Este miércoles una camioneta del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) fue robada e incendiada en el camino de Nahuatzen-Arantepacua. A esta misma zona acudió Juan Antonio Magaña de la Mora, candidato por el mencionado partido a la gubernatura de Michoacán.
Ernesto Núñez Aguilar, dirigente estatal del PVEM, dio a conocer que el auto fue sustraído en Nahuatzen. Esta unidad acompañó al candidato a una reunión con militantes del mismo municipio y formaba parte de una caravana que acompañaría a Magaña de la Mora en una gira por diversas comunidades, con fines electorales.
Por su parte, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán se deslindó del hurto y ataque a la camioneta. Los gobiernos comunales de Nahuatzen y Arantepacua también negaron el haber participado en la acción. No obstante, estos últimos advirtieron que no permitirán que se sigan llevando a cabo labores proselitistas, ni permitirán la entrada de candidatos en las comunidades de Sevina, Nahuatzen, Arantepacua, y otras comunidades purépechas.
Aunque un video de la camioneta en llamas circuló por redes sociales, el candidato a la gubernatura, el líder estatal del partido, y el resto del equipo de campaña, revelaron que se encuentran sanos y salvos y sin ninguna lesión.
Violencia hacia candidatos políticos
A casi un mes de las elecciones intermedias del próximo 6 de junio, calificadas como “las más grandes de la historia del país”, se han registrado 79 políticos asesinados desde que inició el proceso electoral, de acuerdo con la consultora Etellekt en su Cuarto Informe de Violencia Política en México 2021.
Del total, 31 de los casos eran aspirantes o candidatos en los comicios; seis eran mujeres y solo en tres casos están detenidos los presuntos responsables. Además, cuatro están presuntamente relacionados con el crimen organizado.
El 49% de las víctimas mortales pertenecía a la alianza opositora de los partidos Acción Nacional (PAN) Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), el 17% al gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y el resto de otros partidos.
“Pese a lo anterior, la tendencia de ataques letales contra candidatos se ha estabilizado durante abril, al registrarse 3 víctimas mortales, un descenso del 70% en relación a los 10 aspirantes y candidatos que perdieron la vida en atentados durante marzo”, matizó el informe.
Sin embargo, sumando homicidios, amenazas, robos o secuestros, entre otras agresiones, hay un total de 443 víctimas hasta el momento durante las campañas, lo que supera las cifras de las pasadas elecciones presidenciales.
“La cifra de 443 víctimas globales representa un incremento de 64% en comparación al mismo periodo del proceso electoral 2017-2018”, agregó.
El estado de Veracruz es el que más agresiones registra, con 45 víctimas. Le siguen los estados de Guerrero con 23, Oaxaca 20, Michoacán 20, Puebla 18, San Luis Potosí 15, Estado de México 14, Tabasco 14, Quintana Roo 12, Ciudad de México 11 y Guanajuato 10. Esas 11 entidades concentran el 72% de las 282 víctimas globales.
Rubén Salazar, director de Etellekt, señaló en entrevista para El Heraldo que en este proceso creció la toma de instalaciones por parte de militantes y el robo a oficinas de partidos políticos, pero también los altercados en vía pública contra los opositores.
“Es tremendo el número de casos que hay y también de toma de instalaciones de militantes que quedaron inconformes con el reparto de las candidaturas [...] Estamos hablando de agresiones que, incluso, se cometieron por militantes de partidos que van y se pelean con adversarios en vía pública”, subrayó.
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