El exnarcotraficante del Cártel de Sinaloa y el Cártel de Tijuana, José Filiberto Parra Ramos, también conocido como “La Perra”, fue ejecutado la tarde del viernes en un taller mecánico de Tijuana.
Parra Ramos habría recibido varios impactos en la cabeza y el hombro con una pistola 9 milímetros, según lo consignado por La Jornada. Y aunque una ambulancia lo trasladó de la colonia Campos de Tijuana al hospital Regional Número 1 del IMSS, fuentes de la Fiscalía General del Estado consultadas por el medio confirmaron fallecimiento.
Era considerado por la DEA como uno de los 10 sospechosos involucrados en una violenta lucha por el poder tras la separación de los Arellano Félix.
Aunque originalmente fue miembro del Cártel de Tijuana en la década de 1990, “La Perra” dejó las filas de la organización de los Arellano Félix para unirse a su gran rival, el Cártel de Sinaloa, en 2008. Trabajó con Teodoro García Simental (“El Teo”) y Raydel López Uriarte (“El Muletas”) y en abril del 2008 encabezó un enfrentamiento entre sicarios en el que murieron 13 personas.
El ejército estuvo a punto de atrapar a Parra Ramos en dos fiestas a principios de 2009, pero él y García Simental, conocido como “El Teo”, lograron escapar. Sin embargo, el 11 de junio de 2009 fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien informó en un comunicado de prensa que “La Perra” era responsable de decenas de ejecuciones ocurridas en los últimos años en Tijuana durante la pelea entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Arellano Félix.
Durante su estancia en prisión fue considerado reo de alta peligrosidad, pues de manera reiterada fue sometido a segregación y correctivos de parte del Consejo Técnico Interdisciplinario, debido a “las malas actitudes del interno”, a “el carácter irascible”, “arranques explosivos” y sus contantes peleas encarnizadas con otros reos y a la tendencia de “auto-agredirse”.
En 2017, “La Perra” recuperó su libertad al salir del Centro Federal de Rehabilitación Social (Cefereso) Número 13, ubicado en Oaxaca. El proceso penal al que se enfrentó y del que logró ser liberado en 2017, fue por crimen organizado, pese a que la DEA y la Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía) lo vincularon al asesinato de agentes policíacos y de rivales en el tráfico de drogas
De acuerdo con el semanario Zeta Tijuana, fue en el Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales, en Nayarit, donde se decretó la libertad de Parra Ramos en la causa penal 94/2009-II,
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) el Cártel de Sinaloa amplió un 30% su control en el estado de Baja California. La pérdida, según Zeta, fue para el cártel de los Arellano Félix (CAF).
Aunque por algún tiempo, el CAF se creía aniquilado por la presencia de la organización de Ismael el Mayo Zambada, siempre estuvo presente en las regiones norteñas del país. Su supuesta alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y algunas células de los Mayos y los Dámaso del Cártel de Sinaloa, terminaron por afianzar su porder en Baja California.
La Agencia Antidrogas considera que el cártel de los Arellano Félix continúa con su operación, principalmente en Tijuana, sosteniendo un resurgimiento de la violencia en esta frontera.
SEGUIR LEYENDO: