La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las instituciones más reconocidas a nivel mundial, celebra este 27 de abril el primer siglo del lema y escudo que identifican a la Máxima Casa de Estudios.
La historia detrás de estos símbolos de identidad universitaria está íntimamente relacionada con José Vasconcelos, ex rector de la UNAM y creador de estos íconos, quién alguna vez aseguró haberlos imaginado como “el despertar de una larga noche de opresión”.
El escudo muestra un ave bifácela, con una cabeza de águila y otra de cóndor andino que protegen el mapa de América Latina, cuya imagen al centro va desde el norte de México hasta el Cabo de Hornos. Además, en la parte inferior cuenta con representaciones de volcanes mexicanos y un nopal azteca.
“Nuestro continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se consumará la unidad”, recalca la universidad sobre su escudo.
Durante la Conferencia Nacional de Estudiantes en 1921, poco después de que se diera a conocer la imagen, el ex rector explicó el escudo como: “Símbolo gráfico de esta eclosión del alma mexicana, fue el diseño del escudo entonces nuevo, cuya historia estoy describiendo. Consta el escudo de dos elementos inseparables: el mapa de América Española que encierra en su fondo, y el lema que le da sentido. Por encima del encuadramiento, una águila y un cóndor reemplazan el águila bifronte del viejo escudo del Imperio Español de nuestros padres. Ahora, en el escudo, el águila representa a nuestro México legendario, y el cóndor recuerda epopeya colectiva de los pueblos hermanos del continente”.
“POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”
La propia universidad ha dado a conocer que el lema “Por mi raza hablará el espíritu” refleja la realidad de una época en la que las esperanzas de revolución se encontraban latente. “Ese “espiritualismo”, que profesaba Vasconcelos era parte de una corriente intelectual que se plasmó en la educación mexicana”
Ese espiritualismo que atribuyen a Vasconcelos es la referencia constante a una raza mística, “la raza cósmica” que, consideraba, había en México y América Latina después del mestizaje. Sobre esta parte del lema, Vasconcelos detalló en la conferencia:
Figurada de esta suerte la unidad de nuestra raza, sólo faltaba pedir al Verbo una expresión que marcara la ruta de los destinos comunes. Me vino ésta, de súbito, fue la voz de un anhelo que se rehacía en la Universidad v había de retumbar por todos los confines de la lengua: es el lema un compromiso quizás demasiado ambicioso. ‘POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU’, es decir, deberemos ser algo que signifique en el mundo. Y en primer lugar dije raza porque la tengo, la tenemos.
La segunda parte del lema, refirió en ese mismo discurso, representa la falta de religión que existía en la eseñanza escolar mexicana, por lo que originalmente el lema era “Por mi raza hablará el Espíritu Santo”.
“Usé la vaga palabra espíritu”, comenzó el ex rector. “En en el lema significa la presencia de Dios, cuyo nombre nos prohibe mencionar, dentro del mundo oficial, la Reforma protestante que todavía no ha sido posible desenraizar de las Constituciones del 57 y del 17. Yo se que no hay otro espíritu válido que el Espíritu Santo; pero la palabra santo es otro de los términos vedados por el léxico oficial del mexicano. En suma, por espíritu quise indicar lo que hay en el hombre de sobrenatural y es lo único valioso por encima de todo estrecho humanismo”, rememora el Manuel Iconográfico de la universidad
Así, tanto el lema como el escudo de la UNAM han atravesado un siglo de existencia uniendo la identidad de la comunidad universitaria en todo México.
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