Nuevas imágenes tomadas por una cámara del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), revelaron otro ángulo del momento en que colapsó el tramo de la estructura de la Línea 12 del Metro la noche del lunes.
En la grabación se aprecia cuando una de las vigas que sostenía el tren, en el intervalo entre la estación Tezonco y Olivos, con dirección hacia Tláhuac, comenzó a deformarse con el paso del convoy, hasta que en el último tramo —los dos últimos vagones— terminó por ceder y caer sobre el camellón y los carriles de extrema izquierda de la Avenida Tláhuac.
Esta nueva perspectiva del accidente también permitió ver el destello de luz que provocó el derrumbe de los cables de alta tensión en el momento de la caída del tramo elevado. Las personas que transitaban en el otro lado de la avenida vieron las luces apagarse y una nube negra de polvo esparciéndose por la vía.
El accidente, provocado por una aparente mala ejecución o falta de mantenimiento, derivó en la muerte de 25 personas.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV) fue la elegida y será la encargada de realizar el peritaje externo con el fin de conocer cuáles fueron las causas que provocaron el desplome de la estructura.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) informó que ya fueron identificados y puestos a disposición de sus familiares, todos los cuerpos de las personas fallecidas en los hechos ocurridos en la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).
La Línea 12 del Metro, que comenzó a construirse en julio de 2018 por un consorcio de empresas que ganaron la licitación pública, siempre fue polémica. La propuesta se elaboraría con 19,500 millones, pero se acordó que se limitaría a 17,500 millones de pesos debido a la crisis económica que se vivía en la capital.
Inaugurada el 30 de octubre de 2012, la línea 12, conocida como la “dorada”, cuenta con 20 estaciones y era la joya de la corona del metro capitalino, un sistema de transporte con más de 50 años de historia y a menudo tachado de obsoleto.
Costó aproximadamente unos 27 mil millones de pesos y fue construida por un consorcio integrado por la francesa Alstom y las mexicanas ICA y Carso, propiedad del magnate Carlos Slim. Los trenes fueron diseñados y ensamblados por la española CAF.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) lo calificó en 2014 como la obra pública más cara hasta la fecha en México.
En el día de la inauguración, el magnate mexicano Slim aparece sonriendo junto con el entonces alcalde capitalino y hoy canciller, Marcelo Ebrard; su sucesor en la jefatura de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera; y el expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Sin embargo, la alegría les duró muy poco. En 2013 se canceló el servicio los fines de semana para la renivelación de rieles.
Y el Gobierno capitalino suspendió en marzo de 2014 el servicio de 11 de las 20 estaciones de la Línea 12 tras encontrar problemas como desniveles, alta vibración y desgaste de las vías que ponían en riesgo la seguridad de los usuarios.
En julio de 2015, se anunció la detención de tres personas relacionadas con la construcción de la línea 12.
Y se buscaba a tres más, uno de ellos era Enrique Horcasitas, exdirector del Proyecto Metro y buscado por la Interpol, aunque posteriormente fue amparado por los tribunales.
Y no fue hasta finales de 2015 que reabrió por completo la línea. “Trabajaremos con mucho ahínco” para mantener la instalación, dijo Mancera.
Ebrard llegó a irse a París en 2015, alegando presiones políticas tras la polémica línea 12. Aunque nunca llegó a ser imputado ni investigado.
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