Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado en más de una ocasión que los efectos de la pandemia de COVID-19 en el país pudieron ser peores, señalando una buena gestión por parte de su administración, las familias mexicanas han sido las que más han resentido la baja de sus ingresos debido a la contingencia.
Así lo reveló una encuesta “Riesgos que importan 2020” realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) levantada en 25 naciones: Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, Corea, Lituania, México, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suiza, Turquía y Estados Unidos.
Según los resultados, seis de cada 10 habitantes (66.1%) perdieron su trabajo o su negocio en México, sufriendo algún tipo de dificultad financiera. Una proporción lejana del 31% que arroja la media de los países OCDE.
Si bien las familias de Turquía y Chile tienen el mismo nivel de pérdidas de ingreso por la privación que México, contra 17% de los consultados en Dinamarca o el 18% de Alemania, la diferencia en el impacto de la crisis económica radica en el gasto social que históricamente destinan los países ricos y los países pobres, consignaron expertos de la OCDE en la encuesta.
Hasta el 26.4% de los mexicanos consultados dijeron que han fallado en el pago de sus gastos corrientes; 40.1% tomó dinero de sus ahorros o vendió bienes para compensar el choque a sus ingresos; 27% pidió prestado a amigos o familiares; 18.7% tomó créditos adicionales; 7% pidió asistencia a organizaciones de caridad; 10.7% pasó hambre; 1.3% perdió su vivienda por no poder pagar una hipoteca o renta y 2.2% se declaró en bancarrota.
Además, la falta de un sistema de seguridad social que cubriera el empleo frente a choques como la pandemia ha resultado en que quienes perdieron su trabajo se vieran más afectados. La OCDE reporta que en este grupo 90.5% dijo verse en aprietos de dinero; pero incluso en aquellos hogares donde no se registraron pérdidas de empleo las presiones financieras llegan a 57.4 por ciento. En estos rubros México encabeza entre los 25 países consultados para el estudio y cuyo promedio fue de 67.7 y 26.3 por ciento, respectivamente.
Asimismo, hay una generalizada preocupación por el bienestar social y económico para los dos próximos años, según la encuesta. El 82.2% de los mexicanos consultados dijo sentir esta incertidumbre, escala a 87.6% en los hogares en que se registró la pérdida de empleo, pero no se queda muy abajo entre quienes mantienen sus ocupaciones, la inquietud llega a 80.2 por ciento.
Incluso, ocho de cada diez se sienten inseguros de poder completar el gasto a fin de mes, un total de 80.7 por ciento; sube a 88.1 en los hogares en que se perdió algún trabajo, pero también alcanza 78% en donde se mantuvieron las fuentes de ingreso laboral. Esta incertidumbre de la población para cubrir sus gastos sólo se ve rebasada por los habitantes de Chile y Grecia.
La OCDE mostró que las demandas de un mayor apoyo gubernamental son comunes, independientemente de la seguridad laboral durante la pandemia. En México alcanzaron a 89.8% de las personas encuestadas que dijo que el gobierno debe hacer más para garantizar el bienestar social y económico de la población. Es el segundo país donde más extendida está la exigencia, sólo detrás de Chile, donde 92.9% lo considera así.
De acuerdo a la última actualización de la Secretaría de Salud (Ssa), México ha acumulado más de 2.3 millones de contagios y más 215 mil defunciones a causa del SARS-CoV-2.
Actualmente, es el tercer país del mundo con más muertes y el número 14 en de contagios, según la Universidad Johns Hopkins.
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