El pasado 23 de abril, Óscar Antonio “G”, presunta cabecilla del cártel Nuevo Imperio, fue capturado por policías municipales de Ecatepec de Morelos. La organización criminal que se dedica a la venta y distribución de narcóticos y a crímenes como el secuestro, opera en distintos municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México.
El sujeto señalado como uno de los posibles líderes del grupo delictivo tiene 35 años de edad.
Hasta el viernes, El Primo, como también se le conoce, formaba parte de los criminales más buscados de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. La dependencia ofrecía, “a quien aporte información útil, veraz y oportuna para la identificación y localización”, una recompensa de hasta 300,000 pesos.
Uno de los objetivos prioritarios en la entidad federativa mexiquense, era señalado como un generador de violencia en el estado: se le relaciona con casos de homicidios y secuestros. Fue aprehendido por agentes de la Policía de Investigación (PDI).
Fue alrededor de las 01:00 horas que agentes policiacos del municipio de Ecatepec, cuando patrullaban en la avenida Ojo de Agua de la colonia La Garita, ayudaron a una mujer que pidió auxilio. La víctima declaró que tres hombres a bordo de un vehículo la asaltaron y amenazaron con una pistola y le robaron sus pertenencias.
Los uniformados detectaron el automóvil en la avenida Vía del Real, en la colonia Ampliación Esmeralda: un Nissan tipo Sentra, color gris y con las placas de circulación HFE-429-D de la entidad de Guerrero.
Detuvieron a Marco Antonio “N”, de 43 años de edad; Julio César “N”, de 23 años, y a Óscar Antonio “G”, de 35 años. Se les aseguró un revólver calibre .38 y también las pertenencias de la mujer.
De acuerdo con El Universal, los sujetos confesaron ser integrantes del cártel Nuevo Imperio o Nuevo Cártel Imperial.
El grupo apareció recientemente en el Estado de México, que colinda con la capital del país. Las autoridades lo identifican como el cártel Nuevo Imperio y atribuyen su aparición a una ruptura del Cártel de Sinaloa, que en su momento lideró Joaquín El Chapo Guzmán Loaera, hoy preso en Nueva York, Estados Unidos.
“Esto es parte de la fragmentación, de haber quitado las grandes cabezas, que lo único que crea es la dispersión de intereses y hasta pugnas por lograr mejores atributos en los distintos ámbitos geográficos”, dijo Juan Francisco Torres Landa, secretario general de la organización civil México Unido Contra la Delincuencia.
El cártel Nuevo Imperio comenzó a operar en el año 2017, a partir de la detención de El Quinceañero, operador de Dámaso López, El Mini Lic, hijo de otro de los líderes del Cártel de Sinaloa del mismo nombre, explicó un periodista de investigación especializado en crimen organizado en el Estado de México, cuya identidad prefiere reservar por seguridad.
Este grupo está vinculado con asesinatos ocurridos en los municipios de Huxquilucan y Naucalpan y con narcomantas que aparecen en distintos municipios conurbados de la Ciudad de México.
“Al día siguiente de la captura de El Quinceañero aparecieron las primeras narcomantas del cártel Nuevo Imperio, en las que amenazaban a todos los demás grupos de esa zona”, dijo el periodista mexiquense.
Como resultado de las investigaciones que emprendieron las autoridades a raíz de los homicidios y de esos narcomensajes, el pasado 9 de octubre del 2017, Alejandro Gómez, fiscal del Estado de México, informó sobre la detención de siete de sus posibles integrantes en el municipio de Cuautitlán Izcalli, al norte de la capital del país.
En su poder tenían armas cortas y largas, cargadores, cartuchos útiles, droga, teléfonos celulares, ropa táctica, cartulinas con mensajes amenazantes y tres automóviles.
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