 2018″, advierte el semanario.

Aunque cada cártel ha logrado consolidar zonas de influencia, es difícil trazar las líneas de frontera.

El liderazgo de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, se fue al cielo después de haber doblegado al gobierno durante el operativo para detener a Ovidio Guzmán. Tenían operando desde 2005, según reportes judiciales de Estados Unidos, aunque entonces el gobierno no se enfocaba en ellos porque toda su atención estaba sobre su padre, Joaquín Guzmán Loera, Ismael el Mayo Zambada, Víctor Emilio Cazares Salazar y los hermanos Beltrán Leyva.

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