El día de hoy, 3 de mayo, albañiles a lo largo de todo México se darán una pausa en sus labores para colocar en la parte más alta de la construcción, una cruz adornada con listones y flores. En algunos sitios llevarán a un sacerdote de la iglesia católica para que bendiga la cruz y a los trabajadores, para que el símbolo cristiano los proteja de caídas y otros accidentes mientras realizan la obra.
El rito a la Santa Cruz es otra de las muchas tradiciones originadas en la iglesia católica y que fueron adoptadas por culturas indígenas para darles nuevos significados y características.
El culto a la Santa Cruz, según dicta la tradición romana, se origina en el hallazgo de Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la cruz en la que Jesucristo vivió sus últimos momentos, según cuenta la iglesia católica.
El mito cuenta que en una excavación se encontraron tres cruces que parecían corresponder a la del dios judeocristiano y los dos ladrones que, según cuenta la biblia, murieron el mismo día a manos del imperio romano.
La cruz de Jesús se reveló ante las personas que presenciaron el hallazgo debido a sus supuestas cualidades milagrosas. Según la historia, una mujer con un estado de salud precario se acercó a las cruces. Tocó una y luego otra, sin sentir un mayor efecto, sin embargo, al acercarse a la tercera, su estado de salud mejoró.
También, mientras la cruz era transportada, se estaba llevando a cabo al mismo tiempo un sepulcro, según cuenta la historia. Cuando se le acercó la cruz al difunto, éste resucitó.
De ahí que la iglesia católica, durante el periodo de colonización del territorio indígena en América por parte de la corona española, transmitió el rito a los pobladores originarios, quienes lo adaptaron a sus costumbres.
No hay una versión oficial acerca de la razón por la cual fueron los albañiles quienes se quedaron con el patronazgo de la Santa Cruz. En otras regiones de América Latina, la celebración de la cruz coincide con la época lluviosa y el inicio de la época de cultivos, por lo que colocar el símbolo cristiano es una llamado a la buena fortuna en las cosechas.
En Perú, donde casi un 30% de la población se reconocen como indígenas quechuas, son más latentes las relaciones entre el rito cristiano y las costumbres indígenas que ahí coexistieron durante el proceso de colonización.
En México, por otro lado, fueron los albañiles quienes se apropiaron de la celebración. Una de las hipótesis acerca de por qué son ellos quienes celebran el culto a la Santa Cruz es que, durante la migración de indígenas de otras regiones de México hacia la capital, se trajeron consigo el culto a la Santa Cruz. A su llegada, muchos comenzaron a trabajar en los procesos de urbanización de la ciudad, por lo que la celebración del 3 de mayo la realizaban durante sus obras, probablemente adaptando el rito para que les protegiera durante su trabajo.
En otras partes de México, las cruces se convirtieron en un símbolo de resistencia importante para las rebeliones indígenas. Por ejemplo, durante la llamada rebelión maya en Yucatán, de 1847 a 1853, hubo un momento de la lucha que se caracterizó por la presencia de las “cruces parlantes”.
Se trataban, como el nombre lo indica, de unas cruces que supuestamente hablaban. Estas fueron encontradas por un indígena maya en la selva de Yucatán. En torno a estas cruces se reunían los líderes más importantes de la rebelión maya de aquel entonces, para recibir indicaciones de las cruces parlantes. En un momento donde la rebelión comenzaba a ser debilitada por la avanzada del gobierno mexicano, las cruces funcionaron como un símbolo de resiliencia.
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