Christopher Landau, el exembajador de Estados Unidos en México, dio una mesa redonda titulada “Misión México”, auspiciada por el Consejo de Embajadores Norteamericanos, donde criticó, entre otras cosas, la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el crimen organizado y los llamados Cárteles de la droga.
Landau aseguró que el problema de los cárteles de la droga en México es algo que debe tomarse con mucho cuidado, y con mucho tacto desde el hecho de a quiénes llamamos cárteles, y a quiénes no.
En ese contexto, aseguró que hacer algo desde su posición de embajador fue un reto verdaderamente difícil, pues además de que los cárteles controlan “aproximadamente el 35% o 40% del país”, el presidente se lo ha tomado muy a pecho.
Aseguró que dentro de la agenda ambiciosa y repleta de programas sociales de Andrés Manuel López Obrador, el crimen organizado “es algo así como su Vietnam”, como una distracción, por lo que su lucha en contra de ellos es legítima.
Sin embargo, Christopher Landau consideró que se ha adoptado una posición “laissez-faire” o “dejen que hagan”, lo que le pareció realmente preocupante tanto para los Estados Unidos, como para los mexicanos, pues los delincuentes ya se volvieron muy inteligentes.
En este contexto, recordó el reciente atentado contra la vida del Secretario de Seguridad Pública de la CDMX, Omar García Harfuch, a manos del Cartel Jalisco Nueva Generación a plena luz del día.
En este caso, consideró que no se hizo absolutamente nada por corregir dichas actitudes, y únicamente se deslindaron de los hechos, asegurando que “era suficiente, y no podían aguantar ese tipo de violencia”.
Lo anterior sucedió, dijo, porque AMLO es muy insistente en tratar de evitar la violencia y los conflictos, tal como pasó con la captura del hijo del Chapo, a quien soltaron inmediatamente.
Y aunque aseguró que trató de involucrarse con el combate al flujo de armas ilegales desde los Estados Unidos, con todo respeto a las leyes de uso de armas en su país natal, mismas que terminan en manos criminales, consideró que México, al ser un país sumamente nacionalista, nunca dejaría que un extranjero les dijera qué hacer dentro de su estrategia de seguridad.
El estadounidense también habló sobre los adversarios estratégicos en América del Norte, de la negociación de cooperación migratoria, de la lucha en su país contra los cárteles de la droga y del ascenso de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México.
De acuerdo con el ex embajador, todo se debió a los gobiernos que ejerció el PRI, y desde luego el que consideró un desprevenido estado a manos del PAN con Vicente Fox y Felipe Calderón.
En este sentido, aseguró que AMLO únicamente capitalizó que en el año de la alternancia, Acción Nacional fue incapaz de “tomar una escoba y limpiar la casa”, sin olvidar mencionar que consideró al presidente la perfecta criatura de una “política doméstica”.
“El mexicano promedio estaba harto de la corrupción, y se volvió hacia AMLO, quien ofreció un cambio real y les está dando algún cambio bastante significativo, aseguró Landau.
Durante la mesa redonda, el embajador también habló de la crisis COVID-19, de cómo se basó en la relación México-Estados Unidos durante su periodo y cómo ha cambiado el Servicio Exterior desde que su padre, George Landau, se desempeñó como Embajador tres veces en las décadas de 1970 y 1980.
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