Una nueva arma tecnológica de uso militar está siendo utilizada por narcotraficantes mexicanos en zonas rojas de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, donde se libran disputas por el control territorial y enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad.
Esto fue confirmado por el Ejército mexicano el pasado 21 de abril, luego de que dos agentes de la SSP estatal de Michoacán resultaran heridos tras un ataque con drones explosivos —al parecer cargados con el explosivo C4— tras la liberación de las carreteras en la comunidad del Aguaje, Michoacán. La policía estatal dijo el martes que los dos agentes fueron atendidos en un hospital y posteriormente dados de alta.
Posteriormente, a través de un video que comenzó a circular en las redes sociales, al menos una treintena de sujetos uniformados informaron que el ataque no fue realizado por las Fuerzas Especiales Mencho, el grupo de élite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): ”Nosotros no fuimos quienes tiraron los dronazos a la policía michoacana”, confirmaron en la grabación.
Las autoridades aún no han descrito a detalle los dispositivos utilizados. Medios locales reportaron que los drones llevaban granadas de mano, pero fotografías que circulan en las redes muestran que llevaban paquetes de cargas explosivas pegados con cinta adhesiva.
Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, ratificó el ataque contra los policías de Michoacán y confirmó que algunos cárteles están utilizando drones con explosivos, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El funcionario indicó que los ataques con drones “son de preocupación”, pero afirmó que no han sido tan efectivos como quisieran los cárteles, debido a que los dispositivos relativamente ligeros no pueden llevar explosivos suficientes para causar daños significativos.
“En cuanto a la utilización de drones, hemos ubicado que hay unos cárteles que están usando esto, el Cártel Jalisco Nueva Generación, en Guanajuato, en Jalisco y ahora en Michoacán. No han tenido efectividad, porque no pueden cargar cantidades que sean de tal manera dañinas para el personal o para una instalación”, señaló el secretario de la Defensa.
Esta no es la primera vez que se reporta en México el uso de este tipo de artefactos para la detonación de explosivos.
El pasado 24 de abril, fueron vinculados a proceso por un juez de control dos supuestos miembros del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) por su probable responsabilidad en la violación a la Ley federal de Armas de Fuego y Explosivos. Ambos fueron señalados como presuntos pioneros en la fabricación de explosivos transportados por drones.
En agosto, un grupo de milicias ciudadanas en Tepalcatepec, Michoacán, informaron sobre el hallazgo de dos drones al interior de un vehículo blindado que presuntos sicarios del CJNG habían abandonado después de un intento de allanamiento el pasado 25 de julio.
Los drones tenían pegados con cinta adhesiva explosivos C4 y balines de metal —en contenedores tipo Tupperware—conectados a un sistema de detonación a distancia, explicaron los miembros de la milicia. Los drones fueron encontrados en una caja de cartón manchada de sangre, lo que posiblemente indicó, según los milicianos, que el responsable de haber intentado volar esos drones resultó herido.
Las evidencias dejan entrever que la táctica de enviar drones con paquetes explosivos ha sido usada en el país más tiempo del que se pensaba.
Drones explosivos, una nueva arma tecnológica
Un dron es un artefacto capaz de volar de manera autónoma, son ligeros y más baratos que una aeronave tradicional. También se les conoce como UAV, es decir, Vehículo Aéreo no Tripulado.
Los drones encontrados en México han sido cargados con el explosivo C4 y balines de metal, conectados a un sistema de detonación a distancia.
El C-4 o divergente ‘Composition C-4’ es una variedad común de explosivo plástico de uso bélico, y es uno de los explosivos, después del TNT, con más fuerza de los conocidos hasta el momento.
“El C4 es un material muy estable, insensible a la mayoría de los golpes. No puede ser detonado por un disparo o cayendo sobre una superficie dura. No explota cuando se prende fuego o si se expone a una radiación de microondas”, detalla un informe de Military.com
Los militares, en particular en Estados Unidos, fueron los primeros en probar esta tecnología al combinar aeronáutica y robótica en los años 70.
Las ventajas del uso de drones para los ejércitos respecto a un avión tripulado son: reducción de costos debido a ser más barata su fabricación, su tamaño, son más precisos y una mayor probabilidad de pérdidas humanas para las fuerzas militares, de acuerdo con un artículo de difusión del Tec de Monterrey.
El uso más extendido de los drones en el país durante los años recientes llevó a que las autoridades regularan la utilización de estos artefactos.
En 2019 se conocieron los detalles de la Norma Oficial Mexicana 107 o NOM-107 que fija los requerimientos para operar un sistema de aeronave pilotada a distancia, como un dron, en el espacio aéreo del país. Entró en vigor en enero de 2020.
De acuerdo con la organización Insight Crime, dedicada al estudio de la violencia y el narcotráfico, los drones se perfilan como “las armas del futuro” para las bandas criminales mexicanas.
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