Un estudio ha revelado que alrededor de un tercio de los 128 millones de habitantes que tiene México podrían haber estado expuestos al coronavirus hacia finales de 2020. El dato se basa en un análisis aleatorio de muestras sanguíneas realizado entre febrero y diciembre.
Se encontraron anticuerpos en 33,5% de las muestras en bancos de sangre y exámenes de laboratorios médicos de México.
Los niveles varían según las regiones: la mayor tasa de exposición se encontró en el noroeste, desde Baja California hasta Chihuahua, con un 40,7%. La más baja fue en el occidente del país con 26,6%. En general, las zonas a lo largo de la frontera con Estados Unidos tuvieron un mayor índice.
Víctor Borja, del Instituto Mexicano del Seguro Social, dijo que la tasa pudo haber aumentado hasta en un promedio de 10 puntos porcentuales a nivel nacional después del marcado repunte de infecciones de enero. Pero incluso si la tasa actual de exposición es del 43,5%, Borja subrayó que el país aún está lejos de alcanzar la inmunidad colectiva.
Las autoridades han insinuado que con casi 350.000 decesos relacionados con el virus, y alrededor de 40 millones de mexicanos expuestos, la tasa de mortalidad podría ubicarse por debajo del 1%.
Además, el estudio dejó entrever que alrededor del 86% de los infectados habían desarrollado anticuerpos efectivos, pero el 14% no lo hizo y podría infectarse de nuevo.
Las autoridades mexicanas también anunciaron la detección de tres casos de la variante sudafricana del virus el martes. Anteriormente ya se habían detectado infecciones con la variante británica y la brasileña en el país, pero México realiza relativamente pocas pruebas de diagnóstico.
El país ha recibido alrededor de 22,6 millones de dosis de vacunas y administrado alrededor de 17 millones, que abarcan a unas 12 millones de personas, algunas de las cuales ya recibieron dos dosis. Eso sigue siendo una cifra muy baja para un país de 126 millones de habitantes. México ha vacunado a muchos de sus residentes mayores de 60 años y planea empezar a vacunar a las personas de entre 50 y 59 años a partir de mayo.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell dijo que México empezará a recibir pronto vacunas de Pfizer elaboradas en Estados Unidos, en lugar de las procedentes de Europa. Eso facilitará la logística de importación de las vacunas.
México registra más de 216.000 muertes por COVID-19 confirmadas mediante análisis, pero el país realiza tan pocas pruebas diagnósticas que muchas personas fallecen sin que se les practique una.
Una revisión preliminar del gobierno a las actas de defunción deja entrever que el número de muertes excedentes atribuibles a COVID-19 llegó a 316.344 a principios de marzo. Desde entonces se han confirmado 29.395 defunciones por la enfermedad, para un total de 346.110.
Precisamente, en entrevista con Infobae México, la Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie advirtió que es “un poco engañoso el panorama que se está viviendo en estos momentos en México”, refiriéndose a la relativa calma que ahora se vive en el país, que registra bajas en contagios y ocupación hospitalaria.
Para la Doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard, un tercer repunte del virus es inevitable. Los principales motivos, mencionó, son las nuevas variables de la enfermedad que se están presentando –muy seguramente ya con presencia en suelo mexicano– y el lento avance de la vacunación en el país cuya cobertura con el antídoto, en el esquema completo –6.096.954 personas– apenas alcanza el 5% de la población.
La especialista, también jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, comparó la situación que viven actualmente en países como la India o Brasil, donde se presentan repuntes alarmantes, con lo que puede avistarse en un futuro no muy lejano para México.
Y es que son países, describió, en los que se relajaron las medidas de protección ante una aparente baja de contagios. También son lugares en los que no se han establecido acciones de contención del virus, “encaminadas hacia detener la propagación”, señaló.
El riesgo es que en ese tipo de zonas, incluido México, “las variantes se están propagando silenciosamente”, enfatiza la doctora, “y ahí están reproduciéndose, propagándose”, lo que al final de cuentas se vuelve algo imposible de parar.
Entonces, para la investigadora, lamentablemente México va encaminado a ese fatal destino. En primer lugar, por la relajación de las medidas, tanto del gobierno como de la ciudadanía. En segundo, porque las autoridades siguen sin apostar por una estrategia de contención de casos. Y la tercera razón, y probablemente la más delicada, porque no se está haciendo nada por localizar las nuevas variantes del virus para frenar su propagación.
Con información de AP
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