La inminente expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el país hizo saltar las alarmas en varios estados de México. Las autoridades y los expertos en seguridad se mostraron preocupados ante un posible recrudecimiento de la violencia por las disputas que pudieran generarse con su competencia más fuerte, el Cártel de Sinaloa.
Como muchas otras historias, la del Cártel de Sinaloa y sus enemigos de Jalisco pasó por amistad traición y muerte. El líder del CJNG, Nemesio Oseguera, el Mencho, era sicario de Orlando el Lobo Nava Valencia, cabecilla del extinto Cártel del Milenio, quien a su vez era brazo armado de los sinaloenses para exportar droga a Estados Unidos. El Mencho traicionó a su jefe y creó su propia organización criminal: fijó Jalisco como centro de operaciones y formó varias células y las puso a las órdenes de Joaquín el Chapo Guzmán y el Mayo Zambada.
En 2010, ambos cárteles rompieron sus nexos. Desde entonces, iniciaron una guerra por controlar las regiones de México. La disputa de estas organizaciones criminales puede observarse en Aguascalientes, Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Jalisco, Quintana Roo, Colima y Zacatecas. En esta última entidad —de 1,622 millones de habitantes— los criminales iniciaron una guerra en 2015, pero la violencia se agudizó el año pasado, cuando al menos 80 hombres del CJNG arribaron al estado controlado en su mayoría por el Mayo Zambada.
La Universidad de Uppsala, en Suecia (Europa) que cuenta con un Departamento de Monitoreo de Conflictos asegura, sin embargo, que la organización actualmente dirigida por Ismael Zambada García y los hijos de Joaquín Guzmán Loera —actualmente sentenciado a cadena perpetua— tiene otros frentes en el país.
Según el mapeo de la institución, de 2011 a 2019 el Cártel de Sinaloa registró al menos 1,569 enfrentamientos con diferentes organizaciones criminales. El mayor número de choques han sido reportados con el CJNG, con 644. Seguido del Cártel de Juárez (508), con quienes lucha por el control de la franja fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua.
En 2008, inició la guerra más cruenta que el Cártel de Sinaloa haya enfrentado: la lucha con la organización de los Beltrán Leyva con la cual, de acuerdo con el Monitoreo de Conflictos, tuvo 142 eventos violentos de 2011 a 2019.
El conflicto comenzó luego de la captura de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, quien entonces era el principal operador del grupo delictivo con el mismo nombre y uno de los jefes criminales más importantes del Cártel de Sinaloa. Esa captura habría de desatar una guerra sin precedentes al interior de CDS, misma que habría de alcanzar su máximo punto de tensión el 8 de mayo de 2008, cuando un grupo de sicarios asesinó a tiros a Édgar Guzmán López, hijo del Chapo.
La guerra separó a los Beltrán Leyva del Cártel de Sinaloa lo que eventualmente propició una guerra por los estados de Sonora y Sinaloa.
La Universidad de Uppsala establece que otras organizaciones con las que se han enfrentado los sinaloenses son Los Zetas, el Cártel del Golfo y la Mochomera.
Aún cuando en los últimos años han caído los principales jerarcas del Cártel de Sinaloa, los narcos sinaloenses siguen controlado los principales mercados en México y Estados Unidos.
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