En los últimos meses del 2011, un amenazante video de Anonymous se propagaba en Youtube. En él, un hombre vestido de traje, corbata y una máscara de Guy Fawkes declaraba un enfrentamiento directo contra Los Zetas, uno de los grupos del crimen organizado más despiadados de México.
“Ha cometido un gran error al llevarse a uno de nosotros”, aseguró al dar a conocer que el cártel mexicano había secuestrado a un respetado miembro de su organización que realizaba Paperstorm en Veracruz.
La amenaza de Anonymous Iberoamérica iba muchos más allá, si Los Zetas no dejaban ir a su compañero, revelarían nombres de policías, taxistas y periodistas que estaban íntimamente ligados con el narcotráfico en México. “En caso de ser necesario los publicaremos hasta con su dirección a ver si así el gobierno los detiene”, mencionaron. “Nosotros no podemos defendernos con un arma, pero si podemos hacer esto con sus carros, casas, antros, bares, prostíbulos y todo cuanto posean, todos sabemos quiénes son y donde se encuentran”, amenazaron.
Apartir de entonces comenzarían una series de ataques cibernétcos bajo la llamada Operación Cartel (#OpCartel). De hecho, una fuente con acceso a las operaciones de los hackers dio a conocer al New York Times podrían revelarse los datos de los 100 contactos principales de los Zetas.
Pocos días despues, un mensaje en Facebook señalaba al gobierno mexicano por “contaminar” la operación de Anonymous contra el cártel poniendo en duda la veracidad de la información que revelarían.
El 5 de noviembre del 2011 era la fecha límite para la liberación del secuestrado. Los días pasaban, mientras las redes sociales se inundaban de mensajes a favor y en contra de ambas organizaciones fuertes, peligrosas y alejadas de los lineamientos legales convencionales.
Mientras esto sucedía, la agencia de inteligencia privada Strategic Forecasting advirtió el alto riesgo de que el narco mexicano saliera a cazar a los miembros de Anonymous.
“Aún si no tienen a una persona bajo custodia, no me sorprende si Los Zetas salieran a buscar más miembros de Anonymous”dijo Scott Stewart, vicepresidente de inteligencia táctica de Stratfor, en entrevista con CNN. ““Es como una de esas películas de los años 50, El hombre lobo contra Frankensein. Son criaturas incompatibles que combaten de diferentes formas.”
En las siguientes semanas presentaron unas pocas revelaciones, entre ellas, la intervención del sitio web de Gustavo Rosario Torres, ex fiscal de Tabasco, pues su página mostraba un anuncio en el que se leía: “Es Zeta”, en lugar de su imagen habitual.
Aunque el anonimato en línea no representaba la mejor opción, los hackers aseguraron que: “ya era hora de decir basta de la terrible situación provocada por la falsedad del gobierno y la falta de escrúpulos de las personas que no se preocupan por el bienestar de sus semejantes”.
Sin embargo, en sus mensajes exhortaban a la población a evitar formar parte del conflicto si no se contaba con la seguridad identitaria apropiada para participar. Además, pidió que las personas no se identificaran públicamente como parte de la organización para no ser atacados por el cártel.
Así transcurrió el plazo asignado para la liberación. El 4 de noviembre de 2011, Anonymous informó que su compañero había sido liberado. “Podemos decir que, aunque magullado, está sano y salvo”, escribieron en redes. Pero el asunto no concluyó sin una última advertencia de Los Zetas: “si Anonymous desvela algún nombre relacionado con el cártel, la familia del anónimo retenido sufrirá las consecuencias, por cada nombre del cártel revelado, diez personas serán ajusticiadas”.
SEGUIR LEYENDO: