Guerrero se ha convertido en una de las entidades cuya contienda electoral ha levantado más controversias a lo largo de los últimos meses. Esto debido a que la candidatura de uno de los partidos más grandes del país, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue definida apenas el sábado 1 de mayo.
Félix Salgado Macedonio, quien inicialmente fue el candidato de Morena al gobierno de Guerrero, fue señalado por varias mujeres, desde dentro y fuera de su partido, por haber cometido presuntos actos de abuso y violencia sexual. En esa ocasión, su partido volvió a lanzar una encuesta para elegir un candidato, pero terminó por ratificar la posición de Salgado Macedonio.
Después, el Instituto Nacional Electoral (INE) también puso en duda la candidatura del candidato favorito de Morena, cuando le retiró la posibilidad de participar en las elecciones por no haber presentado el informe de gastos por su precampaña. La discusión al interior del INE y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) concluyó que Morena iba a tener que elegir un nuevo candidato o candidata.
Durante una encuesta apresurada, Morena decidió que su candidata será Evelyn Salgado, la hija de Félix Salgado Macedonio. Para la periodista de investigación y coautora del libro Narco CDMX, Sandra Romandía, este anuncio no hace sino volver más evidentes los posibles nexos entre las organizaciones criminales que realizan sus operaciones en México y las personas que encabezan las diferentes dirigencias políticas del país.
Ella comienza su columna del día de hoy recuperando el caso de un asesinato ocurrido en Acapulco, Guerrero el pasado 4 de marzo. Ese día, una camioneta color verde con placas del estado de Morelos transitaba por la Diamante de Acapulco, la zona turística más importante de la región, cuando cuatro personas en otro automóvil lo alcanzaron para desprender una ráfaga de plomo y pólvora que terminó la vida del conductor e hirió a su acompañante.
Quien se encontraba al volante de la camioneta verde resultó ser Fernando Delgadillo Hermosillo, conocido también como “El Milko”, un presunto operador de narcóticos para Alfredo “O”, grupo delincuencial que se encuentra bajo las órdenes de Rafael Caro Quintero.
Su acompañante, Rosa Elvira “N” fue transportada al hospital con dos heridas de bala, mientras que atrás quedó el cuerpo de “El Milko”. Según fuentes de la periodista Sandra Romandía, Fernando Delgadillo se encontraba en Acapulco no sólo para el trasiego de drogas, sino para coordinar parte de la nueva estructura que Caro Quintero quiere implementar en la zona.
Los puertos de Acapulco resultan una zona estratégica para el transporte de drogas por vía marítima, pero también para darles entrada al país, donde, según narra la periodista, son enviadas a la Central de Abasto de la capital de México en cajas con doble fondo y otros escondites más sofisticados.
Sandra Romandía describe, además, otro tipo de posibles avanzadas estratégicas de la organización criminal comandada por Caro Quintero. Fuera del dominio territorial y portuario en Guerrero, se encuentran los posibles nexos con las autoridades políticas de la zona.
Resulta que Evelyn Salgado, ahora una de las opciones para la gubernatura de Guerrero, está emparentada por matrimonio con un hombre llamado Iván Alonso Bustamante. Él es hijo de Joaquín Alonso Piedra, quien fue detenido en el 2016 por lavado de dinero en favor de la familia de Caro Quintero. Resulta que, según fuentes de inteligencia de Sandra Romandía, la familia Alonso Piedra administra algunos terrenos sin explotar en la zona turística de Guerrero que fueron heredados de la estructura Criminal que dejó Héctor Beltrán Leyva a Caro Quintero.
La candidatura de Evelyn Salgado (así como la del candidato del PRI Mario Moreno Arcos, emparentado con el criminal Onésimo Marquina) echan luz sobre los posibles nexos entre los principales personajes políticos de Guerrero y las organizaciones criminales que tienen dominio sobre la zona.
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