Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como “El Negro” Durazo, fue jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, durante el sexenio de José López Portillo, entre 1976 y 1982. Es recordado por sus actos de corrupción, se le acusó de asesinato, tortura, tráfico de drogas acopio de armas y de cobrar mordidas y extorsiones a los policías que trabajaban para él.
También es recordado por los lujos que tenía. Uno de ello es El Partenón, una lujosa propiedad que perteneció al Negro Durazo, la cuál se asemeja al templo que adorna la Acrópolis de Atenas, en Grecia.
Esta propiedad se encuentra en Zihuatanejo, en el estado de Guerrero, mide más de 20 mil metros cuadrados y se estima que costó más de 700 millones de pesos. La mansión que se encuentra abandonada desde más de 35 años, aún así, no se encuentra vandalizada, solamente tiene algunas pintas en las paredes. Tiene un comedor de mármol en el que caben unas 22 personas, y está adornado con simbología de arte griego. También tiene 42 pilares que la sostienen.
Cuenta con una piscina de más de tres metros con vista al Océano Pacífico, que está rodeada por una docena de estatuas que adornan los jardines, y se sabe que en sus buenos tiempos había, a las orillas, faisanes y cisnes, lagartos disecados, venados de bronce y un elefante de marfil, así como un par de perros de cerámica. El portón de la entrada mide 10 metros de largo. En las habitaciones hay espejos sobre los muros y los techos, además de un jacuzzi al aire libre. Cuenta con algunas estatuas del arte griego que aún se encuentran en el lugar, ya bastante deterioradas por el paso de los años y el abandono.
También tiene con una pista de baile que tenía luces instaladas en el techo, algunos murales con motivos de Grecia, y una cantina. Se sabe que muchos de los meseros y sirvientes que tenía a su disposición en su mansión eran policías de la Ciudad de México. También, se sabe, muchos policías fueron utilizados como albañiles para construir la mansión.
En la entrada se encontraban réplicas de la Venus de Milo, Minerva, Marte que daban paso a la estancia que ocupa toda una planta, el piso es de mármol de Carrara, Italia, en el centro se encuentra un Zeus de dos metros de altura hechos de bronce y la firma de los artistas preferidos de “El Negro” Durazo: los Ponzanelli.
En 1984, el “Negro” Durazo fue detenido en Puerto Rico y extraditado a México, acusado de acopio de armas y abuso de autoridad. En la cárcel pasó solamente ocho años, una condena que para muchos fue insuficiente, por la magnitud de los crímenes por los que se le acusaba. Cuando salió de la cárcel, no pudo volver a instalarse en El Partenón, pues esa y otras propiedades habían sido confiscadas.
Tras ganar un litigio a la familia del exjefe de policía capitalina, el inmueble pasó a manos del gobierno del estado de Guerrero. Fue el 28 agosto de 2019 cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio carpetazo al conflicto que tenía con la familia de Arturo “El Negro” Durazo, que pretendían recuperar la residencia que tenía en Zihuatanejo.
Héctor Astudillo Flores, gobernador de Guerrero, reconoció que tras haber obtenido en forma definitiva la jurisdicción de El Partenón, este será dispuesto para un centro cultural. “Hay que darle una arreglada, hay que hacerlo para presentar libros, eventos culturales y hacerlo sencillamente para todo lo que sea cultura”, dijo Astudillo Flores.
José Agustín, emblemático escritor mexicano perteneciente a la Literatura de la Onda, en su libro Tragicomedia Mexicana 3, menciona a esta mansión del exjefe policiaco. “El Partenón en Zihuatanejo… tenía un lago interior con olas mecánicas y cascadas, albercas, discoteca para mil parejas, ¡doce elevadores para subir al primer piso!, sala de automóviles de colección, caballerizas, esculturas griegas y su debido helipuerto”, dice José Agustín en su libro.
“Yo tengo derecho a tener casa en Zihuatanejo, ¿no?”, dijo alguna vez el Negro Durazo.
El Negro Durazo volvió a ser tema de conversación luego de la aparición de la primera temporada de la serie de Luis Miguel, en donde se le nombra, pues se dice que fue uno de los personajes que le abrió las puertas con la élite a Luisito Rey, a cambio de supuestos favores sexuales de la madre del cantante, Marcela Basteri.
Durazo murió un 5 de agosto del 2000, en el puerto de Acapulco, por cáncer de colon que había contraído años atrás.
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