El Centro Histórico es un lugar muy importante en la vida del magnate mexicano Carlos Slim Helú, considerado el hombre más rico de México con una fortuna de 55 mil 930 millones de dólares. Esto porque su padre y tío, Julián y José Slim, fundaron una mercería llamada La Estrella del Oriente, en lo que hoy es la calle Venustiano Carranza. El negocio familiar se volvió muy exitoso en poco tiempo.
Esto hace que la relación del presidente de Grupo Carso tenga un lazo muy fuerte con la zona, y tal vez fue una de las razones por la que aceptó contribuir en 2002 a la restauración del corazón del país.
En ese año, quien fuera jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, y que ahora funge como presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció que el “rescate” del Centro Histórico se haría en conjunto del gobierno con la Iniciativa Privada, representada principalmente por Grupo Carso, con la finalidad de devolverle su esplendor a la zona.
Fue la mañana del 21 de enero del 2003 cuando AMLO convocó a una rueda de prensa en la que compartió mesa con el Ingeniero Carlos Slim. En ella se informó que, en breve, iniciarían las obras de rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México, con una inversión de al menos 5 mil millones de pesos. La mayor aportación de esta cantidad de dinero correría a cargo de la Iniciativa Privada.
En aquella ocasión, AMLO declaró que el Centro había sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987, pero que con el paso de los años se había convertido en un área de inseguridad y en donde el ambulantaje gobernaba.
“El Centro Histórico que fue declarado por la UNESCO en 1987 Patrimonio Cultural de la Humanidad, se había convertido al paso de los años en un área donde la inseguridad privaba y la anarquía del comercio ambulante acaparaba calles, plazas y avenidas. El abandono y deterioro de incontables monumentos arquitectónicos era ostensible, por lo que el estado de la zona en general, demeritaba el nombramiento hecho por la institución internacional”, dijo AMLO.
Slim Helú, por su parte, declaró al medio Real Estate Market & Lifestyle que rescatar al Centro Histórico era una vieja inquietud contagiada por diversas personas como José Iturriaga, Fernando Benítez, Guillermo Tovar o el Lic. Jacobo Zabludowsky.
“Conozco el centro desde que era niño, estudié en la preparatoria de San Ildefonso; nunca viví ahí pero lo conozco muy bien. Tengo algunos amigos muy importantes que han defendido o defendieron en su momento el Centro Histórico; ellos fueron los inspiradores de este trabajo, porque es un Centro Histórico extraordinario, formidable”, declaró Slim al medio.
También dijo que hacía unos 20 años atrás que se planteaba la idea de que el Centro Histórico fuera más atractivo, y para ello se había formado un fideicomiso de conservación del Centro Histórico y después, por invitación del presidente y el Jefe de Gobierno se creo un consejo relacionado con el Centro. Este estaba conformado por 10 personas, tres del Gobierno federal de alta jerarquía, tres del gobierno de la capital y cuatro de la Sociedad civil.
Antes de esta gran remodelación del Centro de la ciudad, el cambio más importante en la zona se había hecho en 1902, pues fue una de las últimas ocasiones en que se abrieron las calles y y se renovó la infraestructura.
El fideicomiso se daría a la tarea de ejecutar obras de infraestructura, además de proyectos y programas especiales en un núcleo urbano que abarcaría 34 manzanas, delimitadas por las calles de Donceles-Venustiano Carranza; de 5 de Febrero-Monte de Piedad al Eje Central Lázaro Cárdenas y la primera Calle de Guatemala, además de la Alameda Central y la manzana que ocupa el conjunto Plaza Juárez. Posteriormente hubo una segunda fase, en la que se rehabilitó Paseo de la Reforma, considerada la avenida más importante del país.
En lo que fue la Recuperación de Imagen Urbana, se llevaron a cabo diversas acciones, como rehabilitación de inmuebles, limpieza y remodelación de fachadas de edificios, reordenamiento de toldos, anuncios, enseres y mobiliario urbano; cambio del asfalto por concreto hidráulico para avenidas, sustitución de la red de drenaje, cambio de la red telefónica por una de fibra óptica y de la red eléctrica (para hacerla subterránea) así como una iluminación urbana para calles y avenidas.
Según diversos cálculos, la inversión realizada por la Iniciativa Privada fue de un total de 4 mil 500 millones de pesos, que se ocuparon para la compra de inmuebles, remodelación de espacios, y reconversión de otros.
Slim declaró que la remodelación de la zona se había manejado desde dos puntos de vista: desde la parte económica-mercantil y la parte fundacional-social. En la parte social, dijo, sus fundaciones habían apoyado mucho las actividades, y se había formado la Fundación del Centro Histórico, mientras que por la parte mercantil, se formó una sociedad, con el objetivo de comprar inmuebles para restaurarlos, rentarlos en zonas específicas. Puso el ejemplo de la Torre Latinoamericana, que se restauró, se le dio más actividad “o como algunos otros que se restauraron para ser rentados a jóvenes, como una extensión, una alternativa a la colonia Condesa y pudieran vivir ahí y tener una vida cultural intensa”.
Otro de los rubros que se fortalecieron fue la seguridad, pues fue una zona en la que con la colaboración de los dos gobiernos y la Inversión Privada, se hizo capacitación de policía especial, que la hizo el Gobierno de la Ciudad, cámaras de televisión, Centro de Mando, desde el cual se controla y hay una reacción inmediata, en caso de que haya algún problema.
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