Pese a las decenas de acusaciones que hay en su contra por abuso sexual, Andrés Roemer no se ha detenido. En esta ocasión una mujer estadounidense de 30 años, con raíces mexicanas que vive en Israel, lugar donde actualmente también reside, denunció que el 19 de abril el escritor intentó abusar de ella.
Después de que sus víctimas lo denunciaron formalmente ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), el escritor se fue del país y comenzó a residir en Israel. Ahí contactó con la mujer que dio su testimonio para Reporte Índigo.
A través de “Lissa”, una ejecutiva de bienes raíces que lo ayudó a comprar un departamento en ese país bajo el nombre de “Andrés Rosenberg” conoció a Emma, pues le pidió que le presentara a una “chica mexicana” porque estaba solo, no conocía a nadie y quería socializar.
“Le dijo que estaba solo, que no tenía familia y quería conocer a gente”, dijo Emma al citado medio.
“Me dijo ella, sé que tú eres muy social y creo que le podrías ayudar. Era un cliente de ella, con un presupuesto muy alto, pero fuera de eso nadie sabía nada de él”, recordó.
Apuntó que después de que Lissa le pasó su contacto al escritor, este no tardó en enviarle un mensaje a través de WhatsApp. “Qué gusto, soy Andrés”, le dijo, sin escribir su apellido.
“Una conocida de real estate me pasó tu número, me daría gusto conocerte. Me dice que puedes ayudarme a re-conocer por aquí. Sería un honor, yo vivo en Tel Aviv”, le escribió.
Al inicio le pareció buena idea ayudar a un paisano recién llegado, pues ella había vivido algo similar cuando emigró a Israel, por lo que le propuso ir al Bar 51 localizado en la calle Ha-Yarkon, en la ciudad de Tel Aviv.
Ella hizo la reservación para dos personas en la barra del restaurante bar a las 20:45 horas del 19 de abril.
“Reservé en la barra justamente para que él no malinterpretara y pensara que se trataba de una cita, sino de una plática normal”, dijo.
Con un mensaje de voz que la joven proporcionó a Reporte Índigo se constató que se trataba de Roemer, de 57 años.
Emma refirió que él llegó antes a la cita y estuvo cuestionándola cuál sería la forma en que llegará, si de pie o en automóvil, así como otros comentarios para que dijera su dirección.
El mismo modus operadi
Cuando arribó, el ya había ordenado una botella de vino y comenzó a halagarla ostentosamente, haciéndola sentir incómoda, pues también le cuestionó: “¿Eres una chica de zapatillas o de bolsa, de mezcal o de vino; del cero al diez, ¿qué tan celosa te consideras?… ¿Has salido con hombres mayores que tú?”.
Ella notó el anillo de casado que tenía Andrés en su mano, y este aceptó que tenía una esposa de “casi la misma edad”, mientras le mostraba la cuenta de Instagram de Pamela Cortés.
No obstante, cuando ella le preguntó qué lo había llevado a Israel, este no le dijo nada sobre las acusaciones de abuso sexual y se limitó a decir que estaba haciendo Alía, es decir, retornando a la tierra prometida, una forma que tiene la comunidad judía de expresarse.
Ella señaló que le pareció extraño, ya que por la crisis sanitaria por COVID-19 las medidas son estrictas para extranjeros, pues no se les permite ingresar salvo casos excepcionales.
“Si estás haciendo Aliá significa que no eres un ciudadano, entonces ¿cómo entraste?”, le preguntó. “Tengo conocidos y ellos me ayudaron a entrar. Ya después sabrás más sobre mí, pero fíjate, de hecho, yo tengo una calle aquí en Israel con mi nombre”.
Emma dijo que todo ello le pareció extraño, sumado al hecho de que no estaba con su esposa. Relató que más tarde las cosas fueron aún más incómodas y raras, ya que comenzó a tocar sus manos e insistir en su belleza.
“En ese momento comencé a tomar distancia. Lo intentó mínimo unas tres veces. Seguía diciendo que estaba muy hermosa. A medida que tomó más copas, agarró confianza y me dijo que, si tuviera 20 años menos, me conquistaría, y si no estuviera casado también”.
Posteriormente le dijo que estaba preparando un trabajo sobre la pintora mexicana Frida Kahlo en ese país y que había muchas personas que invertirán dinero, por lo que le ofreció trabajar con él, ya que sería una “gran oportunidad laboral” para ella.
“Me dijo que él era embajador de la Unesco y que había quiénes invertirían muchísimo dinero en ese proyecto y que estaba buscando a alguien que se quisiera comer al mundo en ese trabajo”.
Recordó que Roemer seguía tomando sin medida y haciéndole preguntas incómodas como si quería poner celoso a su exnovio con él, mientras que intercalaba comentarios de su posición en México como: “Si tú supieras quién soy, cambiarías tu forma de pensar”.
“Luego me dijo ‘Bueno, ya que no te puedo tener para mí, me gustarías para mi hijo. Mi hijo es muy inteligente, creo que serías fenomenal para él ya que no puedes ser mía’”.
Ella dijo que esa pregunta le hizo sentir denigrada, ya que no encontró posible que alguien diga “¿no te puedo tener y entonces te quiero para mi hijo?”.
Le mostró fotografías de su casa en la colonia Roma, y le dijo que le gustaría llevarla ahí. Dijo que afortunadamente una mesera del lugar es su amiga y se acercó a ellos cuando notó que Roemer la estaba incomodando. Antes de despedirse le insistió en pensar la oferta laboral.
Emma dijo que al día siguiente él le escribió por WhatsApp: “Un gusto platicar ayer. Espero todo bien contigo. Saludos”.
Sin embargo, para ese momento ya había descubierto con quién había estado y se le heló la sangre al pensar que ha abusado sexualmente de más de 50 mujeres y que ella pudo haber sido otra víctima más.
“Después de platicar me metí al Instagram de su esposa y vi que la cuenta de él estaba desactivada, eso me pareció muy raro en alguien que dice ser una figura pública. Una de mis amigas mexicanas fue quien me dijo ‘Cuidado, en México lo están buscando por abuso sexual’”.
“Yo me quedé helada. No sabía qué pensar, saber que enfrente de mí estuvo un hombre que ha abusado de tantas mujeres. Me puse a pensar en todas las cosas que pudieron haber sucedido mal si yo no hubiera estado consciente de lo que estaba sucediendo”, dijo.
Señaló que es inaudito que el gobierno de Israel le haya permitido el acceso a un extranjero cuando las medidas son estrictas por la pandemia y que considera que las mujeres en Israel también se encuentran en peligro si se encuentran con Roemer.
“Empecé a pensar en la corrupción que está ocurriendo en México, cómo es posible que por el poder la gente como él esté libre, en otro país, conectando con personas. Aquí creo que también deberían hacer algo”, aseveró.
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