La ola de violencia que estos días recorre buena parte de Sinaloa tiene la marca del crimen organizado. En el estado —bastión del poderoso Cártel de Sinaloa—, los narcos han hecho sonar su artillería pesada, envueltos en una nueva narcoguerra. Guerra interna, una pelea al interior de dicho grupo criminal.
Pero el repunte de los últimos días tiene explicaciones más allá de las disputas del cártel liderado por Ismael Zambada García, el Mayo y Los Chapitos. El semanario local Ríodoce especialista en narcotráfico en aquella región lo achaca, en parte, a las futuras elecciones intermedias próximas a celebrarse el 6 de junio.
Las amenazas y agresiones de los narcos sinaloenses tienen mucho que ver con los procesos electorales, pues ellos ya han fijado sus posiciones.
En Escuinapa —la sexta ciudad en importancia del estado de Sinaloa— se registró la primera amenaza de la organización del Mayo a un candidato. Se trata del aspirante de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de la región, Hugo Enrique Moreno Guzmán.
El candidato, de acuerdo con Ríodoce, denunció el 17 de abril ante el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa agresiones por parte de comandos armados, en las comunidades Isla del Bosque, Palmillas, La Concha y Teacapán. Le advirtieron que se retirara de las regiones o de lo contrario les iba a disparar. Moreno Guzmán aseguró que los presuntos criminales les dejaron dicho a él y su equipo de campaña, que los únicos aspirantes con permiso para entrar son los del Partido Sinaloense y Morena.
Escuinapa estos días está que arde. El miércoles pasado, policías preventivos fueron agredidos por hombres armados. El semanario local detalla que todo comenzó cuando los uniformados, que revisaban un vehículo, se percataron que las placas no correspondían a la unidad, los sujetos respondieron con una agresión e inició una persecución, en la que participaron otros civiles armados.
En la refriega, un policía resultó herido de bala y otro con un golpe en la cadera. Los reportes advierten que ambos se encuentran bien.
El choque, al sur de Sinaloa, habría obedecido a una reacción a los patrullajes que se realizan en la región.
Las zonas donde se libran estas sangrientas batallas llevan años abandonadas por las autoridades que miran para otro lado. Son lugares alejados de las ciudades por horas de caminos de terracería como los municipios de Concordia y San Ignacio (al sur de Sinaloa). En estos focos rojos de la violencia, los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) declinaron sus candidaturas por cuestiones personales.
Esmeralda Zatarain, aspirante a la alcaldía de Concordia, hizo pública su renuncia a través de Facebook, donde especificó que su declinación se debía a asuntos personales. El candidato al municipio de San Ignacio, Luis Alberto Sandoval desistió a su carrera política alegando también cuestiones personales.
Pero no son las únicas ciudades donde la delincuencia campa a sus anchas. En Culiacán —capital de Sinaloa— Aáron Rivas, considerado el segundo candidato del PRI renunció de un día para otro. Según Ríodoce, recibió amenazas del narcotráfico.
La periodista mexicana, Anabel Hernández, señala que el Mayo Zambada está cada vez más atento a los procesos electorales a nivel estatal “no sólo porque ahí está asentado el corazón de su poder criminal y su familia, sino porque ahí están muchos de los negocios legales que le permiten lavar su dinero”, asevera.
SEGUIR LEYENDO: